Si un territorio no los cumple, ni siquiera se podrían hacer investigaciones exploratorias.
Por: Santiago Antonio de Narváez y Juan Pablo Sepúlveda
Aún hay que esperar.
Esa fue la sensación que quedó luego de que el pasado 14 de febrero la llamada “Comisión de expertos” expusiera en el auditorio Virgilio Barco sus conclusiones respecto del uso del fracking en Colombia.
Aunque todavía no se publica el informe final –posiblemente esto tendrá lugar la próxima semana– las recomendaciones preliminares para el gobierno de Duque son el cumplimiento de unos requisitos antes de que se avance en proyectos piloto de exploración.
El propio Duque convocó a finales del año pasado a una comisión integrada por 13 expertos de distintas disciplinas (geología, sector petrolero, hidrología, sismología, salud, medio ambiente) para que hiciera los estudios y las respectivas recomendaciones y poder tener así un panorama claro frente a la técnica de fracturamiento hidráulico en el país. La selección de esta Comisión levantó, sin embargo, cierta sospecha pues varios de sus integrantes provenían del sector minero-energético. A saber: Armando Zamora fue entre 2003 y 2012 integrante de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH).
Natalia Salazar fue miembro de la junta directiva de la ANH entre 2009 y 2010. Y Carlos Alberto Vargas viene de renunciar a la vicepresidencia de transformación de Ecopetrol. Sesgada o no, la Comisión presentó las conclusiones entre las que se encuentran los requisitos. Los Proyectos Piloto de Investigación (PPI) son el paso previo para que se pueda pensar en una exploración y explotación comercial. Estos son los cinco requisitos que se deben cumplir para que haya fracking en Colombia en los próximos años.
1. Se tiene que cumplir la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública: los colombianos podremos ver en cualquier momento todo lo que sucede en nuestro país alrededor del fracking
Este punto busca que toda la información disponible sobre fracking sea de acceso público y para identificar carencias de información sobre ecosistemas en el tema de hidrología y la sismicidad.
Uno de los hallazgos de la Comisión fue el altísimo desconocimiento en cuanto al subsuelo acuífero en las regiones donde se esperan realizar proyectos pilotos de fracking.
Previo a pensar en cualquier etapa de exploración hay que tener información completa y veraz sobre el estado actual de los suelos y subsuelos. De lo contrario –y esto puede tardar meses e incluso años–, no se podrá hacer fracking en los territorios amenazados, inexplorados o no estudiados.
2. Se tiene que identificar si tendríamos la capacidad institucional y el personal capacitado para llevar a cabo proyectos de fracking: no hay en Colombia suficientes conocimientos técnicos ni prácticos para emprender estos proyectos
El segundo punto tiene que ver que se tendrá que identificar la capacidad institucional que pueda tener el gobierno (incluso antes que la capacidad de cualquier empresa) para manejar proyectos de fracking. Para evaluar si somos capaces de llevar a cabo proyectos , se deberá evaluar el personal dentro del gobierno para que pueda supervisar las actividades de exploración y asegurarse de ese “mínimo daño ambiental posible” así como de la hipotética rentabilidad económica del fracking en Colombia. Esto aún no se ha estudiado.
3. Se tienen que seleccionar, usar y supervisar tecnologías de mínimo impacto para los proyectos piloto: no contamos con la tecnología suficiente para mitigar los efectos del fracking.
También, en consonancia con el primer punto, también habrá una norma que exige que se identifique y divulgue cuál sería y cómo funcionaría la Tecnología de Mínimo Impacto que se usaría en los proyectos (aún piloto) de fracking. El objetivo de esto es tener claro cuál sería el impacto en salud para las comunidades (ver punto 4).
4. Se tiene que acordar con las comunidades: se deberán evaluar primero los riesgos y los mismos habitantes de zonas de fracking deberán ser veedores de todos los procesos
Aquí cada proyecto de fracking que se quiera hacer en nuestro país, para siquiera llegarse a concebir, necesita la luz verde de las comunidades donde se planea realizar la exploración y explotación. Experiencias pasadas en distintos países donde ya se hace fracking, como Estados Unidos o Canadá, dan muestra de que esta actividad puede representar un riesgo tanto para los pobladores de lugares cercanos a las obras como a los ecosistemas que las rodean.
Colombia es el segundo país con mayor biodiversidad del mundo, y el 26 por ciento de sus habitantes viven el campo. Los animales, las plantas y unos 13 millones de colombianos podrían estar en riesgo.
De acuerdo con investigaciones médicas y científicas realizadas en Estados Unidos, el fracking –al ser una perforación al subsuelo distinta a las que se hacen con otros fines–, “tiene riesgos añadidos (…) explosión, escapes de gas, escapes de ácido sulfhídrico (muy tóxico en bajas concentraciones) y derrumbes de la formación de tubería”.
5. Se tiene que construir un plan de línea de base social y medioambiental: un documento que contemple el fracking en Colombia visto desde las perspectivas de la salud, economía, uso de recursos naturales y ecosistemas de tierra y agua
Este último punto recoge un poco de los anteriores y busca crear una hoja de ruta en el hipotético caso de que se llegue a aprobar un proyecto de fracking. Para que este pueda realizarse tendrán que hacerse estudios de fondo sobre los compromisos que el país tendría que hacer para poder meterse en estos proyectos.
Esto va desde qué tanto podría aguantar el subsuelo con las perforaciones hidráulicas hasta de qué calidad serían los hidrocarburos que se extraigan, y si estos sí tendrían rentabilidad en el mercado internacional o si los usaríamos para nuestro consumo doméstico.
A esto se le tiene que añadir, por supuesto, una serie de estudios que logren determinar el impacto que tendrán los probables proyectos de fracking en nuestra flora y fauna. Esta actividad, además, puede generar contaminación tanto del aire como del agua como auditiva, y los espacios donde se podría realizar tendrían que estar en lugares donde no existan fallas telúricas u otros accidentes geográficos que pudieran ocasionar sismos.
Fracking significa literalmente ‘fracturando’. Recordemos que esta actividad consiste en meterle agujas y cilindros descomunales a nuestras piedras y mover lo que haya abajo para hacer subir gas.
Aunque la Comisión espera presentar el Informe el próximo jueves, acá está la presentación expuesta el día de ayer.