De la selva hasta las plazas mercado: así es el comercio ilegal de armas | ¡PACIFISTA!
De la selva hasta las plazas mercado: así es el comercio ilegal de armas
Leer

De la selva hasta las plazas mercado: así es el comercio ilegal de armas

Colaborador ¡Pacifista! - diciembre 19, 2017

La desaparición de las Farc como grupo armado dejó una sobreoferta en el mercado ilegal de armas a lo largo y ancho del país.

Compartir

Este artículo forma parte de nuestro proyecto #NiUnMuertoMas, de la estrategia latinoamericana de reducción de homicidios Instinto de Vida de Open Society Foundations e Igarapé. 

Lea la primerasegundatercera y cuarta entrega de nuestro especial sobre armas en Colombia.

Por Eduardo Carrillo Galvis*

Traficar con armas es uno de los negocios más lucrativos del mundo. Según la Oficina de la Organización de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, el comercio ilegal de armas mueve entre 170 y 320 millones de dólares cada año. Estos números solo son superados por actividades ilícitas como el tráfico de órganos, el narcotráfico y la trata de personas.

El Observatorio de Drogas Ilícitas y Armas (ODA) de la Universidad del Rosario, revela que en el mundo hay más de 875  millones armas de fuego en manos de particulares, policías y militares. No obstante, el número de armas no es el dato más preocupante. Según el ODA, el 75 por ciento del total de armas en el mundo está en manos de particulares.

De acuerdo con el Ministerio de Defensa, en Colombia, esta cifra llega hasta las 150.000 armas de fuego en manos de la población civil (de las 560.000 que conforman el mercado legal del país), pero otros registros como el Centro de Estudios para el Análisis de Conflictos (Cerac) advierte que la cifra del mercado no registrado podría llegar hasta los 2 millones de armas.

Justamente, durante el pasado septiembre, la ONU aseguró que Colombia no ha cumplido con el Tratado mundial de Comercio de Armas, que entró en vigor en 2014. Ese acuerdo internacional busca la reducción en el armamento de los países adscritos. Sin embargo, al revisar el caso de Colombia, el ente internacional no ha encontrado avances en el cumplimiento de ese acuerdo.

Según la Fundación Ideas para la Paz (FIP), aunque hoy en día solo existen tres grandes organizaciones delincuenciales (Los Puntilleros, Autodefensas Gaitanistas y el EPL) eso no se traduce en disminución en la violencia. Más bien habla sobre una reconfiguración de esas agrupaciones que, bajo modalidades como la ‘subcontratación’ de delincuencia común y grupos más pequeños, se encargan de mantener la violencia latente en las regiones, y con ella, la circulación de armamento en el país.

Entidases como la Fiscalía advierten que en el mercado negro ‘local’ se encuentran pistolas, revólveres, fusiles de asalto, subametralladoras, lanzagranadas, granadas de mano, munición de diferente calibre y hasta misiles tierra–aire, como los que adquirieron las Farc, en el pasado. En ¡Pacifista! le contamos cómo funciona la venta ilegal de armamento en Colombia.

La industria de armamento

Según un informe publicado por la agencia Defense News en 2015, las 10 fábricas que producen el mayor número de armas se encuentran en Estados Unidos. Lockhead Martin, la factoría que encabeza el listado, reportó más de 40 millones de dólares en ganancias durante este año.

Se estima que, tanto las fábricas norteamericanas, como las que tienen base en países como Rusia producen alrededor de ocho millones de armas cada año. Entre esas armas, también se fabrican entre 10 mil a 15 mil millones de municiones –balas, cartuchos, entre otros—anualmente.

Advierte la que Policía Nacional que en Colombia, la proliferación de estas armas, municiones y explosivos ha aumentado la violencia urbana y la criminalidad. Esto teniendo en cuenta que, según Medicina Legal, el 70 por ciento de los homicidios registrados durante este año tienen relación con armas de fuego y que, por ejemplo, en 2015, según la Policía, el 64 por ciento de los delitos registrados en el país tuvieron que ver con el porte y fabricación de armas de fuego en el país.

