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La zona donde se perdió Salud Hernández es de alto riesgo para el periodismo
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La zona donde se perdió Salud Hernández es de alto riesgo para el periodismo

Staff ¡Pacifista! - mayo 23, 2016

Durante el último año, el EPL ha retenido y hostigado a varios periodistas en el Catatumbo. En el área también operan el ELN y las Farc.

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La periodista colombo-española Salud Hernández. Foto: Lapatilla.com

Nada se sabe de la periodista colombo-española Salud Hernández desde la tarde del pasado sábado, cuando se encontraba en El Tarra (Norte de Santander) realizando labores de reportería. Según ha informado la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), la corresponsal del diario español El Mundo y columnista de El Tiempo estaba investigando sobre el caso del teniente del Ejército Wilmar Ferney Durán, condenado en última instancia a 28 años de prisión por el asesinato del campesino Arnulfo Amaya, a quien militares hicieron pasar como integrante del ELN. Hernández también habría estado indagando por la erradicación de cultivos ilícitos y por la muerte de Víctor Navarro, alias “Megateo”, el último comandante conocido del EPL.

Según consta en su cuenta de Twitter, la periodista también le hacía seguimiento a la desaparición de los jóvenes campesinos Jaiber Navarro y Cristian Romero, que tenía en alerta a la comunidad de El Tarra. El jueves, Hernández aseguró que el municipio estaba paralizado hasta tanto no aparecieran y el viernes informó que la movilidad había sido habilitada luego de que se crearan “bloques de búsqueda con decenas de vecinos” para dar con su paradero. El sábado a las 4 de la tarde, en horas cercanas a la desaparición de la reportera, Navarro y Romero aparecieron en el corregimiento Filo El Gringo, según informó la Fuerza de Tarea Vulcano del Ejército.

Desde entonces, todo ha sido especulación. Lo único que se sabe es que la corresponsal de El Mundo fue vista por última vez en un restaurante del pueblo, donde entrevistaba a una religiosa. Según explicó esta última, Hernández abandonó su cita cuando un hombre le pidió que lo siguiera para devolverle unos equipos que le habían sido “decomisados” el pasado viernes. Una fuente que trabaja en la región y que conoce de cerca el caso le aseguró a este portal que la reportera abandonó el pueblo con dos guerrilleros.

En la zona hacen presencia las Farc, el ELN y la pequeña facción del EPL que continuó operando tras la desmovilización del grueso de esa guerrilla en 1991. En el Tarra descartan de plano que la comunicadora esté en manos de las Farc y apuntan todas las miradas al EPL, que en el actual contexto de negociaciones de paz se habría propuesto demostrar que no es una banda criminal dedicada al narcotráfico, sino una estructura político-militar que, aunque pequeña, tiene programa político, base social y arraigo en la región. No obstante, ninguna de las guerrillas se ha pronunciado, ni siquiera el ELN, que ha sido señalada por el gobierno español como la presunta responsable de la desaparición.

También se ha especulado con la posibilidad de que alguna de esas organizaciones le haya concedido una entrevista, pero la hipótesis se ha ido descartando con el paso del tiempo.

De otro lado, el Ministerio de Defensa informó que “se han conocido versiones de que podría estar en la vereda Filogringo (sic)”, el mismo lugar donde aparecieron los jóvenes Jaiber Navarro y Cristian Romero. Según informó el diario cucuteño La Opinión en la mañana de este lunes, el alcalde de El Tarra declaró que “el mototaxista que se llevó a Salud del municipio el pasado sábado ya regresó y aseguró que a la periodista la dejó en el corregimiento Filo El Gringo”, sin que se sepa más información.

Esta fue la última foto que publicó Salud Hernández en su cuenta de Twitter. Está relacionada con la búsqueda de Jaiber Navarro y Cristian Romero, los jóvenes que aparecieron en la tarde del pasado sábado.

