Parques Cómo Vamos es un colectivo de 10 organizaciones ambientalistas.
Los Parques Nacionales Naturales son considerados como uno de los grandes triunfos del ambientalismo en Colombia. Desde la creación del primer Parque en 1964, todos los Gobiernos han hecho esfuerzos —algunos más que otros— para protegerlos, ya sea delimitándolos, preservando los ecosistemas o aumentando el presupuesto para sostenerlos. Sin embargo, el esfuerzo del Estado se ha quedado corto y lo cierto es que el deterioro ha aumentado en los últimos años.
Después de la firma del Acuerdo de Paz con las Farc, los cultivos de coca, la usurpación de tierras, la expansión agropecuaria y la minería ilegal comenzaron a deteriorar estos sistemas de manera irreversible. Los parques se han convertido en el último año en espacios idóneos para actividades ilegales como el tráfico de armas, refugios criminales e incluso han funcionado como corredores de grupos al margen de la Ley. Nada diferente a lo que ocurría durante los años de conflicto en zonas como Putumayo, Caquetá, Meta, Guaviare y el litoral Pacífico.
Teniendo en cuenta esta situación, Manuel Rodríguez, profesor de la Universidad de los Andes y defensor del medio ambiente, se puso en la tarea de recolectar información sobre los parques —tema en el que el Gobierno se ha quedado corto por la inmensidad de los mismos— y buscar estrategias para protegerlos.
Rodríguez y el empresario Alejandro Santo Domingo se dieron cuenta de que existían recursos estatales para delimitar los Parques Nacionales, pero no para defenderlos. “Entendimos que las organizaciones tenían que unirse para crear una plataforma. Entre la Fundación Santo Domingo y la Facultad de Administración de la Universidad de los Andes empezamos a ilustrar la idea a la que luego se unieron otras nueve organizaciones”, explicó Rodríguez.
Así nació la plataforma de Parques Cómo Vamos, que se encargará de hacerle veeduría a lo que el Gobierno estipule con estos parques, pero también a “echarles una mano cuando se necesite”, nos contó la directora de la plataforma, Carolina Urrutia.
“Necesitábamos organizaciones que hicieran estudios, otras que propusieran políticas públicas y otras que se dedicaran a defender el territorio. Se debía dar un aporte, bien fuera en dinero o en especie”, explicó Rodríguez acerca de las organizaciones participantes. Este conglomerado lo conforman la Universidad de los Andes, la Universidad Javeriana, la Fundación Alisos, Dejusticia, la Fundación Natura, la Fundación Corona, la Fundación Santodomingo, Semana Sostenible, WCS y WWF Colombia.
El modelo de Parques Cómo Vamos surgió del modelo ‘cómo vamos’, que es una herramienta para hacer veeduría en las administraciones locales. La plataforma quiere hacer evaluaciones anuales objetivas, que se basen en los estudios que el conglomerado realizará, así como recibiendo las apreciaciones de la opinión pública. En un año, Parques Cómo Vamos tendrá “una batería de indicadores que serán útiles para mejorar la administración de los parques”, explicó la directora del proyecto.
En cuanto a la sociedad civil, Urrutia cree que no hemos podido conectarnos con los 59 parques que tiene el país: “Los sentimos como algo lejano que no nos pertenece”, explica. Algunas personas creen que se necesitan permisos para entrar, mientras que otras entran pero no los saben cuidar. Estamos tan alejados de estas zonas que cuando surge una crisis en esos territorios (incendio forestal, quema de cultivos o incluso desaparición de una especie), la noticia ronda los medios por una o dos semanas y luego desaparece; nadie se entera del desenlace del problema.
Pero, ¿por qué un privado se tiene que meter a defender un Parque Nacional?
