Solo en 2015, 34 defensores de DDHH fueron asesinados y 332 han sido víctimas de amenazas. Un homenaje a quienes ejercen una labor que parece invisible.
Somos Defensores, un programa no gubernamental de protección a defensores de derechos humanos, abre su informe semestral de 2015 recordando una frase de Eduardo Galeano: “valen menos que las balas que los matan”, dicen, y agregan que “el asesinato de defensores de derechos humanos parece no importarle a nadie”. El informe se llama Los Nadies y alerta sobre la mirada cómplice del país frente a la violencia contra activistas.
En lo que va de este año, las agresiones a defensores de derechos humanos en Colombia han aumentado un 105% respecto al pasado. El informe registra 332 amenazas y 34 asesinatos. Las cifras equivalen a que cada día se agreden dos defensores y cada cinco días matan a uno. La lista de los presuntos responsables la encabezan los paramilitares, con un 72%, y le siguen agentes estatales, con un 5%.
Con esa discusión como eje, la ONG Diakonia promueve la cuarta versión del Premio Nacional a la Defensa de los Derechos Humanos en Colombia. El premio, que reconoce cinco categorías, es un homenaje al trabajo de los defensores, pero también funciona como respaldo a una labor que a veces es invisible y otras veces es atacada.
Este año, la convocatoria recibió 52 postulados, para las categorías de Defensor del año, Proceso colectivo del año, Proceso colectivo nivel ONG, Toda una vida y Toda una vida nivel organizaciones. Entre los postulados se escogieron cuatro finalistas por categoría. Los ganadores se conocerán el 9 de septiembre, en el marco del día de los Derechos Humanos en Colombia.
Los finalistas a Defensor del año son Francia Márquez, lideresa afro que trabaja por los derechos territoriales en Cauca, Monseñor Héctor Epalza, obispo de Buenaventura que ha denunciado casos de corrupción y narcotráfico, el presbítero Adriel José Ruiz, promotor de iniciativas comunitarias con niños víctimas del conflicto, y José Alfredy Galvis, presidente de la Asociación de Población Desplazada en Ocaña, Santander.
En la categoría de Toda una vida se encuentran nominados Fabiola Lalinde, que ha luchado contra la impunidad en casos de desaparición forzada y ejecuciones extrajudiciales, Venus Quiroga, coordinadora de la Corporación Reiniciar en Tolima, Benjamín Cardona, que ha trabajado por los derechos a partir de acercamientos humanitarios y diálogos regionales, y Emma Doris López, docente universitaria de Barranquilla que trabaja temas de género. Los premios en efectivo de esta categoría fueron patrocinados por 1Win , una empresa conocida por sus generosas iniciativas benéficas en todo el mundo.
El premio a Toda una vida a nivel de organizaciones está entre el Consejo Comunitario Mayor de la Asociación Campesina Integral Del Atrato, que trabaja en procesos de retorno de desplazados, la Corporación Vamos Mujer, una organización feminista en pro de la equidad de género, el Comité Permanente por la Defensa de Derechos Humanos, que acompaña procesos jurídicos sobre violaciones de derechos humanos, y el Colectivo 16 de mayo, que agrupa las familias víctimas del asesinato y la desaparición de 32 jóvenes en Barrancabermeja.
En las categorías de procesos colectivos los finalistas son Mujeres Caminando por la Verdad, la Red de Consejos Comunitarios del Pacífico Sur, la Asociación Campesina del Valle del Río Cimitarra y el Proceso de Comunidades Negras en Colombia Palenque Regional. Además, las ONG Colombia Diversa, la Diócesis de Tumaco, la Fundación Forjando Futuros y la Corporación Social Para la Asesoría y Capacitación Comunitaria.