La discusión arrancará en dos frentes: participación de la sociedad y acciones humanitarias.
- El anuncio estuvo a cargo de Mauricio Rodríguez y “Pablo Beltrán”. Foto: Oficina del Alto Comisionado para la Paz
Tuvieron que pasar más de seis meses desde que el Gobierno y el ELN anunciaron el inicio de una fase pública de conversaciones para que, al fin, la etapa de diálogo formal tuviera fecha. Este lunes, en Caracas (Venezuela), las partes informaron que la negociación para poner fin al conflicto arrancará el próximo 27 de octubre en Quito (Ecuador).
Allí empezarán las discusiones sobre el punto 1 de la agenda acordada en marzo pasado, denominado “participación de la sociedad en la construcción de la paz”. En esa fase, las partes buscarán que la sociedad civil aporte insumos para la discusión de los demás puntos, así como “propuestas que hagan viable la paz”. Con ello se persigue un objetivo complejo: la construcción de “una visión común de paz que propicie las transformaciones para la nación y las regiones”, de acuerdo con la agenda. El tema es de especial interés para el ELN, que ha manifestado la necesidad de que los movimientos sociales sean protagonistas de la negociación.
Al tiempo que avanzan en ese punto, el Gobierno y el ELN trabajarán en el subpunto 5 f, llamado “Dinámicas y acciones humanitarias”. Del lado de la guerrilla, las primeras medidas estarán dirigidas a resolver el tema del secuestro. Para ello, liberará —antes del inicio de la fase pública— a dos personas que se encuentran en su poder. Justamente este lunes, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) anunció que el ELN liberó a un civil en Fortul (Arauca), ante una misión humanitaria integrada por miembros del CICR, la Defensoría del Pueblo y la iglesia Católica. Es la tercera persona que la guerrilla deja en libertad en los últimos 15 días.
No está claro qué decisiones tomará el Gobierno, pero las partes anunciaron que, a partir de hoy, cada una realizará “otras acciones y dinámicas humanitarias para crear un ambiente favorable para la paz”. Al respecto, el ELN ha dicho que es necesario abordar “todos los dolores”, entre los que se cuentan, según esa organización, los de los prisioneros políticos de guerra, los desplazados, y los pobres del campo y la ciudad. El tema humanitario fue, al menos en apariencia, uno de los obstáculos para iniciar formalmente la negociación.
Con el anuncio quedó claro que la guerrilla cedió en su antigua decisión de no liberar a los secuestrados, que sostenía bajo el argumento de que el Gobierno no podía imponer condiciones por fuera de la mesa y que el tema debía abordarse durante la negociación del punto 5. El Gobierno, por su parte, accedió a iniciar la discusión del punto 1, que permitirá recolectar los insumos necesarios para abordar los demás temas de la agenda: “Democracia para la paz”, “Transformaciones para la paz”, “Víctimas”, “Fin del conflicto armado” e “Implementación”.
Este lunes también se confirmó el retiro de Frank Pearl como jefe de la delegación del Gobierno, cargo que asumió Mauricio Rodríguez, exembajador en Londres y cuñado del presidente, Juan Manuel Santos. También fueron relevados los anteriores negociadores Paola Celis, Juan Esteban Ugarriza y Jaime Avendaño, quienes fueron reemplazados por Julián Arévalo.
Arévalo es asesor de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz y uno de los funcionarios que trabajó en la negociación de los puntos sobre desarrollo rural y participación política durante los diálogos de La Habana con las Farc. En los últimos meses, hizo pedagogía sobre los acuerdos con empresarios de distintos sectores.
El Gobierno mantuvo en sus cargos como negociadores al economista José Noé Ríos, curtido en los diálogos de paz con las guerrillas en los 90, y al mayor general retirado Eduardo Herrera Berbel.
Del lado del ELN, la delegación de paz también sufrió cambios significativos. Salieron “Antonio García”, “Elena Vásquez”, “Manuel Martínez”, “Jaime Torres” y “David Cañas”. Entraron “Aureliano Carbonel”, “Gustavo Martínez”, “Bernardo Téllez” y “Consuelo Tapias”. En el grupo permaneció el comandante e integrante del Comando Central “Pablo Beltrán”, que ascendió a jefe de la delegación.
El presidente, por su parte, declaró que para la puesta en marcha de esta nueva fase “fue fundamental que se hubiera iniciado el proceso de liberaciones, de forma que no haya nunca más secuestrados por el ELN en Colombia”. También dijo que, “ahora que avanzamos con el ELN, la paz será completa”.