Otro paso más: la hora de las Farc en la Comisión de la Verdad | ¡PACIFISTA!
Otro paso más: la hora de las Farc en la Comisión de la Verdad Todas las fotos de: Comisión de la Verdad / Camila Acosta Alzate
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Otro paso más: la hora de las Farc en la Comisión de la Verdad

Santiago A. de Narváez - febrero 18, 2020

Este 18 y 19 de febrero, la Comisión de la Verdad recibirá el testimonio de los integrantes del último secretariado de las Farc sobre cómo se organizaban los bloques y frentes, sobre el tema de tierra y territorio, sobre insurgencia y contrainsurgencia y la relación de la guerrilla con la población civil durante el conflicto armado.

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Este 18 y 19 de febrero, los miembros del último secretariado de las FARC darán testimonio sobre lo que pasó durante el conflicto armado ante la Comisión de la Verdad. Dos días para contar más de sesenta años de guerra.

Las ruedas de prensa son iguales siempre: una leve tensión antes de iniciar; periodistas de saco, corbata y mocasín cuadrando al menos tres entrevistas por teléfono. Hablan con la redacción, con cabina, con quién sea; preguntas monopolizadas por los turnos y el tiempo; respuestas dosificadas y dosificados casi siempre los discursos que aquí se encierran.

Estamos los periodistas en el segundo piso del edificio. Arriba, en el noveno, mientras esperamos a que se inicie la rueda de prensa, los comisionados están reunidos ya, a puerta cerrada, con los excabecillas de la antigua guerrilla.

Fue un procedimiento (la rueda de prensa) similar al que tuvo lugar en la JEP el pasado 23 de septiembre con el caso 001, en el que los miembros del Estado Mayor de las Farc le entregaron un informe a la JEP y dieron testimonio de manera colectiva sobre la práctica del secuestro en esa organización.

Poco a poco, pasadas las 10 de la mañana, van entrando a la sala de prensa uno a uno los miembros de la antigua guerrilla: Rodrigo Granda, Pablo Catatumbo, Julián Gallo (C.A. Lozada), Rodrigo Londoño, (Timochenko se ha dado de baja el bigote y ahora luce imberbe), Sandra Ramírez, Luis Alberto Parra, Pastor Alape.

Pacho de Roux, presidente de la Comisión y Marta Ruiz, comisionada, se sientan en un extremo.

Empieza a hablar Londoño y dice que han venido con el compromiso de aportar a la verdad de lo que nunca debió haber pasado en Colombia. Con el propósito de sanar las heridas. Y dice que entregarán siete documentos a la Comisión que tocan los siguientes temas: tierra y territorio, contrainsurgencia, insurgencia, la forma en la que estaban organizados los bloques y frentes, la relación de las Farc con la población civil, la política de las Farc, y, dice él, algo inédito en los procesos de paz que ha tenido el país: un documento de autocrítica.

Esos documentos los revisará la Comisión y serán insumos para el Informe final que haga cuando acabe su mandato. Sin embargo, no se trata de recibir acríticamente lo que digan las Farc. Marta Ruiz dice que la Comisión está escuchando y ha escuchado a todos los sectores, pero también los interroga y les hace preguntas, aclara. Se trata de  construir una verdad concreta. Una verdad que sea lo más terrenal posible. Cuáles fueron, por ejemplo, los patrones económicos que se perpetuaron en la guerra.

Julián Gallo dice que ellos apelan a la figura del rompecabezas. Aquí hubo un largo y doloroso conflicto, no una amenaza terrorista. Estamos poniendo sobre la mesa una ficha que nos corresponde a nosotros poner y cuando armemos el rompecabezas con los aportes de las Fuerzas Armadas, civiles, todos los actores, debe surgir una imagen y esa imagen tiene que ser el monstruo de la guerra. Imagen a partir de la cual podamos decir: nunca más.

Los periodistas van preguntando uno a uno que por favor les digan qué contienen los documentos entregados, que sean más específicos. Y una a una las preguntas son respondidas por los exguerrilleros que dicen que la Comisión ya tiene conocimiento del contenido y que a su debido tiempo empezará a revelarse.

(Breve paréntesis reclamatorio: uno entiende que el sistema integral de justicia verdad, reparación y no repetición tiene sus tiempos y con él, la JEP y la Comisión. Pero no deja de haber un afán subterráneo por empezar a saber –y a saber bien y de frente– los resultados de la verdad judicial que está construyendo la JEP y de la verdad histórica que, por su parte, está construyendo la Comisión. Entre más rápido se pongan a circular estos relatos, estos testimonios, estas verdades, más legitimidad tendrá el sistema para operar etcétera).

Habla finalmente el Padre de Roux y dice que la presencia de Farc es muy relevante en la Comisión porque fueron ellos los que firmaron el Acuerdo. Y que fue un salto cualitativo de pasar a defender sus ideales en el terreno político y no con las armas.

En las conversaciones de estos días, dice De Roux, queremos entender la racionalidad de ellos. Qué los movilizaba, qué pensaban, qué los movía y cómo en las Conferencias fueron fraguando sus propósitos. Eventualmente, dice De Roux, la Comisión va a llegar a tomar puntos concretos y a hacer pronunciamientos concretos sobre hechos duros de Colombia.

La Comisión está avanzando hacia allá. Pero rodeará esos puntos concretos, que dice él, sacudirán al país. Los rodearan de las razones económicas, históricas, el tema de la tierra, todo eso que hizo posible que se dieran esos hechos. Eso, dice el Presidente de la Comisión, “lo vamos a cumplir con una narrativa profunda”.

Este es otro paso más en el largo tránsito que está haciendo Colombia –largo y empedrado y embarrado– en la construcción valiente de su memoria y de la verdad durante tantos años de guerra. El hecho es que no hay vuelta atrás: lo daremos.