La causa detrás de 'Sumercé', el nuevo documental sobre la lucha ambiental campesina | ¡PACIFISTA!
La causa detrás de ‘Sumercé’, el nuevo documental sobre la lucha ambiental campesina Imagen: Staff documental Sumercé
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La causa detrás de ‘Sumercé’, el nuevo documental sobre la lucha ambiental campesina

José Puentes - junio 11, 2020

Hablamos con Victoria Solano, su directora, sobre la protección de los complejos de páramos en Colombia, la minería en estos ecosistema y la lucha campesina.

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A principios de 2020 y mucho antes de decretarse la emergencia por el Covid-19, el movimiento ambiental en Colombia estaba discutiendo sobre la nueva delimitación del páramo de Santurbán, en Santander. Según una nota del periódico Vanguardia Liberal, el Ministerio de Ambiente propuso ampliar el área de ese ecosistema, que surte de agua a los bumangueses y santandereanos, a 138.699 hectáreas, unas 3.400 más de las que tiene en la actualidad. Sin embargo, los defensores del páramo aseguran que esa propuesta no garantiza la conectividad del páramo ni que se aleje la megaminería.

Para marzo de este año se tenía programada una gran marcha por la defensa de ese páramo, pero por la pandemia fue cancelada. Justo en ese momento se iba a estrenar el documental ‘Sumercé’, dirigido por Victoria Solano. Se trata de la historia de dos líderes campesinos que buscan proteger el páramo de Guerrero, entre Cundinamarca y Boyacá. Allí viven desde hace décadas, tienen sus fincas, siembran y cuidan el medioambiente. Pero sus tierras fueron declaradas como parte de una reserva natural sin que se los comunicaran, lo que ha generado una crisis social y económica porque los campesinos de esa zona ya no pueden cultivar lo poco que comercializan. En esta historia también aparece César Pachón, otro líder campesino y hoy representante a la cámara por Boyacá.

Este jueves 11 de junio es el estreno del documental. Se puede ver por la plataforma Mowies. PACIFISTA! charló con Solano sobre el documental, la protección de los complejos de páramos en Colombia —son 36 en total—, la minería en estos ecosistema y la lucha campesina.

 

Foto Victoria Solano
Victoria Solano, directora del documental. Foto: Staff Sumercé

 

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El documental empieza con imágenes del (tal) Paro Agrario Nacional de 2013. El próximo agosto se cumplen siete años de ese capítulo de la lucha campesina en Colombia. ¿Qué ha pasado con los acuerdos?

Pues mira, después del Paro Nacional Agrario se instalaron unas mesas de negociación más pequeñas donde se discutían temas más específicos: semillas, tierras, insumos… En principio se hicieron en Tunja, luego en Bogotá y después no se hicieron más. La mayoría de los acuerdos no se cumplieron. No sé si recuerdas, pero en 2014 hubo un segundo paro agrario con el que se dio a conocer el incumplieron de los acuerdos. Por ejemplo, evitar la entrada de comida pirata al país (que sigue pasando) o crear una política pública que les permita a los campesinos acceder más fácil a vivienda o insumos.

De hecho, uno de los temas que aún preocupa, y más en esta emergencia por el Covid-19, son los insumos: todos son importados y están sujetos al precio del dólar, que por la pandemia subió. Los campesinos están encontrando insumos muy caros.

 

Y en cuanto a la protección de los páramos, ¿se ha cumplido en algo?

Desde el Paro Nacional Agrario de 2013 se levantó una zozobra tremenda entre los campesinos por cómo se iban a proteger los páramos, porque una sentencia de la Corte Constitucional habla de proteger estos ecosistemas de la minería, la agricultura y la ganadería. Ahí surge algo fundamental y es poner en el mismo lugar a la minería y a los campesinos que tienen cultivos en los páramos. Cuando tú pones a competir a un campesino con una multinacional minera lo sitúas en un lugar muy desigual.


¿Cómo así?

Me explico: si declaras una reserva ambiental y das unos tiempos para que quienes están dentro de esa zona demuestren su derecho sobre la tierra y sus procesos, las grandes multinacionales mineras tendrán ventaja porque tienen los medios para conocer e informarse de las leyes que tratan ese tema. Un campesino, en cambio, no. Esas empresas cuentan con modos para hacer lobby. No tanto para pedir licencias, porque antes de la sentencia hubo una avalancha o pico de licencias ambientales en los páramos. Las multinacionales demandan por los derechos adquiridos en las licencias.

