Casi tres meses después de que Darío Acevedo se posesionara como nuevo director del CNMH ya se conoce el rumbo que tomará la entidad en el futuro inmediato.
…entonces esa es la transformación más importante que se va a producir en la Dirección de Construcción de la Verdad.
—De la Memoria…—respondieron al unísono los presentes.
—Eh, perdón, otra vez me equivoqué: Construcción de la Memoria —respondió en su momento el actual director del Centro de Memoria Histórica, Darío Acevedo.
Acevedo hizo el pasado 29 de abril una reunión con el personal y contratistas del CNMH para dar cuenta de los procesos de empalme en los últimos dos meses –se posicionó como Director el 21 de febrero– y de los principales cambios que se vendrán en el Centro en los meses por venir.
Desde que Duque ganó las elecciones, se sabía que la Dirección del CNMH iba a quedar en manos de alguien más afín a la derecha uribista. En octubre sonó el nombre de Mario J. Pacheco. Pero rápidamente su aspiración se frenó por cuenta de las redes sociales donde los usuarios sacaron a colación artículos que el propio Pacheco había escrito en contra del Centro de Memoria.
Luego, en el mes de diciembre Vicente Torrijos, politólogo de la Universidad Rosario, empezó a sonar como fuerte candidato, Sin embargo, aparecieron críticas por los títulos académicos inexistentes del docente. Así que Duque tuvo que echar para atrás el nombramiento.
‘La tercera fue la vencida y en febrero, finalmente, se posicionó en el cargo el actual director, Darío Acevedo. Nombramiento que también generó inquietud en ciertos sectores sociales, sobre todo de algunas víctimas. Acevedo había sido, en sus columnas de El Espectador, un fuerte crítico del Proceso de paz con las Farc y de las líneas de trabajo de entidades como el propio CNMH.
En entrevista con El Colombiano, a comienzos de este año, dijo que “aunque la ley de víctimas dice que lo vivido fue un conflicto armado, eso no puede convertirse en una verdad oficial”. Aunque en sus declaraciones no negaba de tajo que hubiera existido un conflicto armado interno en el país, sí decía que era controversial asegurar que hubo un conflicto armado en Colombia.
En todo caso, Acevedo asumió el cargo y en sus primeras reuniones con el equipo dejó claro que había llegado a trabajar y que no iba a dejar que sus opiniones personales se atravesaran en su labor profesional.
Han pasado casi tres meses desde su nombramiento y ya podemos saber cuál será el rumbo que va a tomar el CNMH bajo esta nueva dirección.
Son al menos tres importantes cambios con respecto a las direcciones de Gonzalo Sánchez y de Luis Carlos Sánchez.
Estas son:
Colciencias queda a cargo de la línea investigativa de Construcción de la Memoria
Se podría decir que el corazón del CNMH es la Dirección de Construcción para la Memoria Histórica. Hasta la fecha ha publicado más de 50 informes y documentos en relación a diversos aspectos del conflicto armado. Informes sobre masacres, sobre secuestro, desplazamiento, sobre violencia sexual, sobre genocidios, sobre crímenes contra periodistas, tomas guerrilleras, etc.
Esta tarea, que hasta ahora la realizaban únicamente los investigadores del CNMH, se va a abrir para que Colciencias “impulse” estas investigaciones. “Nosotros no pensamos nombrar a un grupo de amigos o conocidos para que nos digan cuál es la verdad. Sino que vamos a aportar una suma considerable a Colciencias para financiar convocatorias de investigación interpretativa o compleja sobre el problema de la violencia política, del conflicto armado, de las consecuencias socio económicas de los efectos del conflicto sobre las víctimas”, le dijo a ¡Pacifista! el director Acevedo.
En la reunión del 29 de abril, Acevedo decía que esto “nos evita suspicacia de parte de la opinión pública”. Y agregó qué: “No voy a tener como un grupo de personas organizado por mí, será Colciencias y su aparataje”.