“No estoy de acuerdo con esta premisa”, dijo Carolina Urrutia, “al gobierno hay que hacerle veeduría crítica, es nuestra responsabilidad. Los parques están bajo amenaza, nos les está yendo muy bien y nosotros podemos ser un apoyo”. Además, dice, hay santuarios que no tienen suficientes guardaparques. Por ejemplo, en un parque del tamaño de un país europeo, hay entre cinco y siete funcionarios. Y eso sucede, señala Urrutia, porque el presupuesto estatal no es suficiente.
Mientras que para Urrutia es necesario hacer veeduría crítica, para la directora de WWF, Mary Lou Higgins, llamar veeduría al proceso de la plataforma es incorrecto ya que esto “tiene implicaciones más formales”. Para Higgins, “todo ser humano tiene responsabilidad ante el medio ambiente y específicamente los parques, no únicamente el Gobierno. El medio ambiente es de todos”. La directora cuenta que todos los sectores del país tiene un papel y un rol para asegurar el futuro medio ambiental. Por lo tanto, cree necesaria la apropiación y la toma de consciencia en toda la sociedad civil.
Igualmente, Manuel Rodríguez, señala que es correcto que agentes externos al Estado propongan “políticas públicas a partir de estudios”. Reconoce que la actividad del Estado ha sido importante en los parques, pero admite que “tantos las ONGs como la sociedad civil deben aportar a este tema, pues es socioambiental”.
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“Es una manera de recolectar información y de tener ojos encima de manera más continua”, nos contó Diana Rodríguez directora del área de justicia ambiental de Dejusticia. Sin embargo, aclara que el colectivo no quiere volverse “una procuraduría”, ya que también van a “hacer investigación y propuestas de políticas públicas”. Al final, Parques Cómo Vamos quiere ser una voz “informada, diversa y plural que opine, construya y contribuya al debate medioambiental”.
Dejusticia brindará al colectivo “una perspectiva diferente”, explicó Diana. El centro de estudios jurídicos de esta organización decidió hacer parte de la plataforma para dar una mano en todos los temas legislativos. El desafío de esta plataforma es grande, pues se trata entender que la gobernanza de los parques no se puede quedar a nivel estatal. Vale la pena señalar, además, que más de la mitad de los parques son de la comunidad afrocolombiana y de indígenas”.
¿Qué pasará en la era Duque?
Estos espacios medioambientales existen para regular fuentes de agua, mantener el carbono en los bosques y el suelo para mitigar el cambio climático. Los parques siempre se han caracterizado por tener apoyo gubernamental. Por ejemplo, durante el gobierno de Alfonso López, en un solo Conpes, 16 áreas fueron designadas como protegidas.
La directora de WWF aclara que el gobierno Santos tuvo “un gran compromiso con la ampliación de áreas, al igual que el trabajo en las áreas de los alrededores”, lo cual generó un reconocimiento a nivel nacional e internacional. Otro gran avance que dejó el expresidente Santos fue un mecanismo de financiamiento más estable que permite contar con un fondo económico a largo plazo. Sin embargo, Mary Lou aclara que “los recursos disponibles no son adecuados, la WWF quiere apoyar las propuestas del gobierno y mejorar los mecanismos financieros”.
¿Qué hará el gobierno de Iván Duque con los parques? Todavía no sabemos muy bien. Su ministro de ambiente, Ricardo Lozano, dijo que una entrevista en El Tiempo que el déficit en el presupuesto afectará directamente a entidades como Parque Nacionales Naturales, Ideam, ANLA, entre otras. Además, reconoció que dentro de los entes adscritos al Ministerio, “no se hace investigación planificada y estratégica para el diseño de políticas ambientales eficientes y aplicables en el territorio”.
Al final, resulta claro que es necesaria una apropiación por parte de la ciudadanía y de agentes externos de los 59 Parques Naturales en Colombia. Si bien hay algunos Parques bastante reconocidos como en de Tayrona, existen muchos otros que no son reconocidos por los ciudadanos y son igual de asequibles: desde la Isla de La Corota —el Parque Natural más pequeño del país, de tan solo 16 km cuadrados—, hasta la Sierra de Chiribiquete —el Parque más grande con casi 30 mil km cuadrados —.