Los campesinos, al no contar con abogados, lobby, recursos económicos ni acceso a la información, tienen la desventaja en esa disputa. Esto permite que las mineras sigan adelanta, que incluso puedan aumentar sus licencias hasta por 30 años. En la zona donde grabamos ‘Sumercé’ (páramo de Guerrero, entre Boyacá y Cundinamarca), como lo muestra el documental, los campesinos están siendo multados y perseguidos, porque es imposible que un campesino ejecute todas las acciones judiciales que sí hacen las multinacionales. Los campesinos y los líderes campesinos con los que yo hablé para el documental se enteran que están en zona de reserva ambiental cuando van a pedir un préstamo al banco. Les dicen que no les pueden dar el préstamo porque en sus tierras está prohibido sembrar porque hacen parte de una zona de reserva.

Retomando lo del Paro Nacional Agrario, se dieron unos subsidios a los campesinos, pero ninguno llegó para la gente del páramo. Hoy los paramunos no puede acceder a subsidios porque no son productores. No pueden sembrar en sus tierras. Les negaron un montón de derechos.

 

Decirles a los campesinos que ya no pueden trabajar en sus tierras porque fueron declaradas páramo o reserva natural sin que les avise antes parece una estrategia para desplazarlos, ¿no cree?

Es tremendo lo que está pasando en ese sentido. Yo te hablo específicamente del páramo. Por ejemplo, ese es el gran drama que se está viviendo en el páramo de Santurbán (Santander). Hay una minera enorme, Minesa, que quiere entrar como sea al páramo, que quiere como sea extraer el oro. Hay unos campesinos que quieren cuidar ese ecosistema, que surte de agua a todos los bumangueses. Entonces, hay una puja muy fuerte, pero como te digo: las multinacionales comienzan a atacar con armas como el lobby y las acciones legales.

Ahora, uno ve las delimitaciones, que es la herramienta que usa el Gobierno para decir qué es páramo y qué no lo es, y encuentra cosas que llaman muchísimo la atención. Por ejemplo, fincas que son de estrato alto y que están a la misma altura del páramo, pero no entran en la delimitación; o ciertos productores. Además, el Gobierno ha reconocido en muchísimos espacios —por ejemplo, el año pasado en una intervención en la Corte Constitucional con el Ministerio de Ambiente y las corporaciones autónomas regionales— que no tiene el dinero para comprar de manera digna la tierra de los campesinos que están en los páramos. Tampoco hay un plan claro de reconversión.

Es muy difícil proteger los páramos en esas condiciones. Hay un drama social fuerte y eso lo que hace es desproteger estos ecosistema. ¿Por qué? Si lo único que tienes en la vida es una tierra y llega cualquier gran productor o una minera y te ofrece más plata de la que vas a obtener por lo que siembras, pues vas a vender esa tierra. El pedazo de tierra que tienes en el páramo va a pasar a manos de personas que no saben cuidarlo. Es gente que solo quiere hacer minería o producir a gran escala. Ahora, todo lo que te cuento es imposible de rastrear para el Gobierno porque son 36 complejos de páramos extensos y muy distintos que existen en Colombia.

 

Eduardo Sumercé
Eduardo, uno de los protagonistas de Sumercé. Foto: Staff del documental.

 

¿Cómo se han organizando los campesinos para defender los páramos?

Los campesinos hace mucho están organizados, no es de ahora. Ellos tienen unas organizaciones de muchos años que no solo han defendido los páramos sino también el derecho a la tierra. Específicamente las personas de los páramos se organizan en mesas regionales, porque la misma naturaleza de los terrenos les ha impedido hacer una reunión con todos los representantes de los 36 complejos de páramos. Entonces, ellos empiezan a agruparse por pueblos y luego por regiones. Yo creo que el siguiente paso que van a dar es reunirse entre esas regiones, más a nivel país. ¿Qué pasa? Movilizarse dentro del país no es tan barato. También creo que el mismo Gobierno puede facilitar las condiciones para que esas organizaciones se encuentren y puedan contar las características de cada territorio. Si algo tienen los páramos es que son diversos.

 

Antes de la emergencia por el Covid-19 se estaba debatiendo sobre la nueva delimitación de Santurbán. Incluso se planeó hacer una gran marcha en contra de las licencias ambientales en ese ecosistema. ¿Cómo afectó la pandemia esa lucha?

De hecho, el día de la marcha por Santurbán era el día del lanzamiento del documental en salas de cine de Colombia. Claramente por el Covid-19 todo se canceló. Pero hay algo que se dice en el movimiento ambientalista, al que yo he consultado muchísimo, y dentro del movimiento campesino: todas las acciones jurídicas que se tomen sobre Santurbán serán los antecedentes para las decisiones en otros páramos del país. ¿Por qué? Si en Santurbán el Gobierno prioriza el derecho de los campesinos de quedarse en la tierra, da las condiciones para que permanezcan en los páramos, protege el agua que allí se produce naturalmente y otorga oportunidades y acompañamiento a procesos de reconversión, eso mismo puede ocurrir en otros páramos por un principio de igualdad. Es decir, no puedes proteger a unos páramos, y de paso a sus habitantes, pero desproteger a otros. Ahora, si en Santurbán se prioriza el derecho a la minería, eso beneficiará a los mineros en general por el mismo principio de igualdad: no puedes dejar a unos mineros en cierta zona y a otros sacarlos. Por eso Santurbán es muy importante. Porque  marca el camino y las disputas en otros páramos. Será el antecedente jurídico.

