Tras la salida de Fabrizio Hochschild, la ONU nombró a Jean Arnault como coordinador en Colombia.
Fabrizio Hochschild dejó su cargo como coordinador residente de la misión de las Naciones Unidas en Colombia y, tras sus pasos, deja una imagen mucho más amplia que la de un diplomático. La historia, seguramente, le recordará como uno de los arquitectos y testigos más cercanos de la terminación del conflicto entre el Estado y las Farc.
Desde su llegada, en 2013, fue protagonista. Lideró, por ejemplo, los foros territoriales con víctimas del conflicto armado y, por pedido de la mesa de conversaciones de La Habana, tuvo la tarea de seleccionar junto a la Universidad Nacional a las víctimas de todos los actores armados que viajaron a encontrarse con las delegaciones negociadoras.
“Cumplí los tres años en Colombia y el secretario General me quiere usar en otro espacio, soy un funcionario internacional y me toca asumir otro papel. Lo hago con mucha tristeza, pero también con el sentimiento de haber vivido un tiempo privilegiado en Colombia”, dijo Hochschild en diálogo con ¡PACIFISTA! hace algunas semanas.
En su gestión tuvo que sortear las críticas generadas por la inclusión en los grupos que viajaron a La Habana de víctimas de actores diferentes a las Farc. Según dijo, esas posturas pretendían “dividir a las víctimas en bandos” y desconocer la compleja realidad del conflicto colombiano. “Quienes están en zonas seguras y mantienen posiciones extremas no tienen el derecho de mantener el sufrimiento de la gente con su retórica dura”, dijo en una entrevista con El Tiempo al asegurar que en lugar de diferencias entre las víctimas, existía un interés externo por dividirlas.
De la misma forma, Hochschild cuestionó la idea de que las víctimas del conflicto armado fueran manipulables, como algunos sectores lo afirmaron en 2014 al señalar supuestos de intereses políticos en la selección de los representantes que viajarían a La Habana. “Hay gente que dice que no se debe politizar a las víctimas. Tengo reservas sobre eso. Las víctimas son personas políticas, tienen todo el derecho a ser políticas”, dijo a la revista Semana.
Al conocerse su salida del país, el Gobierno agradeció su trabajo a favor de la paz de Colombia: “El buen desarrollo de las conversaciones de La Habana no hubiera sido posible sin su apoyo entusiasta”, dijo la Oficina del Alto Comisionado para la Paz en un comunicado en el que, además, señaló que los foros de víctimas liderados por Hochschild “permitieron la participación de miles de ciudadanos, produjeron propuestas de gran valor para la Mesa de Conversaciones y sobre todo mostraron que el debate respetuoso y atento entre quienes tienen posiciones muy distintas y distantes es el primer paso hacia la paz.”
Su misión en Colombia terminó y, por solicitud del secretario General de la ONU, asumirá otro papel fuera del país. El francés Jean Arnault, quien lo reemplazará en el cargo, tendrá la tarea de acompañar la última etapa del proceso de negociación y asumirá un papel clave en temas relacionados con las zonas de concentración, para las cuales el Gobierno y las Farc solicitaron la verificación de Naciones Unidas.
Jean Arnault y su misión en Colombia
- El funcionario designado por la ONU para reemplazar a Hochschild en Colombia es Jean Arnault, diplomático francés que en agosto de 2015 había sido nombrado delegado de ese mismo organismo multilateral en los diálogos de La Habana.
Su papel en la mesa de conversaciones fue acompañar la subcomisión para el fin del conflicto que discute, por ejemplo, los términos del cese al fuego bilateral y definitivo.
Precisamente, en algo estrechamente relacionado con ese asunto se concentrarían sus esfuerzos en Colombia, pues será la ONU la encargada de la verificación de las zonas de concentración donde serán ubicados los combatientes de las Farc para luego avanzar en la dejación de las armas.
Arnault tiene experiencia en ese tipo de procesos. En sus ya casi 30 años en Naciones Unidas –ingresó en 1989–, además de acompañar las misiones de la ONU en países como Afganistan y Pakistan, participó en diferentes tareas en el proceso de paz de Guatemala.
Primero, entre 1992 y 1997 fue moderador y observador en los diálogos. Luego del 97, tras la firma del acuerdo de paz en ese país, fue nombrado representante especial y lideró la Misión de las Naciones Unidas para Guatemala que se encargó de la verificación de los acuerdos.
Es así como su conocimiento puntual sobre el proceso de paz entre el Gobierno y las Farc, y su experiencia en el caso guatemalteco, sugieren que Arnault será una pieza clave en el tránsito que tendrán los acuerdos del papel a la realidad.