#Divergentes | Bruselas, La Haya y Bogotá serán sede de distintas concentraciones en simultáneo por la defensa de la paz en Colombia.
Hoy habrá, en al menos tres ciudades de planeta, manifestaciones y concentraciones por la defensa de la vida de los líderes sociales en Colombia.
Bruselas, La Haya y Bogotá serán sede de distintas concentraciones en simultáneo.
—Esto es para generar conciencia. Más conciencia social. Estamos poniendo un S.O.S. por la paz en Colombia y queremos decir que hay una crisis en el país: no se está implementando el Acuerdo firmado, están asesinando y estigmatizando y amenazando a los líderes sociales. Aquí todavía estamos en conflicto. Hay que visibilizar en el exterior, en muchos países que creen que como ya se firmó un Acuerdo ya todo está mejor —dice Adriana Rodríguez.
Adriana es de la organización Redepaz, una de las tantas organizaciones que están liderando esta jornada por la vida, la libertad y la dignidad de los líderes sociales. Hoy estarán en frente de la Fiscalía General de la Nación a partir de las 11 de la mañana.
La manifestación se hará casi en simultáneo al encuentro que tendrán los marchantes que salieron hace 8 días de Paris rumbo a La Haya y que se reunirán hoy con la fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), Fatou Bensouda.
—Colombia cuenta con más de 10 millones de colombianos en el extranjero. Una parte de esos colombianos están afuera por migración económica; otra por asilo político y por desplazamiento de violencia —dice Harol Duque, uno de los organizadores de la marcha hacia La Haya.
Esta parte importante de la población colombiana, dice Harol, debe (y está) reanudando los vínculos de participación democrática en el país.
—Es central que los colombianos que nos encontramos afuera podamos difundir la situación de derechos humanos que viven en Colombia. Esto es el inicio de este movimiento internacional que esperamos que logre hacer una diplomacia ciudadana.
Al mismo tiempo, estarán en Bruselas reunidos más de 75 representantes de la sociedad civil colombiana, europea e internacional, que desde ayer están reunidos en la ciudad belga para evaluar la situación de derechos humanos en Colombia y para alertar a la Unión Europea y los Estados europeos sobre la falta de implementación del Acuerdo de paz.
Aunque han sido organizadas por distinto movimientos y activistas, estás tres convocatorias han logrado articularse para difundir un mismo mensaje de apoyo a la paz en el país.
De hecho, desde La Haya anunciarán la instalación de un refugio con más de 2.000 líderes sociales que van a marchar desde todas las regiones de Colombia hasta Bogotá. El refugio tiene previsto instalarse en la capital del país el día 28 de abril.
—La instalación del refugio está en el marco del paro nacional que convocaron transportadores, sindicatos trabajadores y campesinos. Se instalará en la Plaza de Bolívar y el 29 habrá una solicitud de asilo por parte de los líderes sociales a distintas embajadas por el tema de falta de garantías —dice Darwin Torres, de la Convergencia de Organizaciones por la Paz y uno de los impulsores del refugio.
Desde La Haya, entonces, se hará el anuncio oficial del refugio a nivel internacional al mismo tiempo que en la Fiscalía habrá manifestaciones por el respeto a la vida, la dignidad y la libertad de los líderes sociales.
¿Cómo se dio esta articulación entre los movimientos sociales y las organizaciones para lograr esta coordinación? ¿Y qué significa esto en términos de visibilización?
—Esa articulación no surge en esta coyuntura. Sino que ha sido parte del esfuerzo y del interés de colombianos aquí en Colombia y en el exterior, que han tenido que salir por temas de exilio y temas de amenazas y siguen jugando un papel importante en la construcción de paz en Colombia —dice Darwin Torres.
Desde los acuerdos de paz con las Farc se ha mantenido un vínculo permanente y constante para generar acciones que visibilicen temas de paz. Se trata de iniciativas por la paz que se movilizaron posterior al plebiscito y que mantuvieron viva la red de organizaciones en defensa de la paz.
—En el caso de la marcha a La Haya, surge como iniciativa de colombianos en el exterior de marchar hacia la CPI para hacer esta exigencia —dice Darwin Torres.
—Esto ha sido —dice Harol Duque por celular desde La Haya— una coordinación con todo lo que está sucediendo en Colombia. Con el tema de la minga, el asesinato de un joven indígena, y con la iniciativa del refugio del 28 de abril. La idea es hacer convergencia de todas las iniciativas que procuren la garantía de la vida de los líderes sociales.
Harol dice que estarán apoyando la instalación del refugio y que van a transmitir todos los actos en simultáneo: Bogotá, Bruselas, La Haya. Y dice que, aunque el respaldo del refugio no se configura como una continuación de la marcha de La Haya, sí es un apoyo explícito desde Europa.
—Nosotros iniciamos este proceso de colectivos europeos por la paz con la quejas que se van a depositar en la CPI. Tuvimos reuniones en el Parlamento Europeo donde se declararon comisiones parlamentarias para tratar el tema sobre asesinato de líderes sociales. Y a partir de la próxima legislatura el Partido Verde Europeo va a hacer apoyo y seguimiento a este tema.
Por su parte, Adriana Rodríguez de Redepaz dice que desde los movimientos sociales siempre ha habido buenas relaciones con las organizaciones en el exterior. Y esta articulación se da porque querían fortalecer lazos, sobre todo a nivel internacional.
—Colombia sigue siendo un punto de atención frente a la comunidad internacional —dice ella—. Ellos (los de la marcha hacia La Haya) estaban ahí y nos buscaron, y empezamos a tejer redes. Es algo que se da casi de manera orgánica.
Lo cierto es que con las movilizaciones hoy en Bruselas, La Haya y Bogotá el reclamo por la seguridad y la vida de los líderes sociales toma un carácter de tipo internacional.
—Vimos que el Estado colombiano está interesado en que estos crímenes no se conozcan. Carlos Holmes Trujillo y el Fiscal Martínez visitaron la CPI poco antes que nosotros y eso muestra que hay una preocupación por parte del Estado en que se puedan juzgar estas situaciones de Derechos Humanos en Colombia, concluye Harol Duque.