Los compradores

Uno de los mayores factores a tener en cuenta con respecto a la circulación de armamento en el país se relaciona con el porcentaje de arsenal ilegal, que supera con creces el número de armas que cuentan con un salvoconducto. Según las bases de datos de la Policía, durante el año pasado fueron incautadas más de 25 mil armas de fuego, de ese total, solo 3.978 contaban con un permiso.

Durante este año, entre el Ejército, la Policía y otros entes, han reportado aproximadamente la incautación de 35 mil armas de fuego. Según el Ejército, las guerrillas, los grupos paramilitares, las redes de narcotráfico y la delincuencia común son los compradores más frecuentes.

Dos mercados diferentes

Amnistía Internacional aseguró, a través de un informe publicado en 2015, que los cinco países con mayor número de transacciones relacionadas con venta de armas en el mundo son Estados Unidos, Rusia, China, Alemania y Francia. Como es natural, las empresas productoras de estas naciones terminan siendo las mayores proveedoras de armas para los grupos delincuenciales colombianos, todo por cuenta del la operación de los mercados ilegales.

Según la Policía, en nuestro país, la demanda de armamento es atendida por dos mercados distintos dentro de la ilegalidad:

Mercado negro: Venta de armas ilegales desde su origen. Aquí entran las de manufactura local y artesanal, como el changón, por ejemplo.

Mercado gris:  Armas que tienen origen en la legalidad con productores autorizados, pero se convierten en ilegales para llegar a su destino final. Este segmento es el que ocupa la mayor parte de lo que tradicionalmente conocemos como ‘tráfico de armas’.

Uno de los casos más recientes que ejemplifica este mercado fue el del decomiso de un cargamento en el Huila por parte de la Policía registrado en julio del año pasado. Los uniformados incautaron varios fusiles R-15, municiones, explosivos y un fusil Barrett, al parecer, procedentes de los Estados Unidos. Las autoridades se mostraron especialmente preocupadas tras el operativo, pues según el informe del episodio emitido por la Policía, el fusil Barrett es un arma de gran potencia, con un alcance efectivo a más de un kilómetro y medio. Además, garantiza disparos eficientes contra blancos como radares, camiones, aeronaves estacionadas y en vuelo y otros objetivos.

Semejante calidad de armamento, de tal sofisticación en su fabricación, solo pudo llegar hasta allá tras una serie de irregularidades que terminan matriculándolo en el mercado ilegal.

Cómo funciona el alquiler de armas

La Policía insiste que además de la venta de las armas ilegales, otra buena parte del tráfico se registra a travez del alquiler, que en nuestro país va desde un revólver calibre 38 largo hasta un fusil y son empleados especialmente, por redes de delincuentes comunes o sicarios.

Esta modalidad es antigua. Hace varios años, la Fiscalía reveló que quienes alquilan las armas de fuego lo hacen a través de contactos específicos, cuya única condición es que el alquiler se pague en efectivo.

De acuerdo con una publicación de la organización InSight Crime, que cita fuentes de la policía como el exjefe de la Policía Metropolitana de Cúcuta, el precio de los alquileres varía según la región del país: mientras cerca a la frontera con Venezuela un revolver puede ser rentado por cerca de $ 100.000 pesos al día, en ciudades como Bogotá este precio puede alcanzar hasta los $300.000.

Los ‘mercados persa’ de las armas

En clase capital, al día se incautan cinco armas ilegales. Según los registros de la Policía y la Fiscalía, tras la desaparición de la llamada ‘Calle del Cartucho’ y luego del ‘Bronx’, en Bogotá las armas ilegales llegaron a ser vendidas en plazas de mercado y en barrios como El Danubio, La Fiscala,  Tunjuelito,  Patio Bonito, Suba, en la Avenida Jiménez y en San Victorino, entre otros sectores. Y en esos mismo registros, las autoridades pudieron concluir que las armas más decomisadas son:

