La artista Sara De Colores intervino los billetes que circulan actualmente y propone una reflexión sobre el valor en el arte y en la economía. Hablamos con ella.
I
Vivimos en la era del dinero fíat.
Con la quiebra del patrón oro, en la época de Nixon, el dinero dejó de tener un respaldo material —que solía estar los lingotes de oro que almacena el Banco Central en sus bodegas.
Se llama fíat porque depende de la autoridad que lo decreta.
II
El arte, por su lado —al menos desde que se llama a sí “contemporánea”— trabaja con el valor y procura crear valores nuevos, parámetros nuevos con los cuales se pueda juzgar a sí misma.
El arte no tiene que ser “buena” ni pretender gustar, pues precisamente si es “buena” es porque entró en los parámetros establecidos ya fijados.
III
Así como el lenguaje y el dinero, que son instituciones gemelas y se valen ambas de la representación para simbolizar el mundo, el arte y el dinero son, a su vez, máquinas que marcan y ponen en circulación el valor.
En un caso el artista produce nuevos valores artísticos a través de obras que intervienen en ese sistema; en el otro, el Banco Central produce valor monetario a través de sus billetes.
IV
¿Cómo se establece el valor en un país cuyo 2% del PIB corresponde al negocio de la cocaína? ¿Cómo se establece el valor en un país en el que asesinan diariamente a líderes sociales? ¿En el que gobernantes dicen sin sonrojo que el Estado no está para cuidar y que los ciudadanos son unos atenidos?
¿Es una redundancia hablar de dinero sucio? ¿No es por definición el dinero algo cochino?
Nidea.
En todo caso, así se llama la última serie de la artista Sara de Colores (Sara Vélez): “Dinero sucio”.
V
La serie toma a los billetes de distintas denominaciones y los interviene. Si alguna vez el billete de mil tuvo la imagen del asesinado Gaitán, en esta nueva impresión lleva la cara de Abelardo de la Espriella, el polémico abogado que alguna vez dijo que “Salvatore Mancuso dio una lucha que hemos debido dar todos los cordobeses”.
(Aunque no hay impresión, propiamente, pues se trata de ilustraciones digitales).
Si antes, el billete de 10.000 lo estampó la cara de una indígena emberá, luego la de Policarpa, más recientemente la de Virginia Gutiérrez, esta serie propone a María Fernanda Cabal como efigie del billete de ese valor.
En esta “reimpresión” del papel moneda colombiano los encargados de ponerle la cara a los billetes van desde Marta Lucía Ramírez, hasta Alberto Carrasquilla; desde German Vargas Lleras hasta Juan Manuel Santos.
La primera imagen salió en redes a finales de febrero y cada tanto la artista fue emitiendo nuevos billetes con nuevas caras. Pero no había sólo billetes en la serie. “Dinero sucio” también ilustró por ejemplo la relación de Duque con el Ñeñe…de la política con el narcotráfico.
¿Qué significa que estas caras visibles de la política nacional estén en estos papeles que representan el valor? ¿Qué pasa cuando en un sistema de valor se pierde la confianza?
Hablamos con esta artista paisa sobre la producción de valor, sobre las formas de producción de arte en épocas de cuarentena y sobre la circulación del dinero en Colombia.
Aquí la entrevista:
A los artistas se les suele preguntar por muchas cosas pero entre esas no aparece con frecuencia la pregunta por las condiciones materiales de existencia, que llaman algunos. ¿Cómo te ganas la vida?
Soy licenciada en arte y soy una artista independiente, ¿cierto? Me gano la vida vendiendo mis cosas, haciendo encargos: murales, dibujos, ilustraciones. Es muy difícil vender arte. No podés llegar y hacer una obra hermosa, con un concepto interesante y venderla por millones fácilmente…no hay una cultura donde se le dé valor al arte, a los artistas nos toca vivir de lo que nos encarguen. Si me encargan una virgen, pues le pinto a la virgen. Todo esto de los billetes, que ha circulado muy bien, ha hecho que mi trabajo se conozca.
Pero también doy clases de dibujo y de pintura, tengo a dos estudiantes… Estoy dándole clases a una chica que pinta con la nariz, la chica tiene parálisis cerebral entonces las clases tienen que ser presenciales. Durante las primeras semanas de cuarentena, tuve suspendidas las clases, pero hace poquito retomé… con todas las medidas de seguridad, claro. La otra chica vive en Estados Unidos entonces las clases con ella son virtuales. Nos está tocando a los artistas apuntarle a trabajar de manera virtual, mirar nuevas herramientas y nuevos medios. Nos toca adaptarnos.
