'Es un momento agridulce para el partido': miembro de Farc | ¡PACIFISTA!
‘Es un momento agridulce para el partido’: miembro de Farc Ilustración: Juan Ruiz
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‘Es un momento agridulce para el partido’: miembro de Farc

Staff ¡Pacifista! - mayo 16, 2019

Hablamos con miembros del partido Farc sobre las dos noticias que recibieron en menos de un día: la muerte del excomandante Wilson Saavedra y la liberación de Jesús Santrich.

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Con menos de 24 horas de diferencia, el partido de las Farc recibió dos noticias como golpes. En horas de la mañana del miércoles el tribunal para la Paz de la JEP, le ordenó a la Fiscalía poner en libertad a Jesús Santrich por falta de evidencia en su contra: “Nunca se concluyó que la conducta (delictiva) no existió, sino que por falta de pruebas no pudo ser evaluada” dijo el magistrado Jesús Bobadilla en rueda de prensa.

El día anterior, en el municipio de Tuluá, sicarios habían asesinado a Wilson Saavedra, quien fuera en su momento comandante del frente 21 de las Farc y actualmente estaba a la cabeza del ETCR de Marquetalia en Tolima. El partido de las Farc calcula que desde la firma del Acuerdo han asesinado a 130 excombatientes suyos.

24 horas separaron al asesinato del primer excomandante de las Farc –luego de firmado el Acuerdo–, de la puesta en libertad de uno de sus miembros más simbólicos.

“Esas dos noticias tan coincidentes en el tiempo reflejan de alguna manera la aguda tensión política que se ha generado en torno a estos temas relacionados con los Acuerdos y la discusión nacional sobre si vamos o no vamos a tener la capacidad de construir una paz estable y duradera”, le dijo a ¡Pacifista! el senador por el partido de las Farc, Carlos Antonio Lozada.

Para David Flórez, miembro también del partido de las Farc, se trata de un “sabor agridulce. Evidentemente la decisión de la JEP debió haberse tomado hace mucho rato. Hubo un montaje burdo y muestra que el fiscal Néstor Humberto Martínez obró fuera de derecho para sabotear el proceso de paz. Pero esa alegría no oculta la rabia, la frustración, la indignación de que estén atetando contra acuerdo de paz: el asesinato de Savedra. No se puede entender como una recompensa”, dice Flórez.

Hay que recordar que hasta hace dos semanas se estaban votando en el Congreso las objeciones que Duque le había hecho a la ley estatutaria de la JEP.

“Estamos en un momento en el que el uribismo, como expresión política más amplia, está atrapado en un discurso que no es sostenible en la realidad”, dice una fuente cercana a las Farc que prefiere no ser citada, y puntualiza: “Es la caricatura de un régimen que llega con discurso de odio pero que no lo puede sostener. La realidad termina desbarajustando las fake news con las que llegaron al poder. Eso genera desestabilización a nivel institucional:

Justo horas después de que la JEP le solicitara a la Fiscalía la puesta en libertad de Santrich, el Fiscal General, Néstor Humberto Martínez, anunció su renuncia irrevocable. Habló de su devoción por el Estado de derecho y dijo que su conciencia le impedía “refrendar” esa decisión.

Para Sandra Ramírez, senadora de las Farc, esa “es una estrategia más para atacar a la JEP y al proceso de paz. También para evadir los hechos de corrupción en los que se ha visto implicado como Odebrecht y los múltiples montajes contra el partido Farc, como los de SuperCundi, Mercandrea, y el más grave contra Jesús Santrich”.

Rápidamente el hashtag en redes, impulsado por sectores de la derecha, empezó a ser #ConstituyenteYa.

Lozada dice que saludan la decisión de la JEP sobre Santrich. “Era necesario que se diera en ese sentido, más allá de las reacciones en contra de la derecha. Los colombianos estamos en mora de abrir una discusión con menos ruido pero a más profundidad sobre lo que significa esta jurisdicción en su papel de pasar la página de los odios. Valoramos enormemente esa decisión. Y tendrá que decantarse con la posibilidad de sentar un acuerdo. Pero no un acuerdo de tipo Constituyente –se sabe siempre cómo se entra a la Constituyente pero no cómo se sale– sino un acuerdo sobre reglas básicas de convivencia”.

Lozada asegura que apoyan un acuerdo nacional pero “sobre el principio de que es determinarte que no se puede tocar el acuerdo. Porque no tiene ningún sentido que un presidente desarme a una guerrilla y luego de que ya no tienen las armas, les intente renegociar ese acuerdo. Eso no tiene presentación ante el derecho internacional ni es democrático”.

Foto: Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (Farc).

 

¿Cómo reciben estas noticias los excombatientes que trabajan por la paz desde el territorio?

Para Jacobo, quien hace parte del ETCR de Caño Indio, en Tibú, Norte de Santander (el ETCR del que hacía parte Dimar Torres): “Con el tema de lo de Wilson es una noticia desconcertante, incluso genera angustia, no llamemos desesperanza, pero sí angustia porque lo principal es el tema de la seguridad y de la vida. El miedo fundamental era a la indiferencia de las mayorías. Si nosotros no logramos como colombianos meterle mayorías a este proceso de paz, pues esas minorías de guerra se van a terminar imponiendo. Tenemos que ver cómo nos inventamos formas para llegarles a las mayorías las que pueden decidir qué es lo que va a pasar en el país en las próximas generaciones”.

Según el analista cercano al partido de las Farc, “la sistematicidad del asesinato de líderes no se da porque se reúnan cuatro personas en un cuarto a decidir a quién matan después, llega por el discurso de odio, el ambiente de ingobernabilidad producido por el gobierno. Entonces, terceros que creen en este discurso y se toman la justicia por cuenta propia”.

Jacobo, del ETCR en Tibú, asegura que a pesar de la zozobra, está la idea de un futuro conjunto como partido y una apuesta por un país diferente. “Uno piensa en las certezas y en las apuestas a futuro a las que le apostó el camarada Wilson. Y lo que siempre se ha hecho desde lo revolucionario es reencausar ese dolor hacia acciones más creativas”.

Y respecto de la decisión de la JEP, Jacobo dice que se trata de un pulso político. “Ni todo esta ganado ni todo está perdido: está en función de los sectores democráticos. Esto también obedece al trabajo de los equipos de abogados que logran que la justicia por fin se pronuncie. Abogamos porque la liberación sea inmediata”. Pero no sólo la suya, dice Jacobo, sino la de otros excombatientes que han sido encarcelados por medio de procesos irregulares.

Lozada apoya lo que dice su compañero de partido Jacobo, en el sentido de respaldar la JEP (y todas las instituciones que cobraron vida con los Acuerdos de paz). Lo mismo el analista cercano a las Farc: “la gran conclusión es que ese proyecto político, el uribismo, prefiere llevarse el país consigo antes que aceptar la política de paz y abandonar su política por una política de reconciliación”.