Excombatientes de las Farc en riesgo: testimonios de Norte de Santander
“Si nos matan no se puede hablar de paz”: hablamos con cuatro excombatientes de Farc En Justicia y Paz se adelantan dos procesos paralelos contra las Farc. Uno comprende a los excombatientes del bloque Iván Ríos y otro a los exmilitantes de las demás estructuras. Foto: Pares
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“Si nos matan no se puede hablar de paz”: hablamos con cuatro excombatientes de Farc

Staff ¡Pacifista! - abril 29, 2019

El caso de Dimar Torres representa un punto de quiebre en el proceso de reincorporación.

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El asesinato de Dimar Torres, exintegrante de las Farc, a manos de un cabo del Ejército revela un panorama muy complejo que incluso toca las entrañas del proceso de reincorporación de más de 13.000 excombatientes. El panorama cada día se torna más oscuro: primero el ministro de Defensa, Guillermo Botero, dijo que la muerte  había sido producto de un “forcejeo”, luego rectificó y admitió que, como lo demostraban los estudios de la Fiscalía, Torres había sido asesinado con cuatro impactos de bala.

El caso todavía tiene varios cabos sueltos. Según el senador Antonio Sanguino, al general Diego Luis Villegas Muñoz, comandante de la Fuerza de Tarea Vulcano y quien pidió perdón ante la comunidad de la vereda Carrizal, municipio de Convención (Norte de Santander), por el asesinato del excombatiente de las Farc, lo estarían intimidando desde la Fuerza Pública o incluso pensando en destituirlo. El general dijo lo siguiente en la reunión con la comunidad: “No mataron a cualquier civil, mataron a un miembro de la comunidad. Lo mataron miembros de las Fuerzas Armadas y por lo tanto lo lamento en el alma. En nombre de los 4.000 hombres que tengo el honor de comandar,  les pido perdón”. Por estas declaraciones, aseguró Sanguino, ya se está presentando un remezón en los batallones de incidencia en el Catatumbo.

Así se cuente con poca información sobre este caso, lo cierto es que marca un punto de quiebre en el proceso de reincorporación y acentúa la incertidumbre de los excombatientes que temen por su seguridad. Un reciente informe de seguimiento al proceso de paz, publicado por la ONU, revela que hasta el 15 de marzo pasado, la Unidad Nacional de Protección había aprobado 198 esquemas para excombatientes. Sin embargo, “siguen pendientes 14 esquemas de protección individual, así como medidas de protección para 2 sedes del partido político Farc.

A pesar de los esfuerzos de la UNP, entre diciembre y marzo de 2019, según la ONU, fueron asesinados 12 exintegrantes de las Farc, entre ellos, por primera vez, un “beneficiario del programa de reincorporación de menores”. La Misión de Verificación de Naciones Unidas “ha verificado el asesinato de 99 exmiembros de las FARC-EP desde la firma del Acuerdo de Paz”. Ante esta situación tan difícil hablamos con cuatro excombatientes de las Farc sobre lo que está sucediendo en materia de seguridad y reincorporación, para que nos hablaran de sus sensaciones en este momento difícil por el que atraviesa su reincorporación a la vida civil.

Jacobo*

Jacobo, excombatiente de las Farc, ve con mucha preocupación el contexto actual. Incluso, nos dijo que teme cierren el Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR) de Caño Indio, Norte de Santander. “Mientras haya vida, hay esperanza para seguir trabajando. Pero si nos matan no se puede hacer nada, no se puede hablar de paz”.

Para Jacobo, el Ejército tiene una doctrina que es difícil de olvidar y es la de vengarse del enemigo; en el caso de Colombia, las Farc. Dice, por eso mismo, es que es importante que el general Villegas haya pedido perdón y le haya enviado un mensaje muy claro sobre lo que no se debe hacer a los 4.000 soldados que tiene a su cargo.

“La confianza que se tiene es en la gente, confianza en el gobierno no tengo, tengo confianza en la población que fue fundamental para que no desaparecieran al compañero Dimar. La población se movilizó y fue gracias a eso que todo está saliendo a la luz”. El Ejército, nos dijo, viene de la guerra, y eso pone en duda el respaldo que necesita Colombia para construir una paz estable y verdadera, la idea de una Fuerza Pública para el posconflicto ha perdido fuerza.  Hoy siente miedo por eso: “Queremos un espacio en donde no tengamos que temer por la vida de personas que piensan diferente”.

Mintú 

“Así uno no sea muy creyente, con el proceso de paz uno se comienza a echar la bendición antes de salir para que no lo maten”. Mintú nos habla desde un teléfono en Cúcuta. “No pensé que el paramilitarismo estuviera así de fuerte, y que estuviera todavía en las fuerzas militares”, aseguró.

Para Mintú, el caso es una muestra de que el conflicto sigue latente. “Hay sectores que viven de la guerra, que quieren que esto continúe. Nosotros le apostamos a una salida política y estos son los resultados. Bueno, no quiero colgar sin antes decirle que es positivo que el general Villegas haya pedido perdón. Lo feo es que el ministro después lo haya desautorizado. ¿Cómo se le puede creer a este gobierno?”

Juana 

Para Juana ha sido muy impactante todo lo que ha sucedido. Dimar era conocido en el ETCR de Caño Indio: “Él era un excombatiente ejemplar. Las comunidades lo querían mucho y por eso me parece atroz la muerte de él. Es muy raro porque él era un ejemplo de un excombatiente que quería aportar a la verdad y quería pedir perdón. Este es parecido al caso de otro compañero en Mesetas. El Ejército lo detuvo en su moto y le dispararon, la comunidad escucho y también llego a los hechos. Eso cada vez nos da más miedo”. La voz de Juana es de miedo y preocupación.

Luz 

“Este caso nos preocupa muchísimo. La verdad valoramos la eficacia de la comunidad porque demuestra que estamos unidos pese a que lo que vivimos es muy complicado. Acá en el Catatumbo las garantías de reincorporación son bien complejas. La comunidad por fortuna está con las organizaciones sociales y por eso no nos queda de otra opción que apoyarnos y proteger a nuestros compañeros. Así lo hemos hecho para exigir nuestra salud, nuestros servicios básicos.

Un compañero que hizo presencia en la búsqueda de Dilmar nos contaba que la comunidad y los familiares estuvieron  muy atentos para observar cómo la Fiscalía hacía el levantamiento del cuerpo y creo que fue gracias a eso que se descubrió que se trató de un asesinato y no de un forcejeo, como dijo el ministro de Defensa. No nos queda de otra que estar unidos”.

*Todos los excombatientes son de Norte de Santander .