De los cuatro asesinados, tres eran indígenas. Sus autoridades aseguran que hay carteles del narcotráfico detrás de los asesinatos.
Este fin de semana la violencia se desbordó nuevamente con el asesinato de cuatro líderes sociales: tres indígenas en el departamento del Cauca y un líder político en el Valle. Todo ocurrió entre el jueves y el domingo pasados. Hay preocupación y miedo porque días como estos se han convertido en una constante en la región del Pacífico, que ha empeorado sus registros de violencia en relación con el año pasado.
La violencia contra los líderes ha escalado a un nivel tan alto, que tiene hoy al Cauca como el departamento más peligroso para ser líder social en Colombia, con el mayor número de asesinatos (145) contados desde el 2016 hasta abril del año en curso. El Valle del Cauca se encuentra en el cuarto puesto con (57), superado por Antioquia (98) y Nariño (63). Así lo muestra este gráfico de un estudio realizado por Indepaz.
Los últimos líderes asesinados
El jueves registramos el primero de los cuatro líderes asesinados. Su nombre era Gersain Yatacue. Era coordinador de la guardia indígena de la vereda San Julián en el municipio de Toribio, Cauca. Ese jueves por la tarde, fue asesinado por un grupo de desconocidos que lo abordaron cuando se dirigía a su hogar. Los hechos ocurrieron en el sector de Pajarito, cerca a un resguardo en el municipio de Caloto, según información del Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC)
El Consejo aclaró que la guardia indígena es la que está analizando los hechos en la zona y recordó que recientemente, el 26 de julio, algunos miembros de la Guardia Indígena Kiwe Thegnas en el municipio de Caloto, sufrieron un atentado causado por las disidencias de las Farc.
Lo triste es que efectivamente, el sábado, un atentado tuvo lugar nuevamente en este municipio, dejando como resultado la muerte de otro líder indígena. Se trataba de José Eduado Tumbó, miembro de la junta de acción comunal de la vereda el Vergel y de la Asociación Campesina de Caloto. Era un líder comunal reconocido por las autoridades indígenas y por la comunidad campesina del municipio de Corinto, exactamente del sector de el Vergel. Su asesinato ocurrió a las 2 de la tarde. José se encontraba movilizándose por el sector El Jagual cuando unos hombres en moto le dispararon.
El mismo sábado, en Versalles, Valle del Cauca, asesinaron a Silvio Alonso Álvarez un candidato al consejo de dicho municipio. El comandante de la Policía de su municipio aseguró tener información sobre una posible venganza personal que habría motivado su asesinato.
Sin embargo, no es el primer líder político asesinado en esta región. El pasado 12 de julio, también en el norte del departamento, fue asesinado a tiros Orlando Ordóñez Vanegas, precandidato al Concejo de Toro. En abril fue asesinado el exalcalde y precandidato conservador a la alcaldía de El Cairo (norte del Valle) José Daniel Gómez Cruz. Y en enero fue asesinado el exalcalde de El Cerrito y candidato por el partido de la U, Silvio Montaño Arango.
Ayer, mataron el último de los 4 líderes reportados en los últimos cuatro días. Se trata de Enrique Guejia Meza, quien era Alguacil del Cabildo Indígena de Tacueyó, ubicado en Toribio al norte del Cauca. Además, era un médico tradicional en su comunidad. No había recibido ninguna amenaza que alertara a las autoridades sobre un posible atentado en su contra. Se encontraba en la zona rural de Toribio cuando fue interceptado por dos hombres en moto que le propinaron varios disparos. El líder fue encontrado junto a su bastón que lo identifica como una autoridad indígena de la comunidad.
Detrás de las muertes
El Consejo Regional Indígena del Cauca manifestó que los asesinatos son “represalias al ejercicio de control territorial que los indígenas están haciendo en el Norte del Cauca”. Los miembros del Concejo creen que hay actores específicos con intereses en las tierras que controlan los indígenas y que tienen que ver con el cultivo de ilícitos. El coordinador de la guardia indígena de Toribio explicó que la comunidad está en un territorio peligroso, y dijo: “hoy estamos siendo objetivo militar de los grupos que quieren causar desarmonías en los territorios”.
Según Indepaz, desde que se posicionó el Presidente Duque, han registrado 66 homicidios a indígenas, cinco a afrodescendientes, 106 a campesinos ambientales y 33 a excombatientes Farc.
En la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (ACIN) también creen que el homicidio de Enrique Guejia, el Alguacil indígena, hace parte de un “plan pistola”, que al parecer estarían ejecutando bandas criminales en la región. Aseguran que es una estrategia militar de algunos grupos armados para expulsar de las tierras a las comunidades indígenas y poder aprovecharlas para sus rentas ilegales.
El CRIC había incluso hablado de la presencia de carteles mexicanos del narcotráfico en zonas del Cauca, una información que no confirman ni la Policía ni la Fiscalía en esta zona. En cambio, la Fiscalía y la Defensoría del Pueblo sí han confirmado la presencia de estos narcotraficantes en Jamundí, Valle del Cauca.