Por ahora, el Gaula, el Ejército y la Policía adelantan operaciones para encontrar a Salud Hernández. La periodista se encontraba en una región altamente conflictiva y difícil para la prensa, donde varios reporteros han sido retenidos y hostigados por el EPL durante el último año.

El Catatumbo, zona de riesgo para el periodismo

Sobre el caso de Salud Hernández, La FLIP afirmó el domingo que “estos hechos constituyen en sí mismos un atentado contra de la libertad de prensa que afecta gravemente la deliberación pública y el cubrimiento libre de temas relacionados con el conflicto armado”. Y dijo que “teme que estos hechos puedan motivarse como retaliación a las posturas críticas que Salud Hernández ha planteado públicamente sobre temas de gran trascendencia nacional”, entre los que se cuentan el proceso de paz entre el Gobierno y las Farc.

Aunque todavía no se confirma si la periodista fue retenida contra su voluntad por alguno de los grupos armados que operan en la región, lo cierto es que varios antecedentes demuestran que el Catatumbo ha sido una zona de riesgo para los periodistas que investigan temas relacionados con el conflicto.

El 16 de mayo de 2015, el entonces editor de VerdadAbierta.com y hoy director de ese mismo medio, Juan Diego Restrepo, fue retenido por guerrilleros del EPL que lo condujeron hacia la zona rural del municipio de Hacarí, Norte de Santander.

El periodista fue trasladado a varios lugares que eran custodiados por hombres armados. Permaneció en manos de ese grupo durante aproximadamente seis horas, durante las cuales, según su relato, fue interrogado por algunos guerrilleros que le quitaron su cédula, insistieron en que debían verificar su identidad, alegaron razones de seguridad para retenerlo y, al mismo tiempo, le expresaron sus opiniones sobre la situación del Catatumbo.

Finalmente, esa misma noche, integrantes del EPL lo regresaron a la cabecera municipal de Hacarí, municipio que abandonó al día siguiente. Restrepo investigaba la influencia del EPL en esa región, y sobre los retos y las expectativas de las comunidades del Catatumbo ante una eventual desmovilización de las Farc.

La FLIP también se pronunció luego de ese episodio y calificó como “preocupante que se presenten este tipo de situaciones en contra de la libertad de prensa y del cubrimiento de asuntos relacionados con el conflicto. Además de la retención de Restrepo, es cuestionable la inactividad por parte de las autoridades locales para prevenir este tipo de situaciones y para investigar los hechos”.

Sin embargo, casos como el de Restrepo y Hernández, que han sido ampliamente difundidos, contrastan con la situación que enfrentan los periodistas regionales, de los que se conoce muy poco sobre los condicionamientos que enfrentan para ejercer su labor. Cristian Herrera, periodista judicial de La Opinión, asegura que las retenciones y las amenazas son constantes.

Herrera cuenta que él mismo, junto a otros dos empleados del diario para el que trabaja, fue retenido por el EPL cuando adelantaba su trabajo de reportería, luego de la muerte de “Megateo” en un operativo militar en octubre de 2015: “A mí también me retuvo el EPL dos horas cuando fui al otro día de que mataron a ‘Megateo’. Nos quitaron los equipos, los chalecos, se llevaron el carro y los celulares. Después vino otro tipo, yo me identifiqué, les entregamos los carnés de los tres que estábamos ahí de La Opinión. Se fueron, comprobaron que sí éramos periodistas y, como a las dos horas, nos dejaron salir y nos dijeron que para ir a la zona teníamos que pedir permiso”.

Pero esa, de acuerdo con el reportero, es apenas una de muchas anécdotas sobre los condicionamientos que padecen los periodistas en el Catatumbo. “Esa zona no es fácil para la prensa. Allá no lo quieren a uno, lo ven como un sapo, y más en El Tarra. El ambiente es muy pesado desde que usted llega. Si saben que usted es periodista, no le quitan los ojos de encima y comienzan los comentarios. Es muy peligroso”, comenta Herrera.