El candidato gay que retó a la élite política en México | ¡PACIFISTA!
El candidato gay que retó a la élite política en México Ilustración: Juan Ruiz / PACIFISTA
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El candidato gay que retó a la élite política en México

Marcela Madrid Vergara - junio 28, 2021

Juan Pablo Delgado se volvió noticia nacional al presentarse como el primer candidato abiertamente gay en la historia de León, una ciudad de Guanajuato con fama de conservadora. Aunque no llegó a la Alcaldía, logró que por primera vez la sociedad dialogara sobre las necesidades de la población LGBT.

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Este perfil hace parte del especial El orgullo es político: historias de diversidad y cambio en América Latina, publicado en alianza entre Dejusticia y Pacifista!. Visita el especial aquí.

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Por Marcela Madrid Vergara*

Guanajuato es conocido en México como el Estado donde alguna vez intentaron prohibir los besos en público, donde el director del Registro Civil dijo que prefería renunciar antes de permitir que los gays adopten, donde el Alcalde de la capital se burló públicamente de las mujeres trans. 

También fue ahí donde creció Juan Pablo Delgado, un abogado y activista que se convertiría en el primer candidato abiertamente gay a la alcaldía de León, la ciudad más grande del Estado. Para él, las noticias que han alimentado la fama de Guanajuato como un lugar conservador y homofóbico no son un reflejo de lo que piensa su población, sino más bien “decisiones del poder político que no necesariamente obedecen a la dinámica social”. 

Eso era lo que quería demostrar con su campaña: que en León y Guanajuato no reina la intolerancia, que no hay un rechazo por la diversidad como tal vez quisieran sus dirigentes, los políticos del Partido Acción Nacional (PAN) que llevan más de 30 años gobernándolos. 

Y empezó a tumbar ese mito desde que lanzó su candidatura. Lo hizo publicando una carta en redes sociales en la que dejó dos cosas claras: la primera, que su campaña sería una alternativa para sacar del poder a los mismos de siempre – “el tercer municipio más poblado del país merece contar otra historia (…) alejada de la élite política”-. La segunda, que con ella buscaría romper las barreras que le han impuesto a la población LGBT. Por eso su planilla estaría encabezada por personas de la diversidad sexual y de género -“representamos lo que la élite política quisiera mantener invisible”-. 

 

Más allá del “primer candidato gay”

La carta se convirtió en noticia nacional. Los titulares podrían resumirse en “León tendrá su primer candidato gay”. La imagen donde Juan Pablo aparece inscribiendo su candidatura tomando la mano de su novio inundó las redes. 

Pero la respuesta iba más allá del tema gay. Además de recibir el apoyo de personas LGBT de todo el país, la campaña fue vista con esperanza por parte de muchos leoneses cansados de la política tradicional: “Una gran mayoría de personas heterosexuales y cisgénero me decían: ‘está bien que seas gay pero quiero saber qué propones para la ciudad’”, recuerda.

Ese fue el primer descubrimiento de la campaña: “A lo mejor nos habían mentido con la idea de que la sociedad leonesa y guanajuatense iba a rechazar de plano la candidatura”. 

Por eso su plan de gobierno reflejó una agenda amplia sobre movilidad, salud, seguridad, gobierno digital, economía, etc. Una agenda encabezada, eso sí, por ideas para la inclusión. Bajo el lema León libre de ser, Juan Pablo puso sobre la mesa propuestas impensables para esa ciudad, donde derechos como casarse o adoptar solo son posibles por vía judicial para las parejas del mismo sexo. Entre sus propuestas estaban la creación de un refugio temporal para personas LGBT víctimas de violencia o la contratación de un mínimo de personas trans en el gobierno

Juan Pablo venía de dedicar diez de sus 31 años al activismo por los derechos LGBT en México y Latinoamérica. Desde la organización Amicus, que cofundó con otros estudiantes, y en su paso por la OEA, ha liderado litigios y proyectos clave para avanzar en el reconocimiento de la identidad de género de las personas trans. ¿Por qué pasar de la sociedad civil a la política? Él lo ve como una responsabilidad: “No podemos seguir judicializando nuestros derechos para siempre y tampoco podemos esperar a que las personas heterosexuales y cisgénero les vaya a importar nuestra agenda, por más aliados que sean”. 

 

Ganarle al miedo

La cruzada no era nada fácil. Para llegar a la Presidencia Municipal (el equivalente a una Alcaldía en Colombia) necesitaba ganarle a la élite que había gobernado la ciudad desde antes de que él naciera. No solo tenía que luchar contra las maquinarias sino también contra el miedo que había logrado infundir el PAN, bajo la idea de que ellos eran la única opción ante algo supuestamente peor: que ganara el candidato de Morena, el partido del Presidente López Obrador.

Ese fue el segundo gran descubrimiento de la campaña: León es una ciudad gobernada por los miedos. Y pronto entendió que “a una sociedad gobernada por el miedo es muy difícil convencerla de que una campaña alternativa es la mejor opción”. 

Vivió los 90 días de campaña nadando contra la corriente de lo que llama “la vieja política”: recorrió todas las colonias de la ciudad, se reunió con empresarios, sembró árboles, visitó escuelas, montó en bicicleta. Todo en medio de una ciudad coptada por los de siempre: “Hubo empresarios que no me dejaron entrar a sus fábricas por miedo de que el PAN se enterara y los sancionara”. Lo mismo le ocurrió en restaurantes y en plazas de mercado.

Así fueron sus jornadas hasta el penúltimo día de campañas. Ese primero de junio, cuando se anunciaba el inicio del mes del Orgullo LGBT, la valla de un candidato gay a diputado, que pertenecía al mismo partido (Movimiento Ciudadano) apareció manchada de pintura roja en lo que parecía un ataque homofóbico. Por seguridad, el partido decidió cancelar los cierres de campaña en León. Para Juan Pablo, este fue un acto que “si bien preocupa, no fue el común denominador de la campaña”. 

Así llegó el 6 de junio, día de las elecciones, y el PAN volvió a ganar la Alcaldía de León, esta vez con un arrasador 60% de los votos. León perdió su oportunidad de renovar la política, pero el primer candidato gay en su historia cree que la ciudad aprovechó para redescubrirse

Más allá de los casi 20 mil votos que obtuvo, su candidatura tuvo grandes triunfos, como posicionar en el debate público las necesidades de la población LGBT, crear referentes para otras personas de la diversidad y, en un paso histórico, llevar a la primera regidora (concejala) LGBT al ayuntamiento de León. Lucía Verdín, psicóloga, feminista y lesbiana tendrá el reto de impulsar los derechos LGBT en una ciudad donde está todo por hacer.

 

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