Luego de volver a Macayepo, de donde huyó de la violencia, esta mujer vive en un constante peregrinaje. Un ejemplo de lo difícil que es retornar por cuenta propia.
Por Daniel Montoya
La joven colombiana Celia Cruz vivió en Macayepo (Carmen de Bolívar) hasta el 14 de octubre del 2000, cuando paramilitares del bloque Héroes de los Montes de María se tomaron su pueblo. Salió desplazada a Sincelejo (Sucre) y se casó con Grimaldo Buelva, más conocido en Macayepo como “Tito”, con quien tuvo dos hijas: Nayelis y Zharick. En 2014, Celia decidió retornar a su pueblo, pero nada ha sido igual porque perdió todo cuando huyó de la violencia.
El desaparecido jefe paramilitar Rodrigo Mercado Pelufo, alias “Cadena”, lideró la masacre que sacó a Celia de su tierra. Los hombres bajo su mando asesinaron a 15 campesinos con palos, machetes y piedras. Querían amedrentar a una población que cargaba con el estigma de ser guerrillera. Y lo lograron, porque en menos de tres días Macayepo se convirtió en un pueblo fantasma.
En 2008 los macayeperos comenzaron a retornar a su tierra. Celia llegó seis años después. Ha ido ahorrando para construir su casa en un lote que tiene a las afueras del pueblo, pero no ha podido terminarla porque no tiene dinero suficiente. Desde su retorno ha pagado arriendo en tres casas distintas y ha sobrevivido del rebusque.
La antropóloga Laura Alhach estuvo trabajando en una etnografía en Carmen de Bolívar. Vivió con Celia durante cuatro meses y nos compartió estas fotos para contarnos cómo es la incertidumbre después del retorno.
Fotos: Laura Alhach