"Los aportes del No pueden enriquecer el Acuerdo, pero que no dilaten el proceso": Pablo Catatumbo | ¡PACIFISTA!
“Los aportes del No pueden enriquecer el Acuerdo, pero que no dilaten el proceso”: Pablo Catatumbo
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“Los aportes del No pueden enriquecer el Acuerdo, pero que no dilaten el proceso”: Pablo Catatumbo

Staff ¡Pacifista! - octubre 18, 2016

Dice que todavía no está claro si habrá una nueva refrendación popular.

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Pablo Catatumbo, miembro del secretariado de las Farc.

Por: Camilo Segura y Mario Zamudio.

“Pablo Catatumbo” es comandante del bloque Occidental y uno de los negociadores plenipotenciarios de las Farc en la mesa de conversaciones entre el Gobierno y esa guerrilla. Ha estado en La Habana (Cuba) por más de cuatro años y, quienes conocen bien la trasescena de este proceso de paz dicen que, junto a “Alfonso Cano” –máximo comandante de las Farc muerto en operativos militares en 2011–, es el artífice de este camino que ha llevado a la guerrilla a tomar la decisión, aparentemente irrevocable, de dejar atrás las armas.

Tras la crisis política desatada por la victoria del No en el plebiscito, decidimos contactarlo para que nos explicara cómo leen las Farc el momento que atraviesa el proceso de paz, qué piensan de las posiciones de los críticos del proceso y si existe incertidumbre en las filas guerrilleras sobre la posibilidad de volver a la guerra. Hablamos con él por correo electrónico y esto fue lo que nos respondió:

¿Cuál es la fórmula para destrabar este momento de crisis política? El expresidente Pastrana ha dicho que la negociación podría durar hasta 2 años, ¿creen que esto es posible y realista, o hay alguna vía más expedita?

La fórmula es ser concretos, sensatos y realistas. El momento político no admite demoras. El Acuerdo Final es bueno, justo y equilibrado porque se circunscribe en un contexto específico y  tiene el respaldo de millones de colombianos y de toda la comunidad internacional que lo ha avalado. Eso no se puede echar por la borda. Colombia no se merece un fracaso más en la ruta hacia la paz.

Ustedes, en la mesa, se la jugaron por el plebiscito al aceptar las decisiones de la Corte Constitucional, ¿cómo se están imaginando una nueva refrendación? ¿Debe haberla?

Ese es un tema aún en discusión con la contraparte. Esperamos lograr un pronto consenso.

¿Que haya ganado el NO puede generar una paz más robusta? ¿Por qué cree que perdió el Sí? ¿Les cabe algo de responsabilidad a ustedes en esta derrota electoral?

Bueno, la victoria del NO fue por muy estrecho margen y las causas son múltiples. Pueden ir desde el rechazo a las políticas del gobierno, el rechazo a las guerrillas generado por la satanización de la misma en los medios de comunicación, la incomprensión del Acuerdo, la ignorancia política, o la mentira y la manipulación descarada, reconocida por el gerente de campaña del Centro Democrático que ansía volver la guerra. La urgencia del momento es darle salida a esta situación no deseada, con realismo y sin manipulación, ni politiquería.

¿Por qué creen que el SÍ perdió en departamentos con presencia histórica de las Farc? Si allá es a donde van a llegar los excombatientes, en su mayoría, ¿cómo hacer  la transición entre las dinámicas de la guerra y la paz?

Nosotros le apostamos a construir perdón y reconciliación en estas regiones. Quisiéramos ver esos resultados después de que la implementación de los acuerdos sea una realidad allí, y los beneficios sean visibles para toda la población.

Ustedes pidieron perdón, dijeron que iban a mostrar la economía de guerra e hicieron varios actos unilaterales para el fin del conflicto, ¿por qué cree que eso no fue suficiente para convencer al país de que apoyara los acuerdos?

