Conversamos con líderes sociales de regiones históricamente afectadas por el conflicto sobre lo que representan las elecciones una eventual victoria de Iván Duque o de Gustavo Petro.
Los departamentos en donde persiste el conflicto armado, como Chocó o Guaviare, no aportan tantos votos como Bogotá, Medellín y otras ciudades capitales. Quizás sea por esta razón que estos departamentos no aparecen frecuentemente en las giras de los candidatos presidenciales. Tampoco es usual que temas como los asesinatos de líderes sociales en estas regiones tengan protagonismo en los discursos de los candidatos.
A tan solo tres días de que se lleven a cabo las elecciones presidenciales, consultamos a cuatro líderes sociales que habitan en zonas donde históricamente ha existido el conflicto armado. Aunque existe un factor positivo y es que sienten tranquilidad para ejercer su derecho al voto, al mismo tiempo les preocupa la incertidumbre que generaría un nuevo gobierno. Las dudas no son menores: ¿Qué tanto se modificará el Acuerdo de Paz? ¿Qué tan cierto es que militarizarían las zonas de conflicto? A estas inquietudes se suman otras reflexiones que les presentamos a continuación.
Jhony Abril, dirigente de la Asociación Campesina del Catatumbo (Ascamcat)
“La región del Catatumbo siempre se ha caracterizado por buscar una solución política que nos conduzca a la paz, ese siempre ha sido el deseo de la gente. En esta región se presentó una alta votación para el Centro Democrático. El llamado para el nuevo gobierno es que se resuelvan los problemas de abandono estatal de una forma dialogada, no arbitraria. La juventud necesita oportunidades, salud, educación. La confrontación armada entre el EPL y el ELN nos tiene en una situación compleja que ha dejado más de 16.000 afectados y más de 100 muertos en los últimos meses. Con el nuevo gobierno la gente está esperando que estos grupos armados recapaciten y puedan terminar ese conflicto.
Hoy sentimos que sigue el abandono por parte del Estado y que soluciones como la militarización no cambian las cosas, no generan más oportunidades. Tener 22.000 efectivos puede servir para que las personas vayan a votar, pero no cambia la situación en la región del Catatumbo. En ese sentido nos ha preocupado el lenguaje del candidato Iván Duque, quien dijo que el 8 de agosto, después de posesionarse, estaría en el Catatumbo resolviendo los problemas de orden público no a través de la vía del diálogo, sino de la fuerza. Si bien es cierto que él tiene muchos adeptos, también hay que decir que para los campesinos genera preocupación su propuesta sobre erradicar los cultivos de uso ilícito sin dialogar con las comunidades. Es que muchos no entienden que las familias viven de esos cultivos. Así no creemos que se resuelva el problema social en la región”.
Representante de la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos de Putumayo –ANUC– (no revela su nombre por motivos de seguridad)
“El balance que nosotros hacemos es positivo. La gente está haciendo campaña de manera tranquila, se han visto actividades en las calles, rifas, actos culturales, música, actividades de integración; los jóvenes incluso han salido a pintar murales y los 15 pueblos indígenas han estado muy presentes en esta campaña. Existe un tema difícil y es el de la seguridad: hace unos días fue asesinado el presidente de la Junta de Acción Comunal (JAC) del municipio Valle del Guamuez, ese tema nos tiene preocupados.
Hasta el momento, y eso es positivo, no se ha sentido la presión de algún grupo armado, han sido unas elecciones tranquilas. Ahora, la preocupación de los campesinos es que el próximo gobierno no continúe con el Plan Nacional de Sustitución de Cultivos Ilícitos (PNIS), pues aunque su implementación se ha retrasado, lo cierto es que se logró que 9 municipios en donde habitan 37 mil familias productoras de coca acepten sustituir los cultivos. En agosto podríamos empezar a ver los resultados de ese plan con al menos 10.000 hectáreas de coca sustituidas. Necesitamos un gobierno que, a diferencia del actual, cumpla con los pagos, la asistencia técnica y garantice la institucionalidad de este plan.
Si esto no sucede, es decir, si el nuevo gobierno no cumple lo pactado, es muy probable se generen nuevas movilizaciones. Cuando vino a Putumayo, Duque dijo que la fumigación sería la última opción, pero en medios internacionales y cadenas nacionales dijo que sí fumigaría. Si ese es el caso no creemos que la gente arranque la coca y comenzaría un pulso muy difícil. Sabemos que Putumayo no aporta tantos votos, quizás unos 100.000, pero la gente está interesada en esta campaña por lo que representa para los Acuerdos de Paz y la política minero energética”.
Carlos Romero, presidente de la Asociación de Juntas de Acción Comunal San José del Guaviare
“Las semanas previas a la segunda vuelta presidencial han estado tranquilas en Guaviare, esa es la verdad. Digamos que el activismo en calle ha gozado de buen orden público. Esto no quiere decir que el problema con las disidencias de la guerrilla haya desaparecido; en San José, Miraflores y Calamar se ha sentido esta presencia. La comunidad está dividida; Duque ganó en primera vuelta en municipios como El Retorno y Petro en otros, como Calamar. Aquí hay dos lecturas: la gente tiene el temor de que si gana Iván Duque se caiga el Acuerdo de Paz y no se implemente. Otras personas sienten que el conflicto siguió y que la guerrilla solo cambió de nombre y siguió extorsionando y maltratando a la población, por eso creen que Duque les puede quitar ese problema de encima.
Aunque Petro respalda la implementación del Acuerdo de Paz, los rumores como los que dicen que va a convertir a Colombia en otro Venezuela confunden a la población. También la gente tema que sigan las disidencias y por eso desconfían tanto del gobierno actual. Sin embargo, quiero decir que la gente sí quiere que se implemente el Acuerdo en materia de desarrollo rural, esa es una prioridad para miles de familias”.
Rosa de las Nieves Mosquera, líder del Comité de Víctimas de Bojayá
“En Bojayá se ha sentido la voluntad que tiene la gente por la paz, por defender los Acuerdos y por exigirle al nuevo gobierno que los cumpla. Actualmente los Acuerdos de Paz están en el limbo, la verdad es que lo que se ve ahora son militares por todas partes, pero los acuerdos están atrasados. Se siente tranquilidad para votar, la gente está haciendo campaña sin presiones. En el tema de la reparación de víctimas, desde la mesa estamos elaborando un documento en el que pedimos la reparación para 200 personas que aún no han sido reparadas por el Estado. Esta situación no la conoce Iván Duque, pues no nos ha visitado. Él habla muy bonito, pero acá, donde el 90 % de la población es víctima, no lo hemos escuchado”.