Una exposición que explora los orígenes y la historia del conflicto y las negociaciones de paz.
Compartir
Título de la exposición. Fotos: Cortesía Estrategia de Respuesta Rápida.
Por Santiago Rueda
Los temores frente al futuro del país después del anunciado fin del conflicto nos invaden a todos. Gilberto Hernández, director de Desborde, Julián Santana, artista, y quien escribe estás palabras, después de haber realizado Desminado, una exposición sobre los efectos de la economía extractivista, legal e ilegal en el país, decidimos jugárnosla por una exposición que hablara de nuestra guerra. Estrategia de respuesta rápida, surgió entonces como una exposición que explora los orígenes y la historia misma de la guerra y sus negociaciones de paz.
Invitamos a 23 artistas de diferentes generaciones y orígenes, que convergían en su interés por narrar desde ese lugar inestable, excéntrico y testimonial que es el arte. La exposición inicia con obras que hablan de la cacería a los grandes bandoleros de la violencia, en los proyectos “El siete colores”, de Ana Espejo y Juan Celemín, y “La muerte de Dumar Aljure”, de Juan Haag; ambos parten del documento histórico para cuestionar nuestra tradición de justicia por mano propia. Incluimos series de dos reporteras gráficas, Zoraida Díaz y Luz Elena Castro, quienes fotografiaron las negociaciones de paz en los años 80, en Casa Verde con las Farc y con el EPL, en Medellín, respectivamente.
¿Qué salió mal? ¿Cómo no cometer los errores del pasado? Son las preguntas que hacen en sus obras Daniel Poveda y Gabriela Pinilla. Están presentes los fotógrafos de guerra más importantes del país, Jesús Abad Colorado, con dos imágenes sobre la violencia para estatal, y Stephen Ferry, con retratos de jóvenes guerrilleras que hoy en día esperan con ansiedad y esperanza su futuro.
También están los estudios preparatorios de una de las obras emblemáticas del arte contemporáneo en Colombia, ” David”, de Miguel Ángel Rojas. Obras censuradas en el pasado están presentes, el vídeo “Los rebeldes del sur” de Wilson Diaz y otras exploran con humor la imagen del insurgente, como es el caso de Jaime Ávila y Cristina Ochoa.
Otros artistas hablan de las reacciones de los políticos frente al fin de la guerra, como Andrés Uribe, Jorge Vaca y Emel Meneses. Otros exploran la iconografía religiosa y del arte para entender la violencia como es el caso de Demian Flores, de México y Julián Santana. Cláudia del Fierro y Gastón Herrera, desde Chile y Argentina, tratan el tema de la desaparición forzada.
En suma, una exposición que es para ser vista más que para ser contada, y que estará durante los meses de septiembre y octubre en el espacio Desborde galería, en Bogotá.
Les dejamos un poco de lo que verán:
Julián Santana
“Sin título”
2016
Santana ha tomado diferentes objetos e imágenes, fragmentos del conflicto en el Cauca, como audífonos de un avión de fumigación derribado, o del Cristo de Tacueyo, para crear una instalación sonora que se enchufa a través de una bala, también recogida allí, y que permite escuchar entre otras cosas, al papa Francisco hablando sobre el fin del conflicto en Colombia.
Daniel Poveda
“Al presidente en su palacio”
2016
Poveda ha transcrito en máquina de escribir fragmentos de cartas escritas al gobierno por comunidades campesinas atropellados por la fuerza pública, desde 1964 hasta hoy. La primera es la enviada por “Tirofijo” al presidente León Valencia, antes de ser bombardeados, por el ejército, hecho que condujo a la fundación de las Farc. De haber sido leído la carta y escuchada, quizás una historia de Colombia habría sido otra.
Zorida Díaz
“Casa verde”
1988
A los 23 años, Díaz llega a Colombia después de estudiar literatura en Baltimore. Su primer trabajo en la agencia Reuters fue cubrir las negociaciones de paz entre el gobierno y las FARC en la llamada Casa verde. Éstas hojas de contacto muestran las incidencias del viaje en mula, cruzando el Páramo de Sumpaz hasta llegar a los campamentos donde se encontraban los líderes de la organización. Las negociaciones fallaron, y se frenó una vez más la posibilidad de la paz.
Juan Diego Celemín y Ana María Espejo
“El Siete colores”
2015
La muerte de Efraín González en Bogotá, es mítica en la historia de la ciudad. González había sido un “pájaro”, y tenía lo que podríamos llamar hoy una Bacrim. Murió sitiado por el ejército que no negocio frente a él, resistiendo el ataque de 200 soldados. En los periódicos y documentos que constituyen esta obra, los hechos reales y el mito se funden, haciendo imposible distinguir entre lo real y lo imaginario.