Hay tantos factores en juego que uno no se atreve a señalar uno solo. Les destaco algunos: este es un acuerdo modernizante, de avanzada, y hay una Colombia conservadora que le tiene miedo a la modernidad. Hay una Colombia urbana a la que no le importa la Colombia rural. Hay poderosos sectores políticos y económicos que se lucran de la guerra. Y, por otro lado, habemos millones de colombianos que estamos por los cambios, la justicia social y una apertura democrática que dignifique la política en Colombia. Por allí va la cosa.

 ¿Creen que la victoria del NO significa que gran parte del país no quiere verlos en política? ¿Cómo quieren o pueden desactivar esa posición?

Ese análisis es muy simplista. Bajo esa misma lógica se podría decir que el voto por el No avaló la continuidad del alzamiento rebelde. Y ni lo uno ni lo otro es cierto. El análisis concreto es: el voto negativo en la consulta plebiscitaria no entraña consecuencias jurídicas ni cuestiona la validez del Acuerdo Final, solo pospone la implementación del acuerdo hasta el logro de un consenso político más amplio. Cuanto más se demore este consenso, más complejo se pondrá el panorama.

Ante la imposibilidad de arrancar la implementación de los acuerdos, ¿cómo ha sido posible mantener la cohesión en las Farc alrededor de la decisión de no usar las armas? Dentro de la discusión interna en la guerrilla, ¿alguien ha propuesto volver a la confrontación?

La decisión de la X Conferencia de apoyar el Acuerdo Final fue unánime y le atañe a todas las estructuras del país. La cohesión se mantiene porque nuestra propuesta de Paz es un desarrollo correcto de nuestra línea política histórica y eso está claro para todos los guerrilleros en todos los niveles. Además hemos procurado que el cese de fuegos sea una oportunidad para hacer más integral la vida guerrillera: en los campamentos todo el personal está en actividades culturales, de capacitación, de formación política, de producción agrícola, etc.

¿Los comandantes de las Farc que estuvieran incursos en delitos de lesa humanidad estarían dispuestos a someterse a medidas más estrictas de restricciones a la libertad y a renunciar a la política, a cambio de que el resto de la organización sí pueda elegir y ser elegida?

Aprobamos la Jurisdicción Especial para la Paz y todos nuestros combatientes la acatan y participarán de ella, de ser necesario.

Ahora que hay una fase pública de negociaciones con el ELN, ¿cómo pueden confluir ambos procesos de diálogo?

Hemos saludado con mucho optimismo el anuncio del inicio de la fase pública del diálogo con nuestros hermanos del ELN. Estamos a disposición de lo que ese proceso necesite. En todo lo que podamos colaborar allí estaremos.

¿Desde las Farc van  seguir teniendo gestos unilaterales –actos de perdón, desminado humanitario, programas de sustitución de cultivos, entrega de menores– mientras no se empiecen a implementar los acuerdos?

Hay una agenda humanitaria en marcha, como se informó en el Comunicado Conjunto No. 2 del 7 de octubre. Incluye temas de desminado, búsqueda de personas desaparecidas, sustitución de cultivos de uso ilícito, salida de menores y situación de prisioneros. Ya informaremos oportunamente sobre sus resultados.

Los defensores del No han dicho que nunca fueron incluidos en la conversación. Sin embargo, en varias ocasiones tanto ustedes como el Gobierno los invitaron a acercase a la Mesa. ¿Qué mensaje le manda hoy a ellos? ¿Creen que los defensores del No deberían estar, de cuerpo presente, sentados en la mesa de conversaciones de La Habana?

Desde el inicio de la Mesa anunciamos que esperábamos a todos los sectores sociales y políticos en La Habana para construir agenda de paz. Muchos de los voceros del NO fueron invitados pero siempre se negaron a venir. Ahora pretenden frenar la implementación. Claro que nos gustaría hablar con ellos personalmente y que consideramos que sus aportes pueden enriquecer el acuerdo. Pero que no dilaten más este proceso: la patria lo está reclamando en las calles.