'Duque, enviar militares no es suficiente': el reclamo de los líderes del Bajo Cauca | ¡PACIFISTA!
‘Duque, enviar militares no es suficiente’: el reclamo de los líderes del Bajo Cauca Foto: larazon.co
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‘Duque, enviar militares no es suficiente’: el reclamo de los líderes del Bajo Cauca

Staff ¡Pacifista! - julio 26, 2019

La última visita del presidente Iván Duque dejó más dudas que certezas. La población no confía en la Policía.

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Después de vivir crudos meses de violencia, la subregión del Bajo Cauca recibió a Iván Duque el miércoles pasado, quien visitó la zona para presidir un consejo de seguridad por los cuatro vehículos que aparecieron quemados los días 22 y 23 de julio en la vía entre Medellín y la costa Atlántica. Después de hablar con las autoridades de Tarazá y Puerto Valdivia, el presidente confirmó que 300 militares reforzarían la seguridad en el Bajo Cauca. De acuerdo con el comandante de la Séptima División del Ejército, Juan Carlos Ramírez, el trabajo se concentrará en hacerle frente al ELN a los Caparrapos y al Clan del Golfo.

Hace cuatro meses ¡Pacifista! visitó la subregión del Bajo Cauca. En ese entonces los líderes sociales de la región estaban clamando por acciones integrales del Estado, no solamente el envío de militares o policías. El abandono estatal, como lo mostramos en el siguiente documental, fue un tema latente en las reuniones que sostenían los líderes y defensores de derechos humanos. Después de la visita de Iván Duque hablamos con un líder social de Tarazá que nos pidió mantener su nombre bajo reserva por cuestiones de seguridad. Esto fue lo primero que nos dijo: “Bien por la voluntad, pero tenemos el campo totalmente desprotegido. ¿De qué sirven que envíen militares en las zonas urbanas si en los corregimientos y en las veredas estamos completamente abandonados?”.

 

Otro líder nos dijo que el anuncio de Duque había que tomarlo con pinzas, pues “la comunidad ya no confía en la Policía. Habrá que ver qué hace el Ejército”.

En el transcurso de 2018, recordemos, la Defensoría del Pueblo emitió cuatro alertas tempranas por la situación en el Bajo Cauca: 026-18; 035-18; 050-18 y 067-18. El gobierno de Iván Duque, después de conocer las alertas tempranas, reaccionó de la misma manera: enviando más militares. Fue así como en octubre de ese año ordenó reforzar las tropas con 600 militares más.  El gobierno defiende la medida señalando que han logrado “dar de baja a dos cabecillas del ELN”, así como capturar a 18 integrantes de los Caparrapos y tres cabecillas del Clan del Golfo.  Estas operaciones hicieron parte del  “Plan Aquiles”, en la que participaron  6.000 uniformados de Fuerza Aérea, Infantería y Armada. El rango de acción fue en los siguientes municipios:  Cáceres, Caucasia, El Bagre, Nechí, Tarazá, Zaragoza y Valdivia, Ayapel, Buenavista, La Apartada, Montelíbano, Puerto Libertador, San José de Uré y Tierralta.

Estos balances, sin embargo, no tocan otras cifras igualmente importantes. Según la Unidad de Víctimas, 9.056 personas han sido desplazadas entre enero y junio de este año. Solamente en Caucasia han sido desplazadas, en el transcurso del año, 1.272 personas. El gobierno tampoco ha avanzado en las investigaciones sobre las amenazas que han recibido los líderes sociales en esta subregión. Algunos líderes sociales nos compartieron copias de los panfletos que circularon durante la última semana:

El Comandante de la Policía de Caucasia le explicó a ¡Pacifista! que dichas amenazas están en evaluación: “estamos investigando estos panfletos ya que hemos encontrado que personas particulares se están aprovechando del ambiente intimidante en la zona y se están haciendo pasar como miembros de grupos armados para extorsionar a la gente y tener un beneficio con estas intimidaciones”.

Una nueva guerra, las mismas víctimas 

Aunque la situación de violencia se escaló luego de la desmovilización de las Farc , el subdirector de la Fundación Paz y Reconciliación , Ariel Ávila y otras fuentes como la Defensoría del Pueblo, nos dijeron que la situación pasó a ser realmente crítica desde que los Caparrapos y El Clan del Golfo dejaron de ser aliados militares y se enfrentaron por las rutas del narcotráfico.

Según información que nos dio el Comandante de la Policía en el municipio de Caucasia, el enfrentamiento de diferentes grupos armados viene desde hace 30 años: “Lo primero que se conoció fue la presencia del Ejército de Liberación Popular (EPL), luego las AUC (Auto Defensas Unidas de Colombia), posteriormente se vinieron los Rastrojos. Y ahora quienes están en el territorio son el Clan del Golfo, que se autodenominan Autodefensas Gaitanistas de Colombia, y los Caparrapos. Estos dos grupos estaban unidos, pero tuvieron un conflicto interno y se separaron. Ahora estos dos bandos están en enfrentamiento y los Caparrapos están en alianza con una disidencia de las Farc”.

Estos grupos que hacen presencia en la zona tienen una disputa por el control del Nudo de Paramillo, territorio que conecta a Antioquia y Córdoba y que  es utilizado como un corredor del narcotráfico del noroccidente del país. Ambos grupos se financian por medio de economías ilegales como la  minería ilegal, el narcotráfico y el microtráfico. Y las acciones que han cometido en la zona ha sido la extorsión, sicariato, reclutamiento de menores y desplazamiento forzado.

El Comandante también mencionó que en esta parte del territorio está la presencia de cuatro estructuras del ELN. “Estas estructuras han permanecido durante largo tiempo en la zona. Son estructuras pequeñas”

Una de esas estructuras se autodenomina “Heroes y Martires de Tarazá” y son los acusados de la quema de vehículos en los límites de Puerto Valdivia y Tarazá. Las razones de estos ataques se deben a los últimos ataques del Ejército. Así lo  explicó el comandante de la Policía de Caucasia: “En los últimos meses se dio de baja al cabecilla de esa estructura, alias Guacharaco ,y  a su vez se capturó  a alias Bamba y a otros dos subversivos. En total fueron dos bajas y tres miembros de su grupo están capturados, por eso están haciendo estos ataques”

Cuando le preguntamos a un líder por esta situación, nos dijo lo siguiente: “uno quisiera que los grupos comprendieran que la guerra es de ellos y no de los campesinos. Aunque nosotros tengamos que vivir en medio de ellos, nosotros somos personas que tenemos esperanza de que el día de mañana nuestros hijos tengan otro camino.”