#Memeteca | El reguetón anticorrupción puede ser el impulso perfecto para que algunos políticos se unan a la escena musical. Por: @DanielRuge*
Dada la repercusión del reguetón anticorrupción, seguro varios de los políticos de siempre querrán hacer algo parecido. Eso está bien, pero cuidado, el reguetón no es para todos. Por eso me permito abrir una sesión de coaching musical para aquellos que estén pensando en ganar votos con la música.
Por ejemplo, a Uribe le quedaría mal el género urbano. No podría echar los típicos vainazos de reguetonero en medio de las canciones. Cuando tuviera que decir “a to’a mis copias le dedico esta canción”, sabríamos que se referiría a Andrés Felipe Arias, Santos, Zuluaga y Duque. Al expresidente le queda mejor la ranchera. No hay duda de que es el genuino rey del despecho: no solo fue traicionado por Santos sino por todos esos funcionarios que actuaron a sus espaldas como Jorge Noguera, María del Pilar Hurtado, Sabas Pretelt, Yidis Medina, sus dos jefes de seguridad en Palacio y hasta el mismo Juan Carlos Vélez Uribe.
Aunque el disco autografiado, de Uribe para Duque, llevaría una aclaración luego de haberlo puesto en la Casa de Nariño:
De todas maneras, y en medio del ánimo conciliador que vive el país, Uribe habría podido colaborar en el reguetón que hicieron algunos miembros de la oposición; no cantando, pero sí grabándolos.
Vargas Lleras también tiene lo suficiente para emprender una carrera musical. A él le quedaría mejor el merengue, género que alcanza a estar dentro de la corta frontera musical del cachaco que vive convencido de sí mismo. Su primer lanzamiento podría ser un tema dedicado al fiscal o al nuevo contralor: El baile del perrito faldero.
Enrique Peñalosa podría intentar conectarse con la ciudadanía acudiendo al rap. El alcalde de Bogotá podría ser más preciso rapeando las explicaciones sobre cómo piensa a meter una línea de Transmilenio por la carrera séptima. Un buen nombre artístico para él podría ser éste:
También veo mucho potencial en Paloma Valencia que se ha debatido entre honrar su palabra de apoyar la consulta anticorrupción y hacerle caso a Uribe, quien al final traicionó esa misma promesa. La flexibilidad política de la senadora Valencia le da todo para convertirse en una diva del pop inspirada en Beyoncé:
Al presidente Duque le recomendaría que lo mejor es buscar a la disquera de Nicky Jam para que le autorice un remix de la canción que sonó en la clausura de Rusia 2018. A ver si por fin nos explica cómo carajos llegó a ser presidente:
Ahora bien, los dos políticos con más votos que promueven la consulta no aparecieron en el video del perreo contra los delitos de cuello blanco. Entendible, Sergio Fajardo y Gustavo Petro hace rato que iniciaron su carrera en solitario. Ninguno necesita asesoría. Por un lado, Fajardo espera ganar votos en los sectores más populares lanzando su primer disco como el ‘Charrito Blanco’:
Y por el otro lado, Petro sabe que es bueno para el tropipop, ese fugaz género cuya esencia eran rolos tratado de hacerse pasar por costeños. Petro usa esa misma técnica pero al revés. De hecho todas su fotos en la campaña pasada estaba orientadas a quitarle el puesto a Mauricio y Palo de agua…
Se me olvidaba… ahora que está perdido, al anulado procurador Ordóñez le recomendaría reactivar su carrera política buscando un dueto con el reguetonero Nacho Mendoza, que hace rato se separó de su compañero de fórmula. Ordóñez podría crear junto a él un nuevo grupo que se llame ‘Cochino y Nacho’. Claro, si es que Nacho, luego de prometerle el dueto, no se arrepiente y en cambio le ofrece solo una embajada.
*Daniel Ruge es periodista y libretista de Radio.