Hicimos un análisis sobre las versiones que expusieron las dos partes.
El presidente Iván Duque estuvo este martes en Caldono (Cauca) para entablar los diálogos con la Minga Indígena, pero, después de mucha expectativa, al final, las dos partes no pudieron encontrarse: cerca de 200 metros separaron el encuentro.
Fueron 200 metros.
La Minga quería que el Presidente fuera al parque principal del municipio, el Parque Simón Bolívar, donde lo esperaban 12.000 indígenas al aire libre para sostener la conversación. No obstante, argumentando razones de seguridad, el gobierno quería que el encuentro se diera en la Casa Lúdica, donde podían tener cabida entre 120 y 200 representantes indígenas. Ya sabemos qué fue lo que pasó.
Representantes de la Minga explicaron que no aceptaron la propuesta del Presidente porque habían acordado con la ministra del Interior, Nancy Patricia Gutierrez, un debate político, no la vocería de representantes, es decir, no querían que fuera solo una parte de la Minga: “La Minga no es de representantes, es una fuerza colectiva, una comunidad. Para eso hubiéramos viajado a Bogotá”, aseguró Silsa Arias, de la Organización Nacional Indígena (Onic).
El Presidente ofreció públicamente su versión: “Lamento profundamente que no se haya valorado el gesto del Estado y que se haya rechazado la posibilidad de tener este encuentro, lamento que no se valore la presencia de todas las instituciones y organismos internacionales”.
En Caldono, para el encuentro, habían asistido el Procurador General de la Nación, el Defensor del Pueblo, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, el Representante de la MAPP, OEA y distintos agentes del gobierno.
Las palabras de Iván Duque generaron la reacción de la Minga. “Por razones injustificadas no asistió, no dio la cara a la Minga. No, no son ciertas las acusaciones de un supuesto plan para hacerle daño. Si tenían ese miedo, ¿por qué no le dijeron a la Guardia Indígena? Ella estaba en la capacidad de asumir la seguridad y logística”, aseguró Albeiro Bisus del Consejo Regional indígena del Cauca (Cric).
#9deAbril día histórico para las víctimas del país, momento propicio para que @IvanDuque dialogara con las comunidades y organizaciones sociales del suroccidente, sin embargo el encuentro no se pudo dar.
Se instala el evento en ausencia del Presidente.#UnidosPorLasVíctimas pic.twitter.com/H272uluLQx
— Feliciano Valencia (@FelicianoValen) 9 de abril de 2019
A pesar del cruce de declaraciones y de que no se diera el encuentro, Iván Duque anunció que los acuerdos logrados con el gobierno siguen vigentes. El 6 de abril, luego de un diálogo entre la Minga y la Ministra del Interior, Nancy Patricia Gutiérrez, se acordó un monto total de de 823.148 millones de pesos destinados a las comunidades indígenas de Cauca, Huila y Caldas.
¿Fue inflexible La Minga?
No deja de llamar la atención que después de 27 días de protesta y de que los indígenas pidieran insistentemente la asistencia del Presidente en el Cauca, al final la posibilidad del encuentro se echara a perder por inflexibilidades logísticas de las dos partes.
Para el Antropólogo y doctor en Sociología, Fabian Sanabria, la decisión de la Minga no fue un acto de incumplimiento: “Están en todo su derecho en no asistir al lugar que dijo el Presidente, ellos ya habían llegado a unos acuerdos con el gobierno que debían ser respetados”.
Sanabria también agregó que se trató de “una forma de poner en su lugar al presidente Duque, que durante todo este tiempo se le hizo un llamado a entablar un diálogo pero no quiso. Además, esto se suma a la denuncia del fiscal, Néstor Humberto Martínez, sobre un supuesto plan de infiltrados en la Minga para atentar contra Duque. Sin duda, esta fue una afirmación temeraria frente a las comunidades indígenas, sobre todo porque no mostró ninguna prueba. El diálogo hay que comentarlo, hay que renovarlo. Pedir que el presidente fuera a su lugar era una manera de exigir respeto y de demostrar que esas acusaciones eran falsas”.
“La fiscalía tiene evidencias electrónicas e igualmente los testimonios que son confiables para la fiscalía. La modalidad sería con armamento de alta precisión para desarrollar un acto terrorista” afirmo el Fiscal Nestor Humberto Martínez. Motivo por el cual, el Gobierno tomó la decisión de no estar en un espacio abierto, es decir, donde se encontraba reunida la Minga, en la Plaza Central de Caldono, en el Parque Simón Bolívar.
El filósofo y analista Gilberto Tobón, por el contrario, dice que la Minga se equivocó al tomar esta decisión “Así sea verdad o mentira lo que haya dicho el Fiscal, ningún mandatario aceptaría hablar en una plaza pública, eso no sería un diálogo”.
Según Tobón, lo que espera la Minga es participar en la marcha del 25 de abril: “Yo no vi la intención de dialogar, yo veo patrañas de lado y lado, y la decisión de volver a bloquear la vía Panamericana va a ser demasiado grave y alterará aún más el orden público (…) lo que también pasa es que a los indígenas les han incumplido en todos los gobiernos. Por ejemplo, con Santos pasaba que firmaba todo pero no terminaba cumpliendo, era un mentiroso, y le dejó a este gobierno gran cantidad de problemas. Por eso los indígenas ya no creen (…) La verdad un futuro diálogo lo veo lejano y más si la Minga insiste en dialogar en una plaza pública”.
Ariel Ávila politólogo y subdirector de la fundación Paz y Reconciliación, explica que no se trata de ningún choque de culturas, pero que existe una incomprensión por parte del gobierno en como funcionan los pueblos indígenas: “desafortunadamente el Presidente tuvo una muy mala estrategia de negociación, el Presidente no tiene una estrategia de dialogo social, y terminaron envueltos en una cosa que llaman ‘puntos de honor'”.
Son diferentes dudas las que genera este fallido encuentro. Según un informe presentado por la revista Semana, había información de inteligencia que aseguraba que, en efecto, esta reunión no tendría lugar: “Hace casi dos semanas las agencias de inteligencia sabían que los indígenas buscarían poner en una encrucijada al presidente”.
Los indígenas sólo le iban a presentar a Duque un lugar que por condiciones de seguridad era inviable. “Lo cual será aprovechado por los indígenas para demostrar que el Gobierno no tiene voluntad”, dice el informe publicado por Semana.
Quedan varios interrogantes: el primero es si el Presidente sabía de este informe, si el Presidente conocía con anterioridad este informe, entonces, ¿por qué aceptó ir, si sabía que este percance no le favorecería?
Le preguntamos a Ávila, si hubo objetivos políticos que influyeron para que el dialogo no se diera, a lo que nos respondió que se mezclaron muchas cosas: objetivos políticos, problemas de logística, comunicación y errores de las dos partes: “aquí hay muchas intensiones. El presidente no se podía mostrar débil, necesitaba mostrar condiciones, hay una amenaza de seguridad, y mas allá de que sea una cortina de humo, hay que creerle a las instituciones. Por otro lado la Minga creía que ya había cedido en una tema y había reunido a miles de indígenas. No iban a ceder en su territorio, necesitaban mostrar autoridad con su Guardia Indígena”.
Al momento no se ha concretado una futura reunión entre las dos partes del acuerdo, sin embargo, la Minga ya anunció que las movilizaciones se retomarán.