Como te decía, ‘Sumercé’ tenía un estreno clásico en cines. Empieza la pandemia y dejamos de un lado ese asunto. Pero aparecen algunas cosas que nos alertan. Se abre la posibilidad de hacer una audiencia pública y de manera virtual para que la delimitación de Santurbán siga adelante. Muchos de los campesinos que viven en el páramo no tienen acceso a internet (nota de PACIFISTA!: el Ministerio de Ambiente dijo el primero de junio que la audiencia ya no se haría virtual sino presencial). Por otro lado, hubo todo un lobby de los mineros que pedían seguir adelante con la socialización que debe hacerse con los campesinos. Todo esto en el marco del Covid-19. Yo pregunto: ¿por qué en esta época? Se supone que el Gobierno y las administraciones locales está en emergencia y las decisiones que se deben tomar son para atenderla. Hoy los páramos no tienen relevancia en medio de la pandemia. ¿Por qué no dejar estas socializaciones y audiencias cuando las condiciones ya estén dadas?

 

Claro…

Con esto nos damos cuenta de que los mineros y la minería no están en cuarentena. Entonces, no hay razones para guardar un documental que puede aportar a un debate que se sigue dando: ¿qué vamos a hacer con los páramos? Y no solo es un tema que le compete a los paramunos sino a todo el país, porque el 80 por ciento del agua que tomamos viene de los páramos. Cualquier decisión que se tome sobre los páramos nos toca a todos los colombianos. La alerta que hay sobre los páramos en medio del Covid-19 es lo que nos lleva a estrenar el documental en línea. Es una apuesta para que la gente tenga elementos para un debate que nos toca a todos.

 

Rosa Sumercé
Rosa también protagoniza el documental. Foto: Staff Sumercé.

 

¿Cómo ve el papel que están jugando las autoridades ambientales en la protección de los páramos? En el documental se ve a estas instituciones multando a los campesinos por tener sus fincas dentro de un páramo.

Hay que decir que las corporaciones autónomas regionales son el último eslabón de la cadena, son los que instrumentalizan la ley en territorio. Le he escuchado a estas corporaciones en varias intervenciones que no tienen ni el dinero ni el poder para adquirir las tierras en los páramos. Es que imagínate: campesinos que llevan unos 100 años dentro de los páramos y llega una corporación a decirles que no puede estar allí. Es algo difícil de ejecutar porque contiene un problema social grande. Los campesinos tienen desconfianza de un Estado ausente.

Además, hay que sumarle que las corporaciones autónomas regionales no tienen buena imagen en todos los territorios. Hay antecedentes de que han sembrado especies de árboles, como el pino, que no propios de los páramos. También tienen malas prácticas que mostramos en el documental, como tomar fotos a las fincas sin identificarse y pedir permiso. Existe una relación bastante compleja entre paramunos y corporaciones.

 

¿Qué ha pasado en el páramo de Guerrero, donde transcurre la historia del documental?

El documental se empezó a grabar en 2016, luego hice otra visita a Guerrero en 2018. ¿Qué te digo? Sigue la misma incertidumbre sobre el futuro de los campesinos dentro del páramo. Ahora están paradas las cosas, pero antes de la emergencia por el Covid-19 hubo oleadas donde las autoridades ambientales estaban más estrictas con la norma. Los paramunos tienen problemas económicos porque no pueden acceder a préstamos o subsidios. Algunos decidieron arredrar las tierras, lo que es perjudicial para el páramo.

Los campesinos de Guerrero también están ansiosos porque en junio la Corte Constitucional se tienen que pronunciar sobre las actividades agrícolas que se pueden desarrollar dentro del páramo. Pero hasta el momento no se saben cuáles son esas actividades. El nivel de zozobra es alto en el páramo porque no saben qué hacer.

Para sacar a una persona de un páramo no es necesaria una ley o amenazas. Cuando no se puede producir el alimento, lo que te ha dado siempre un sustento, te conviertes en un desplazado económico. El Gobierno ha dicho que no es su intención desplazar a los paramunos, que son importantes, pero el trasfondo de sus acciones lo permite. A las personas de los páramos le toca buscar otras opciones, pero son ellos los que cuidan nuestra agua.

 

Sumerce Páramo de Guerrero
Páramo de Guerrero. Foto: Staff Sumercé.

 

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‘Sumercé’ está disponible desde hoy, 11 de junio, en la plataforma Mowies.

 

A José lo pueden encontrar acá.