Según el Director, se trata de darle la oportunidad a un grupo de investigación que están en universidades regionales para democratizar la investigación. “Hay gente que se ha quemado las pestañas investigando en este país y no tienen la oportunidad de hacer mayor cosa. Porque carecen de financiación u oportunidad, que se las podría brindar Colciencias”, dice Acevedo
Para Álvaro Villarraga, quien fuera hasta hace unos meses el Director técnico de Acuerdos para la Verdad, “eso es un enunciado, un decir del nuevo director. Como CNMH tuvimos trabajo con Colciencias. En varios años, parte de nuestro presupuesto se invirtió en convocatorias con Colciencias. Y con ellos se hicieron convocatorias donde fue sobresaliente la participación de universidades regionales en la construcción de informes. De manera que ahí no hay ninguna novedad”, concluye Villarraga.
¿En qué va ese proceso?
“Estamos a punto de firmar el convenio con las cláusulas que estipulan de alguna manera un interacción nuestra con Colciencias”, dice Acevedo.
Acuerdos para la Verdad acabará más pronto de lo que se tenía previsto
La Dirección de Acuerdos para la Verdad hace parte –junto con las direcciones administrativa y financiera, la dirección para la construcción de memoria, la de archivo de los derechos humanos y la de Museo de la Memoria– de las cinco direcciones técnicas que conforman el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH).
Acuerdos para la Verdad nació a partir de la Ley 1424 de 2010 que buscaba cobijar jurídicamente a los integrantes de las AUC –de bajo perfil– que no habían sido tenidos en cuenta en la Ley de Justicia y paz. La ley 1424 tenía por objetivo darle beneficios, mediante una certificación, a los desmovilizados de las AUC que cumplieran con la contribución a la verdad y a la memoria histórica. A cambio, no se les impondrían medidas de aseguramiento y se suspenderían las órdenes de captura.
A partir de entonces, y una vez fue creado el CNMH –un año más tarde cuando se sancionó la Ley de víctimas– la Dirección de Acuerdos para la Verdad recogió cerca de 13.000 testimonios de exparamilitares. Y ha publicado informes sobre el paramilitarismo en el Tolima, sobre el Bloque Calima y sobre el paramilitarismo en Meta y Vichada.
Además, Acuerdos para la verdad es quizás la unidad que tiene más información con relación a la fuerza pública. “Hay información muy delicada”, dice una fuente que prefiere no ser citada.
El nuevo director general y la recién posicionada como directora de la Dirección de Acuerdos para la Verdad, Jenny Lopera, reciben en un estado avanzado los informes sobre paramilitarismo en Antioquia y en el Magdalena Medio (en edición). Y están en proceso de investigación los informes sobre el Bloque Centauros, el Bloque Mineros, el Bloque Norte, sobre el Bloque Central Bolívar, el Bloque Élmer Cárdenas y el Bloque Catatumbo.
Junto a estos informes pendientes, también están pendientes cerca de 5.000 certificaciones a desmovilizados de las AUC, que han contribuido con sus testimonios a la reconstrucción de la verdad sobre el fenómeno paramilitar.
¿Qué es lo que va a pasar con esta dirección?
Acevedo dijo en esa reunión que la Dirección de Acuerdos para la Verdad terminaría sus funciones a finales de este año, o a más tardar a comienzos del próximo. Pero esta Dirección estaba prevista que durara hasta 2021, es decir, tres años más y no uno. “Ya se había acordado el presupuesto con Ministerio de Hacienda en un documento Conpes”, dice Álvaro Villarraga, saliente Director de Acuerdos para la Verdad.
“En un año, con un trabajo riguroso, intenso, no se van a lograr hacer todos los informes correspondientes. No se van a lograr, con todo el rigor que se ha mantenido durante los seis años anteriores, la toma de relatos. Es posible, pero eso significa un renfoque y un sacrificio en los alcances y un cambio drástico en la metodología”, dice Villarraga. “Han planteado informes de otra característica, de tipo descriptivo y se renuncia a la línea de esclarecimiento del fenómeno paramilitar”.
