"El paisa", el comandante de la columna Teófilo Forero, es el responsable del secuestro de los diputados del Valle y del carro bomba contra el El Nogal.
“El más sanguinario”, “el más temido”, “el más peligroso”, “el incapturable”. Así han descrito los medios colombianos a Hernán Darío Velásquez Saldarriaga, alias “El Paisa”, comandante de la columna Teófilo Forero de las Farc. Ese parece ser el talante del comandante guerrillero que se acaba de vincular a la mesa de negociaciones de La Habana, en momentos en que las delegaciones discuten los dos últimos puntos de la agenda: Fin del Conflicto e Implementación, verificación y refrendación.
La experiencia de “El Paisa” en más de dos décadas de guerra y su papel protagónico en las acciones armadas de las Farc hacen de él una ficha clave para la guerrilla en momentos en que la mesa de conversaciones discute temas de orden militar como el cese bilateral del fuego, la dejación de armas, la concentración de los guerrilleros y las garantías de seguridad para las futuros excombatientes. Sin embargo, su incorporación a los diálogos ha generado fuertes críticas entre los contradictores del proceso de paz, que ven como una afrenta a las víctimas que un hombre como “El Paisa” llegue a la mesa.
El rechazo no es gratuito. Nacido en Antioquia, “El paisa” ha comandado desde principios de los 90 a la columna móvil Teófilo Forero, que se creó como un grupo élite para proteger a los miembros del secretariado de las Farc. Durante los diálogos entre el gobierno de Andrés Pastrana y esa guerrilla, la Teófilo pasó a ser parte del bloque Sur y se afincó en Meta, Huila y Caquetá. No obstante, es reconocida por su capacidad para movilizar pequeños comandos a las ciudades capitales con el fin de ejecutar crímenes contra reconocidos dirigentes políticos y por sus despliegues de gran impacto mediático.
Una de esas acciones ocurrió en 2002, cuando las conversaciones con Pastrana atravesaban una etapa crítica. En febrero de ese año, la Teófilo se infiltró en un avión comercial, lo obligó a aterrizar en una carretera del Huila y, una vez en tierra, identificó y se llevó hacia la cordillera Oriental al senador liberal Jorge Géchem, que duró seis años secuestrado. El hecho precipitó la ruptura de los diálogos, a la que sobrevino una fuerte arremetida militar en Meta y Caquetá, donde se había decretado la zona de distensión.
Ese mismo año, la Teófilo envió un grupo de guerrilleros disfrazados de militares a la Asamblea del Valle. Haciendo uso de una falsa alarma de bomba, los insurgentes secuestraron a los 12 diputados de la corporación. En 2007, en hechos que aún están por esclarecer, 11 de ellos fueron asesinados cuando aún se encontraban en poder de las Farc. El hecho generó repudio en todo el país.
En 2003, la columna que dirige “El Paisa” dejó otra huella profunda en la historia del conflicto colombiano. El 7 de febrero de ese año, esa estructura hizo explotar un carro bomba en las instalaciones del lujoso club El Nogal, de Bogotá, asesinando a 36 personas y dejando heridas a más de 200. Por haber ocurrido en la capital, y por la magnitud de la tragedia, el hecho impactó profundamente a sectores políticos y económicos.
Tres años después, varios guerrilleros al mando de “El Paisa” llegaron a un restaurante del Huila y asesinaron a nueve concejales del municipio de Rivera. En 2009, otro comando se desplazó hasta Florencia y secuestró al entonces gobernador del Caquetá, Luis Francisco Cuéllar, quien ya había sido retenido en cinco ocasiones por las Farc. Los guerrilleros llegaron hasta la vivienda de Cuéllar portando uniformes del Gaula y se lo llevaron hacia la zona rural del municipio, donde lo asesinaron luego de sentirse asfixiados por la presión del Ejército.
“El paisa” también ha sido señalado de planear dos de los atentados que ha sufrido el hoy senador y expresidente Álvaro Uribe. Uno de ellos ocurrió en Barranquilla, en 2002, donde guerrilleros activaron varias cargas explosivas muy cerca de la caravana en la que se movilizaba el entonces candidato a la presidencia. El segundo hecho tuvo lugar en Neiva, en 2003, cuando integrantes de la Teófilo hicieron volar una casa bomba en la que se almacenaban los explosivos con los que atentarían contra el presidente Uribe, afectando decenas de viviendas y asesinando al menos 18 personas.
El último crimen de resonancia nacional con el que “El Paisa” ha sido vinculado es el atentado de 2012 contra el exministro del Interior y de Justicia Fernando Londoño, atacado con una bomba en una calle de Bogotá. En el hecho murieron el escolta y el conductor de Londoño, y resultaron heridos varios transeúntes.
Además de esos hechos, la columna Teófilo Forero ha dejado cientos de víctimas por cuenta de tomas a bases militares, extorsiones, secuestros y homicidios. Entre ellos se encuentran el asesinato del representante a la Cámara Diego Turbay Cote, su madre y otras seis personas (2000); el secuestro masivo de los residentes del edificio Torres de Miraflores (2001), en Neiva, donde resultaron plagiados la excongresista Gloria Polanco y dos de sus hijos; el secuestro de la representante a la Cámara Consuelo González (2001), el homicidio del entonces alcalde de Rivera, Luis Humberto Trujillo (2004), y el asesinato de la empresaria Liliana Gaviria (2006), hermana del expresidente César Gaviria.
Es por estas razones que la incorporación de “El paisa” a la mesa de conversaciones ha generado rechazo en distintos sectores, incluyendo a la bancada uribista en el Congreso. Sin embargo, su presencia en La Habana es vital para definir el punto del Fin del conflicto y dar muestras de que las Farc, incluyendo sus estructuras más beligerantes, están cohesionadas en torno a la paz.