Tumaco es el mayor cultivador del país y dicen que, aunque no haya guerrilla, siempre hay compradores.
Por: Aitor Sáez
- Fotos: Aitor Sáez
Tumaco es la región del país con más cultivos de coca, en total 16.920 según cifras oficiales, pero para el contraalmirante Carlos Serrano, comandante de la Fuerza de Tarea Poseidón contra el Narcotráfico, el número de hectáreas podría alcanzar los 29.000 mil.
Por Tumaco se exporta el 60% de la cocaína que sale de Colombia hacia Estados Unidos. Cada mes salen toneladas de cocaína, listas para ser comercializadas en el exterior, pero la cadena empieza con los campesinos.
Don José, uno de los campesinos cocaleros de la vereda Santa Rosa, ubicada a una hora de Tumaco en lancha rápida por el río Mexicano, siempre ha sabido que la planta es ilegal, pero, según afirma, sin vías en su tierra para poder comercializar los productos y sin oportunidades laborales ni empresarios que volteen a mirar ese confín del país, consideró que la mejor alternativa era sembrar coca. “estamos dispuestos a sustituir los cultivos siempre que haya un compromiso real. El gobierno solo viene aquí en helicóptero para dañarnos las plantas, dispararnos y acusarnos de guerrilleros” afirma uno de los cultivadores.
La hoja se recoge cada tres meses; el cacao, plátano o coco, en cambio, anualmente. Con la coca los ingresos se multiplican por cuatro. De sus dos hectáreas, Don José cosecha 12 kilos de hojas que vende por dos millones cada uno. Al año gana unos 96 millones de pesos, aunque le quedan limpios unos 40 millones.
Las exponenciales ganancias han disparado las plantaciones de coca en los últimos años pese a la titánica inversión para combatirla. Según el Departamento de Estado norteamericano, Colombia experimentó un incremento del 42% en la siembra ilegal de 2014 a 2015.
La hoja de coca es el principal sustento del 80 por ciento de la comunidad afrodescendiente a orillas del río Mexicano.
Hacia el 2000, llegó la coca desde el río Chagüí hasta estas veredas. “La coca trajo a la guerrilla y luego a los paracos”, afirma un lugareño ante la amenaza reciente de bandas criminales.
Cada cultivador siembra alrededor de dos hectáreas mediante técnicas tradicionales, a diferencia de los ‘mestizos’, llegados hace dos décadas, que cultivan en grandes extensiones.
Hace un año la erradicación se efectuaba por fumigaciones aéreas que mataban a los animales, contaminaban ríos y afectaban cosechas. Ello generaba alergias en las comunidades, e incluso, según algunos, la muerte.
La coca genera unos 40 millones de pesos netos en ingresos. El cultivador produce unos 12 kilos de coca por cosecha, que vende a 2 millones cada uno.
Don José, de 55 años, antes cultivaba coco. “Ahora las necesidades han cambiado y las familias quieren enviar a sus hijos a estudiar”, explica sobre el aumento de la producción cocalera.
Por la falta de acueductos, los habitantes deben consumir agua del río, a pesar de estar contaminada con el veneno usado en las fumigaciones aéreas.
En la vereda Guayabo, ubicada a una hora en lancha desde Tumaco, viven cerca de 100 familias, todas descendientes de esclavos cimarrones.
El trayecto de Tumaco a las veredas del río Mexicano, solo se puede recorrer en lancha. El pasaje, ida y vuelta, cuesta 100 mil pesos, un valor demasiado alto para los habitantes. El afluente se seca día a día e impide el desplazamiento.
Campamento de las Farc en la zona veredal La Variante, Tumaco. Con la desmovilización de la guerrilla, llegaron otros grupos ligados al narcotráfico que quieren seguir manteniendo el negocio.
En el último año, los cultivos aumentaron en un 90 por ciento, según el contralmirante Carlos Serrano, comandante de la Fuerza de Tarea Poseidón contra el Narcotráfico. Ya alcanzan 16.920 hectáreas aunque la cifra podría llegar a 29.000.
La Policía Antinarcóticos hace presencia en la zona. Este año el gobierno ha erradicado 5.000 hectáreas en todo el país, y de estas, 424 en Tumaco. La meta total es de 50 mil para 2017.
El Ejército utiliza los helicópteros para trasladar a los policías encargados de la erradicación.