  • Revólveres 38 (largo y corto)
  • Pistolas de diferentes calibres (la más frecuente es la nueve milímetros)
  • Fusiles
  • Subametralladoras
  • Changones (Entre otras armas hechizas)

“Hay sobreoferta de armas en el país”

Ariel Ávila, coordinador del Observatorio de Conflicto Armado de la Corporación Nuevo Arco Iris, consultor de diferentes instituciones nacionales e internacionales y subdirector de la Fundación Paz y Reconciliación, afirma que tras la desmovilización de las Farc, se registra una sobreoferta de armas en el mercado negro colombiano. “Las Farc eran clientes del mercado negro de la venta de material de guerra  y ahora que ese gran comprador se salió del mercado, hay una sobre oferta de armas ilegales en el territorio nacional”, asegura el experto.

No obstante, Ávila advierte que “no importa que grupo armado ilegal adquiera esas armas con dineros del narcotráfico y otras actividades criminales. Lo realmente importante y en lo que tiene que trabajar el Estado es en lograr minimizar esa oferta”.

El mercado latinoamericano

Ávila además apunta que las armas en Latinoamérica son comerciadas mayormente por redes de mexicanos que trafican, especialmente, con armas de fabricación norteamericana y de la antigua Unión Soviética.

InSight Crime asegura que la antigua organización de criminal mexicana de Los Beltrán Leyva y el Cartel de Sinaloa han sido las organizaciones delictivas principales alrededor del tráfico de armas en América. Ambas organizaciones delictivas han tenido relación directa con Colombia. Solo por citar un ejemplo, las autoridades aseguran que el Clan Úsuga es el mayor proveedor de droga del Cartel de Sinaloa.

Sin embargo, hay otros países que también contribuyen al mercado ilegal.  Un documental de la BBC publicado en marzo de este año reveló que en la selva amazónica que comparten Colombia, Brasil y Perú, se configura un punto de intersección para el tráfico de drogas y armas en la región.

Según el documental, sólo en Manaos (Brasil), el volumen de drogas incautado aumentó en 1.324 por ciento en relación con los años pasados. El reporte también evidencia que dicho aumento ha venido acompañado de un alza en la circulación de armas ilegales.

“Las Farc no manejaron el mercado negro”

De acuerdo con Ávila, “las Farc compraban las armas, pero nunca manejaron el mercado negro. Ese grupo armado contaba con la capacidad económica para adquirir material de guerra de última tecnología, sin necesariamente encargarse de su tráfico”.

Ávila afirma que mientras haya oferta de armas en el mercado negro, habrá alguien que las compre. “La guerrilla  del  ELN,  el Clan del Golfo,  lo que queda de Los Rastrojos y otros grupos armados al margen de la ley seguían requiriendo armas para sus fines”.

Las disidencias: compradores potenciales de armamento

El experto también apunta que las disidencias de las Farc favorecen a la venta de armas y hechos como el decomiso de una caleta con armas perteneciente a un grupo de desertores del proceso de paz, ubicado en inmediaciones de San Vicente del Caguán (Caquetá), lo demuestran. En el operativo fueron incautadas 187 granadas y 364 cartuchos para fusil.

Ávila explica que “las disidencias de las Farc están integradas por  15 grupos, entre ellas tres grandes: Las del Guaviare, las de Tumaco y las del Cauca. Las demás son grupos pequeños de entre 10 y 12 hombres. En total,  disidencias están en 43 municipios del país. Las Farc estaban en 243”.

“Lo más importante en este momento es que el Gobierno Nacional con sus Fuerzas Militares, Policía Nacional y agencias de seguridad del Estado, logren limitar y enfrentar a las llamadas disidencias y fortalecer el combate contra las otras organizaciones criminales y determinar las rutas del tráfico de armas ilegales para detener el mercado con contundencia, pues se trata de una amenaza constantes para los entornos rurales y urbanos.”, concluye el subdirector de la Fundación Paz y Reconciliación

* Eduardo Carrillo Galvis tiene más de treinta años de experiencia en el periodismo. Ha desarrollado actividades de comunicación en las Fuerzas Armadas de Colombia.