¿Cómo se mueve el mercado del arte en cuarentena?
Las personas no tienen un conocimiento muy específico sobre el valor de las obras, a menos que seas un comprador de arte de la elite. Entonces el tema de los precios es un tema complicado. Ahora en cuarentena tengo una especie de promoción que me obligue a hacer otras cosas, dibujos digitales. Hay como un paradigma todavía de que el arte es óleo sobre lienzo únicamente. Es difícil lidiar con ese asunto de darle valor a algo pero pues al menos esta serie ha pegado bien. Finalmente, hay que darle a todo, tratar de diversificar un poco y tratar de aprovechar la cuarentena. Pensé que la cuarentena me iba a afectar mucho más, pero este asunto de los dibujos digitales está pegando, no sabía que era tan frecuente vender obras digitales.
Ahorita el arte esta cambiando, es un menaje para los artistas que siguen pegados al pincel. Tienes que cambiar o morir, estamos en un medio que dice eso. El arte tiene esa responsabilidad de cambiar con el mundo y el dibujo digital tiene esa potencia de servir como una herramienta.
¿Como es el proceso de producción artística?
Tengo 26 años y he dibujado toda mi vida. Dibujo desde que tengo capacidad de agarrar un lápiz y de manera serie lo hago desde que terminé el colegio. La ilustración digital es difícil, como artistas a veces somos muy tercos…no creas que al principio llegué y cogí la tablet…es difícil porque es otro medio. Tenés que estar expuesto a una pantalla donde no vas a tener total control de una hoja en físico, que podrías poner en el piso y mil cosas más. La experiencia con el material es distinta. Ya no tenés la sensación del papel, de los colores, del olor y eso angustia un poco. Pero ¿sabes qué? si uno tiene las habilidades y una sensibilidad frente a lo que está haciendo, es fácil. Esta técnica la empecé a trabajar hace menos de un año.
Parece una técnica hecha a la medida de los tiempos de ahora.
Fue una cosa muy loca, estaba hablando eso con mi pareja. Estamos los dos viviendo de esto -de la serie, de mi trabajo- entonces fue una de las mejores decisiones que he podido tomar, aventurarme a ilustrar en digital.
Publicaste el primer billete de la serie el 27 de febrero en twitter. ¿Cómo funciona la circulación de una obra como esta a través de internet?
Saqué el primer billete en esa fecha, había hecho un análisis del billete original para conectarlo con la historia de María Fernanda Cabal. Y ese billete, el de diez mil, estuvo metida como unos líos a mediados de marzo. Yo no reviso mucho esto de las redes al publicar, entonces no entiendo aun cómo tuvo impacto de repente. Dibujé, lo monté en Facebook y eso se puso a rodar de manera impresionante. Aunque rodó más por twitter y es raro porque yo no tenía twitter en ese momento y tuve que abrirlo. Muchas personas empezaron a utilizarlas de otra manera, con otras intensiones…pero bueno: mi intención es esa que ruede, que este por ahí dando vueltas.
El arte y el dinero son formas de producción de valor. ¿En qué se diferencian y en qué se parecen estas máquinas de producción y circulación del valor?
Antes de hacer la serie yo estuve pensando en cómo simbolizar la corrupción. La corrupción ha llegado a un punto en el que se salió de control, entonces quise darle relevancia a un tema que se ha normalizado de manera muy extraña; simbolizar ese tema tan especifico que nos tiene agobiados por el dinero. Vi que la manera era hacerlo a través de los billetes y de su simbología, donde están esos personajes importantes y hay recursos naturales importantes -temas, en fin, de los que nos sentimos orgullosos, digamos. Pero sí, quiero trabajar más ese tema de la circulación, desde otras actividades.
¿Qué tipo de actividades?
He estado pensando mucho en la idea del monopolio.
¿El juego de mesa? ¿El concepto económico?
El juego de mesa trasladado y pensando maneras de gobernar. La serie Dinero sucio es puntualmente una denuncia al sistema al que estamos sujetos en este momento y a las maneras como han gobernado. Entonces quiero darle un movimiento más ese billete, una vuelta más.
