El proceso contra José Elías Melo, quien trabajaba con el fiscal Néstor Humberto Martínez para el Grupo Aval, es clave para desenredar el escándalo Odebrecht.
Mientras los medios de comunicación colombianos volcaron su atención en el atentado del ELN en la Escuela General Santander y en la crisis interna en Venezuela, en los juzgados se están llevando a cabo una serie de audiencias cruciales para desenredar el escándalo de corrupción de la multinacional Odebrecht. Un caso trascendental es el de José Elías Melo, expresidente de Corficolombiana, compañía del Grupo Aval (donde el fiscal Néstor Humberto Martínez trabajaba como abogado) y principal socia de Odebrecht. El hashtag #ElfocoEsOdebrecht ha vuelto aparecer. Les explicamos por qué.
El 17 de enero, justamente el día en el que se llevó a cabo el atentado contra la Escuela de Cadetes General Santander – donde murieron 21 estudiantes y más de 60 resultaron heridos – el Tribunal de Administrativo de Cundinamarca dio a conocer un fallo en el que aparece el nombre de José Elías Melo, quien como presidente de Corficolombiana habría autorizado coimas para Odebrecht sin justificación alguna, en el marco del proyecto Ruta del Sol.
Mauricio Milán Drews, gerente designado y presidente de Episol, firma adscrita a Corficolombiana, señaló que durante la ejecución del proyecto, por órdenes de Melo, se autorizaron pagos injustificados a Odebrecht. El tribunal también sacó a la luz una declaración del exsenador Otto Bula sobre los sobornos que habría hecho el expresidente de Corficolombiana, firma, recordemos, que le pertenece al Grupo Aval, donde trabajaba Martínez. La Fiscalía también acusó a Melo de pagar coimas para que Odebrecht se quedara con la licitación de la Ruta del Sol II.
Según Bula, “Melo autorizó con su visto bueno los pagos, dado que el dinero estaba en la Fiducia de Corficolombiana”. Unos días más tarde, el 22 de enero, se llevó a cabo la segunda jornada de práctica de pruebas contra Melo. Ese día habló Luiz Antonio Mameri, expresidente de Odebrechet para América Latina y Angola. El directivo brasileño, quien tenía como obligación aprobar los desembolsos de los sobornos para Odebrecht, tenía como ficha en Colombia Luiz Eduardo Bueno, quien dijo que Melo tuvo total conocimiento de las coima por 6,5 millones de dólares, pagados a través de empresas ficticias y para cuyos giros el Banco de Bogotá habría servido de plataforma.
Mameri aceptó que sabía sobre los pagos al viceministro de Transporte del gobierno Uribe, Gabriel García Morales, para quedarse con con la adjudicación del segundo tramo de la Ruta del Sol. “Supe que Luiz Bueno llegó a un acuerdo con García Morales para la adjudicación y que el compromiso era el pago de 6,5 millones de dólares. Para hacer ese pago se necesitaba mi autorización. Cuando autoricé sabía que estaba aprobando el pago de una coima”.
Sobre la responsabilidad de Melo, el testigo dijo que para él era “más que natural que todos los socios pagaran su respectiva cuota. Por supuesto dentro de lo que corresponde a cada uno en el proyecto. Sé que Corficolombiana tenía el 30 por ciento del proyecto. El 30 de 6,5 millones de dólares representa casi 2 millones de dólares”. En el juicio hubo una pregunta clave: ¿Melo actuó solo como representante del Grupo Aval? Memeri respondió que sostuvo tres reuniones con la cúpula de Odebrecht en Bogotá. Allí, señaló, participó Melo, “el señor Sarmiento” y las cabezas de la multinacional brasilera. El testigo no aclaró si se estaba refiriendo a Luis Carlos Sarmiento Angulo, dueño del Grupo Aval, o a su hijo, Luis Carlos Sarmiento Gutiérrez.
“No sé indicar quién hizo el pago de los 6,5 millones de dólares. Mi rol fue hacer la aprobación. Los detalles de la transacción bancaria no los podría indicar, yo solo autoricé el pago. Luiz Antonio Bueno Junior (que fue presidente de Odebrecht para Colombia) fue quien pactó los detalles para concretar el pago”, agregó Mameri. En la reunión en Bogotá, supuestamente, no se habló de sobornos. Sin embargo, dijo que Melo señaló que hablaría con Sarmiento Gutiérrez sobre las coimas pero aún no hay certezas sobre si lo hizo o no. En todo este enredo hace falta ver cuál fue el papel de Néstor Humberto Martínez, entonces abogado de Sarmiento.
Luiz Bueno, encargado de Odebrecht en Colombia, confirmó en días pasados que Melo tuvo responsabilidad en los pagos de sobornos. “Yo le comento a él (Melo) lo que había pasado la noche anterior, se pone de acuerdo con el pago de 6,5 millones de dólares, pero me dijo que tenía una dificultad: por un tema del compliance el Grupo Aval no podía completar su pago para Gabriel (García Morales). Entonces yo dije a él que Odebrecht adelantaría la parte de Corficolombiana, haría el 100 por ciento de sus pagos y nosotros haríamos el cruce de cuentas más adelante en la construcción de la carretera”, aseguró Bueno.
En el telón de fondo está la muerte del exauditor de la Concesionaria de la Ruta del Sol, Enrique Pizano, así como de su hijo Alejandro; muertes aún sin aclarar. Noticias Uno y El Espectador revelaron recientemente audios en los que habla Néstor Humberto Martínez, como asesor jurídico del Grupo Aval, con Jorge Pizano. En las grabaciones Matínez asesora a Pizano, diciéndole que en el proceso había varias irregularidades por delitos como soborno, lavado de activos, hurto agravado y estafa. El mismo fiscal admitió más adelante que tenía conocimiento sobre irregularidades en el contrato de la Ruta del Sol.
En las grabaciones, el hoy fiscal dice lo siguiente sobre Odebrecht: “Son unos pícaros, marica, entonces se putió esta compañía, se putió, hermano. Pizano le habló a Martínez sobre unos contratos que no tenían explicación. Y en la grabación aparece lo siguiente:
“Néstor Humberto Martínez: ¿Estas son coimas, sí o no? Diga cómo es cierto, ¿sí o no?
Jorge Pizano: Pues hombre, no tengo certeza
Néstor Humberto Martínez: Ya usted se metió en esto y el único guevón que va a terminar es usted, hijueputa”.
Según Martínez, después de conocer las irregularidades habló con Luis Carlos Sarmiento Angulo, entonces jefe suyo. Con el proceso de Melo y las confesiones de los magnates brasileros, el hoy fiscal general de la Nación puede quedar contra las cuerdas.
