Hace 10 días miles de indígenas, campesinos, afros e integrantes de organizaciones sociales protestan en varias regiones del país. Le explicamos por qué.
- La región del Catatumbo en Norte de Santander ha sido uno de los principales puntos de concentración. Foto Santiago Mesa
Tres muertos y cientos de heridos, la Vía Panamericana bloqueada, desabastecimiento de productos básicos en el suroccidente colombiano y miles de manifestantes que parecen tener aún mucho impulso para continuar su protesta. Ese es un balance acelerado del paro agrario que este miércoles llega a su décima jornada.
Sin embargo, detrás de la movilización hay mucho más que sus efectos más visibles. Le explicamos quienes participan del paro, por qué lo hacen, cuáles son las posiciones que se enfrentan en las carreteras del país y en qué va la negociación con el Gobierno.
¿Quiénes participan?
Las convocantes son un conjunto de organizaciones y movimientos sociales que conforman la Cumbre Agraria y tienen presencia en por los menos 15 departamentos del país. Y, el nombre con el cual fue bautizado el paro fue el de Minga Nacional Agraria, Campesina, Étnica y Popular.
Este movimiento actúa como punto de encuentro de diferentes sectores sociales que si bien cuentan con agendas propias, se reúnen en la cumbre con el objetivo de unificar programas y definir reivindicaciones conjuntas.
Entre los participantes de la Cumbre y del paro se encuentran la Organización Nacional indígena de Colombia (Onic), Congreso de los Pueblos, Marcha Patriótica, la Asociación Nacional de Zonas de Reserva Campesina (Anzorc),el Movimiento por la Constituyente Popular, el Proceso de Comunidades Negras (PCN), Censat Agua Viva y el Movimiento Ríos Vivos.
A la protesta de esos sectores se sumó desde el lunes pasado el gremio de los transportadores de carga.
¿Por qué protestan?
El pasado primero de junio la Cumbre Agraria radicó ante la Presidencia de la República un documento de 17 páginas que incluye un pliego de exigencias de siete puntos:
- Tierras, territorios colectivos y ordenamiento territorial: este punto propone una reforma agraria integral, insiste en el derecho al ordenamiento territorial autónomo de las comunidades étnicas y campesinas, y promueve la titulación individual y colectiva de tierras.
- Minero energético, ruralidad y agua: busca, entre otros aspectos, la “eliminación de la declaratoria de la minería como de utilidad pública e interés nacional”. Igualmente, exige el cumplimiento de las sentencias que han pedido protección de territorios de la minería.
- Economía propia: busca la protección de las economías campesinas, indígenas y afro, frente a lo que la cumbre denomina “el avance y profundización del modelo neoliberal”. Entre las exigencias está la creación de una política de protección de semillas nativas y el cumplimiento de acuerdos para la “sustitución voluntaria, gradual, concertada” de cultivos ilícitos.
- Derechos humanos y paz: la Cumbre exige, entre otros puntos, el desmonte del paramilitarismo, y la participación “activa, vinculante y decisoria” de las comunidades en los procesos de negociación con las guerrillas.Exige la depuración de la Fuerza Pública y el desmonte del Esmad y la transformación del servicio militar.
- Comunicación y derechos a la información para la paz: exige la participación de las comunidades en la creación de una política pública de comunicación, garantías de acceso a medios alternativos, y facilidades para la “producción, realización y difusión de contenidos propios de la Cumbre Agraria en canales de radio, tv, prensa y medios digitales”.
- Relación campo-ciudad: entre las exigencias de este punto está la protección de las fuentes de agua que abastecen las grandes ciudades, la cobertura universal y la condonación de deudas de servicios públicos, el mejoramiento de vías secundarias y terciarias, y pactos de abastecimiento entre las grandes capitales y pequeños productores de alimentos.
- Acuerdos incumplidos: finalmente, la Cumbre enumera algunos de los puntos que, a juicio de los manifestantes, han sido incumplidos por el Gobierno Nacional luego de acuerdos logrados en movilizaciones anteriores. Todos ellos están incluidos en los seis puntos anteriores.
- Las negociaciones se encuentran en un punto muerto porque el Gobierno insiste en que las vías deben ser desbloqueadas y los manifestantes denuncias agresiones de la Fuerza Pública. Foto Santiago Mesa
¿Y la negociación?
Aunque el fin de semana el Gobierno anunció avances en la negociación con el movimiento, sobre todo para lograr el desbloqueo de algunas vías, el martes estaba prevista una reunión que no se desarrolló y dejó el diálogo en un punto muerto.
De acuerdo con el Ministerio del Interior, que ha tomado la vocería por parte del Ejecutivo, los representantes de la cumbre no asistieron al encuentro pactado. Por su parte, las comunidades argumentaron que las agresiones por parte de la Fuerza Pública y los señalamientos sobre la supuesta infiltración de la guerrilla en la protesta no generan garantías para negociar.
La Cumbre, anunció el martes la solicitud de medidas cautelares a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos con el propósito de que ese organismo se pronuncie sobre el derechos a la protesta de quienes participan en el paro.
Por su parte, el Gobierno insiste en que los diálogos solo podrían prosperar cuando se levanten los bloqueos en las vías, sobre todo, en el suroccidente del país.
Tres muertos y el “no nos va a temblar la mano” del presidente Santos
El costo más alto que hasta ahora dejan los enfrentamientos es la vida de tres personas que murieron en medio de las protestas. El primer día, Willington Quibarecama Nequirucama, un indígena de 26 años cayó de un viaducto cuando, según la Cumbre, trató de esquivar una tanqueta del Esmad en Buenaventura.
Las otras dos víctimas son Gersain Cerón y Marco Aurelio Díaz, también indígenas, quienes murieron el jueves por heridas de bala en enfrentamientos con el Esmad en Caldono, Cauca.
A pesar de ese panorama, el presidente Juan Manuel Santos dijo el martes que “el Gobierno también tiene la obligación de hacer respetar los derechos del resto de los colombianos y no nos va a temblar la mano para hacerlos respetar. Por eso, por favor, si hay protesta, bienvenida sea. La respetamos, la defendemos, pero no acudan a las vías de hecho”.
Grupos étnicos a La Habana ¿la primera conquista?
El pasado 2 de junio las delegaciones del Gobierno y las Farc en la mesa de conversaciones de La Habana emitieron un comunicado conjunto anunciado la invitación a representantes de comunidades indígenas, gitanas, negras y raizales.
La convocatoria ocurrió luego de meses de insistencia de esos sectores en la importancia de que sus propuestas fueran escuchadas. Incluso, la participación activa en el proceso es uno de los puntos incluidos en el pliego de peticiones del paro.
Algunos líderes de esas comunidades calificaron esa invitación como una de las primeras conquistas de la movilización. Sin embargo, insistieron en que no se trata simplemente de que sus ideas sean escuchadas sino que sean realmente tenidas en cuenta de cara a la implementación de los eventuales acuerdos de paz.