Los que hacen legitimo el dinero en varios billetes de esta serie son las AUC. ¿Qué proyectos políticos le están dando valor a nuestro dinero en Colombia?
Te voy a decir una cosa: uno da muchas veces por obvias ciertas noticias. Yo leo noticias todos los días, me trato de informar de muchas maneras. Cuando empecé con este asunto de los billetes vi que había un grupo armado que aparecía constantemente y que estaba relacionado, estrechamente, con muchos de los políticos que salen en los billetes. Par mí era importante poner al grupo armado en los billetes. Es que las actividades que hace esta gente…en la cara nos están diciendo que están con ellos.
¿Qué piensas entonces de los personajes que salen en los billetes oficiales?
Es que mira, ahí hay, en esos billetes, una mirada muy apegada a unas maneras de concebir a la historia correctamente. De simbolizar a personajes que fueron importantes, a ciertos personajes. Pero para mí, por ejemplo, Débora Arango debería estar en un billete de mucho más valor que el de dos mil pesos. Igual con la antropóloga que está en el billete de diez mil, Virginia Gutiérrez.
En “Dinero sucio” lo que hago mirar a esos personajes aliados a un tipo de contexto en el billete. Porque ahí hay un contexto histórico que cuenta la vida del personaje…me interesó ver más el contexto general de los billetes: el rio Amazonas, el Valle del Cocora, Ciudad Perdida y pensar esos lugares en relación al daño ambiental, un tema al que no se le presta suficiente atención, me parece.
¿Cuál es la función crítica del arte en un país como Colombia?
Pienso que tiene un valor fundamental. En este momento de la historia están pasando muchas cosas, estamos demasiado informados, pero al mismo tiempo paralizados, no hacemos nada con esa información. El arte siempre ha sido un contador de contextos de historia tremendo. Pero el arte, también, tiene una función importantísima porque puede sensibilizar al pueblo Y ni siquiera te hablo de esta serie, porque esta serie es directamente una crítica social y política. Creo que el arte tiene que incitar al análisis crítico, a generar conciencia y obligar a la gente a pensar. Ahorita no estamos para pintar cosas bonitas ni para hacer paisajes lindos. El arte nos podría quizás, soñando en un mundo ideal, salvar y salvar a través de promover un pensamiento crítico y unas maneras de sentir destinas.
¿Consideras que esta es una obra conceptual?
En el arte tiene que haber una relación entre lo visual y lo conceptual. Si logras generar una relación entre la teoría y algo visual, lo lograste, lograste algo interesante. El concepto en esta serie esta muy claro y es muy específico. Entonces la respuesta es sí, hay un concepto claro y una investigación detrás. Es importantísimo que una obra tenga conceptos.
¿Cuál es el lugar de la legalidad en estas reflexiones?
El nombre de la serie es “Dinero sucio” por esa razón. Cuando pensé en el personaje, la idea general era plasmar a un señor muy poderoso…a Sarmiento Angulo. Él es una persona muy poderosa en el país, y quise representarlo en relación a eso, al dinero, al poder. Los dineros terminan siempre retornando a su mayor inversor. Aquí la circulación del dinero es una locura, aquí no hay control con eso. ¿¡por qué no dar esa visión en los billetes? No sé si me meteré en problemas con las accione que tengo pensadas, pero me interesa.
Me interesa mucho en tema de la circulación, de la legalidad y la legalidad en el dinero. Apenas acabe con los billetes…mira que estos billetes han rodado por muchos lugares y han llegado, he sabido a grupos extraños, grupos de ultraderecha. Finalmente, esa circulación me podría generar problemas, si alguien se decide a demandarme, no lo sé, creería que lo puede hacer. Pero, de nuevo, ese es el tema del arte, el dilema de hasta dónde pueden bloquear una manifestación artística y de cómo circula en qué círculos. Ese tema jurídico, de la legalidad está ahí…
¿Por qué no sale entonces en ningún billete representando Luis Carlos Sarmiento Angulo?
Para mí es muy obvio que Sarmiento Angulo está ahí, de manera implícita. Pero me quise fijar en la clase de personas de las que se rodea. Sarmiento Angulo es muy poderoso, pero él no puede llegar al Congreso un día cualquiera y decir hagan esto y esto. Pero lo que sí tiene son unos aliados que lo pueden hacer por él. Esas personas hay que analizarlas, las que dan la cara. Sarmiento Angulo es el papá, pero a Uribe lo reconocen más fácil…
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