Las Farc han sacado fiados 13 millones de pesos en Caldono, Cauca | ¡PACIFISTA!
Las Farc han sacado fiados 13 millones de pesos en Caldono, Cauca
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Las Farc han sacado fiados 13 millones de pesos en Caldono, Cauca

Mario Zamudio Palma - marzo 15, 2017

El guerrillero encargado de esa zona veredal dice que se han tenido que endeudar con los tenderos de la región por atrasos del gobierno.

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Los retrasos en el abastecimiento de alimentos han obligado a las Farc a pedir fiado a los tenderos. Foto: Aitor Sáez

Hay momentos en que la seriedad de las discusiones sobre la paz y el posconflicto se confunden con el folclor de un país como Colombia. En medio del acalorado debate sobre la Jurisdicción Especial para la Paz, la seguridad jurídica de militares y civiles y la verdad para las víctimas, ¡Pacifista! tuvo acceso a un informe del Mecanismo de Monitoreo y Verificación que revela un dato que podría ser producto de la ficción: las Farc, la misma guerrilla que según la revista británica The Economist tendría una fortuna de unos 10.500 millones de dólares, están endeudadas con los tenderos de Caldono, en el Cauca.

Según el informe, hay retrasos en el abastecimiento y llegó la misma cantidad de productos para 15 días que lo que llegaba para 8; estos hechos no son una novedad y ya se han denunciado. Sin embargo, el tema a mejorar que señala el documento, es que “a los guerrilleros de las FARC-EP, en la zona de Caldono, les ha tocado fiar alimentos en las tiendas. Deben $11.000.000”. Antonio Ospina, encargado de la obra en esa zona veredal, le dijo a ¡Pacifista! que esa deuda, que empezó el 11 de marzo, ya asciende a 13 millones de pesos.

Según Ospina, han pedido fiado alimentos perecederos como carne, lácteos, papa, plátano y yuca. También han tenido que solicitar medicamentos, crema dental, papel higiénico, jabones, champú y otros elementos de aseo. Le deben a las tiendas aledañas a los campamentos, pues, no se les tiene permitido salir a los centros urbanos. “La llegada de productos se puede retrasar hasta una semana. Eso pasó en los últimos días hasta que nos quedamos sin nada de comer. Imagínese a 500 personas con hambre”, dice Ospina.

Según Carlos Córdoba, gerente de las Zonas Veredales, las Farc han tenido que recurrir a esa alternativa porque “el último suministro solo se hizo por tres días debido a que el contrato con el proveedor estaba a punto de vencerse”. Pese a las dificultades, Córdoba se comprometió a normalizar la situación desde hoy, 15 de marzo.

Los guerrilleros encargados del tema económico en Caldono ya mandaron las facturas al Mecanismo de Monitoreo porque exigen que el Estado pague esa deuda. Dicen que ya cesaron la economía de guerra como un compromiso por la paz, y el gobierno se comprometió a abastecerlos con todo lo necesario.

Además de esa obligación económica, descrita en el informe conocido por ¡Pacifista!, la guerrilla señala que “llega suministro para 409 unidades, pero en el campamento hay 499, incluyendo 61 niños y niñas”, y exige que “se contrate a la comercializadora del cabildo indígena de Pueblo Nuevo para el abastecimiento de alimentos y útiles de aseo”.

Sobre este último punto, Córdoba afirma que ya están trabajando con la sede nacional del mecanismo para diseñar un plan en el que se involucren los empresarios locales a este negocio. “En principio, la provisión de las Zonas se hace a través de la Agencia Logística, pues es la que tiene la capacidad de llegar a los 26 lugares de concentración. “Para la compra de alimentos perecederos estamos pensando en dar plata a los enlaces locales para que hagan compras cada ocho días, o que las alcaldías se encarguen directamente”.

Lo cierto es que la situación es real, y que no ocurre solamente en el Cauca. El comandante de la zona veredal de Tumaco, en Nariño, le confirmó a ¡Pacifista! que allí también tienen deudas con los comerciantes locales. “Debemos víveres, kits de aseo, medicamentos, carnes e intendencia”, escribió ‘Yesid Guevara’ en un chat.

Las deudas de las Farc se suman a los obstáculos en la adecuación de las zonas veredales y la construcción de campamentos para que los guerrilleros comiencen su tránsito a la vida civil y dejen, por fin, las armas.