Por su parte, Acevedo dice que “todo lo que ha empezado y esta en marcha se echa a caminar, se concluye”. Y ante la pregunta de si se va a mantener el enfoque y la metodología de tipo interpretativo que se venía haciendo con los informes, Acevedo responde que “si se van a seguir haciendo las cosas de la misma manera entonces no tiene sentido que yo esté aquí. Puede haber modificaciones, correcciones, ajustes. Si uno detecta el uso de juicios de valor –que es muy común en este tipo de trabajos–, sesgos, de afirmaciones temerarias, hay que tomar distancias con eso. Yo, por ejemplo, no promovería informes de esa naturaleza”, dice Acevedo.
“Es una línea distinta”, dice Villarraga. “Habrá insumos descriptivos, pero sin interpretaciones. Sin análisis en rigor. Sin llegar a hacer periodización y un recorrido de un verdadero estudio zona por zona. Quedaron avances del Bloque Bananero, Bloque Córdoba, Central Bolívar, Bloque Norte, Elmer Cárdenas y Centauros, pero hacerlos en un años es imposible”, dice Villarraga y finaliza diciendo que se opta por una línea ligera con prioridad de las voces de los paramilitares.
En relación a las certificaciones, Acevedo dice que se les informó que faltaban 5.000 certificaciones, “hicimos los cálculos de que podíamos terminar a mediados del año entrante. Parece que está más cerquita del final que nunca antes”.
Para Villarraga no es tan sencillo y el hecho de que se acorte a la tercera parte el tiempo de operación de la Dirección, pues “hay un atraso gravísimo. Si en años anteriores era duro cumplir la meta, con esto de ahora pues es muy grave”. Porque se pasaría de tener que emitir los 5.000 certificados en tres años a hacerlo en uno. Y eso puede provocar mucha flexibilidad a la hora de entregar dichos certificados.
Suspensión de los guiones museográficos
El tercer cambio tiene que ver con la suspensión de los guiones museográficos que al año pasado ya estaban definidos. El guion es la propuesta de montaje de una exposición y tiene por objetivo saber cuáles serán los temas destacados en el Museo, los conceptos que se quieren abordar, los relatos que se expondrán, la forma en que se organizarán los objetos en la exposición del futuro Museo de la Memoria, que entrará en funcionamiento en 2021. Allí se definen los posibles recorridos de las posibles exposiciones.
El año pasado hubo una prueba piloto, la exposición ‘Voces para transformar a Colombia’, que se presentó en la Feria del Libro de Bogotá. Esta exposición era algo así como el abrebocas de lo que iba –lo que va– a ser el Museo de la Memoria. En su momento esa exposición tenía tres ejes fundamentales: el agua, la tierra y el cuerpo. Servía como exposición preliminar de lo que se vendría después.
En la reunión del 29 de abril y frente a los trabajadores y contratistas, Acevedo dijo: “se han suspendido unas actividades que consideramos costosas, se van a replantear y a estudiar: los guiones museológicos, por ejemplo”.
Para Villarraga, el tema de la suspensión de los guiones museológicos es una ruptura formal y expresa frente a lo que se venía haciendo. “Todo el tema de guion de museos se va a transformar. Había una exposición montada sobre el guion de museos y se suspendió. A pesar de que hubo tres años de consulta social y encuentros internos para discutir el guion. Es, además, el primer año que no está el CNMH en la feria del libro. Está suspendida la divulgación”.
Para Acevedo la razón de esto es elemental: “serán insumo, serán tenidos en cuenta, pero están suspendidos porque todavía estamos sin concluir funciones. Falta por investigar la memoria de grupos militares, grupos que han sido víctimas de las guerrillas. Por ejemplo, la Masacre de la Chinita, de Machuca. Familias exterminadas por la guerrilla. Pueblos arrasados por la guerrilla, militares que están amputados o desaparecidos. O que fueron matados fuera de combate”, dice Acevedo. “Estaba prematura y eso no puede estar definido todavía”.
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Espere pronto en ¡Pacifista! la entrevista completa con el Director General del CNMH, Darío Acevedo.