Recorrimos la capital del Cesar días antes de la segunda vuelta, una ciudad que además de sonar a vallenato, es un fortín uribista. Por: Santiago de Narváez
Noche de jueves
A Petro le faltó muy poco para ganar en primera vuelta en Valledupar. El 25 de mayo Duque le sacó a Petro una ventaja de apenas 1.011 votos en la capital del Cesar.
Pero nada de esto le importa a Enrique, habitante de calle que nos acompaña hasta el hotel dando zancadas. Son las once de la noche del jueves y el dueño del estanco, frente a la plaza Alfonso López, donde estábamos refrescándonos, no nos dejó devolvernos solos.
Enrique es de Manizales pero se vino a Valledupar hace unos años. “Pues por ahora estoy en el vicio”, responde cuando le pregunto que a qué se dedica. Dos perros callejeros nos acompañan. En el camino nos encontramos unos veinte perros más que tienen por casa el asfalto tibio del centro de Valledupar.
“Pero no, a mí la política no me importa. Yo no voy a votar. Eso todos los manes son la misma vaina. A mí qué me va a afectar que llegue el uno o llegue el otro”, dice Enrique y nos pide que le soltemos cualquier ayuda cuando termina de acompañarnos hasta el hotel.
Suena en la esquina una canción de Diomedes.
Mañana del viernes
Son las nueve de la mañana y la luz ya se atrincheró en la ciudad. Entramos a una tienda no tanto para desayunar como para guardarnos de la violencia del sol.
(Mockus y Claudia López se acaban de adherir, en Bogotá, a la campaña de Petro).
Luego caminamos desde el hotel hasta plaza Alfonso López. Las ventanas de las casas coloniales del centro de la ciudad se reparten inequitativamente la publicidad política de la segunda vuelta. Si los volantes y los afiches que empapelan la ciudad decidieran la elección, Duque saldría presidente.
Tarde del viernes
La sede de campaña de la Colombia Humana está junto a una iglesia cristiana que lleva el nombre “Linaje Real”. Suena un vallenato que dice que allá están los corruptos y que Uribe es uno de ellos. Las rimas no cuadran. Adentro, en las paredes hay imágenes: Carlos Pizarro con la mirada hacia el horizonte, o un letrero que dice ‘Petro Presidente’. Varias sillas rimax, un perro amarrado a un palo con una cabuya y una olla de sancocho quemada sobre un fogón de leña.
La conversación con Larry Álvarez, gerente de la campaña de Petro en el Cesar, tiene lugar debajo de un árbol de mangos. A esta hora, los mosquitos se vuelven asesinos.
Larry es elocuente, como un político. Es, de hecho, un político con experiencia. Empezó a trabajar con Petro hacia el 2005, cuando este era congresista y Larry estudiaba Derecho. Estuvo en el proceso de fusión del Polo Democrático Alternativo, participó en el Primer Congreso del Polo y en la creación de los estatutos del partido. Se salió del Polo incluso antes que Petro. En el 2010 se fue a trabajar como asesor jurídico del gobernador en el Guaviare. Y cuando Petro quedó de alcalde de Bogotá, llamó a Larry para ser subdirector del IDRD. Ahora es quien lidera la campaña de la Colombia Humana en el Cesar.
Wilson Hernández es emprendedor, nació en Valledupar. Nos intenta convencer para que lo apoyemos. “El proyecto se trata de llevar turistas a Ciudad Perdida desde aquí, desde Valledupar, que es más bonito y no sale tan caro para el turista”, dice, persuasivo, y nos pregunta si sabíamos que el turismo, a nivel mundial, es la mejor economía.
¿Y cuál de los dos candidatos cree que la apuesta más al turismo?, le pregunto a Wilson debajo de su techo roto. “A mí de pronto la política de Petro, pues puede que sí me parezca”, responde. “Lo que a mí me impacta de él es que yo no le vi progreso cuando fue alcalde en Bogotá. ¿Me entiende? Yo por ejemplo estuve en la calle del Bronx vendiendo mochilas wayúu.
Larry: parte dos
¿Creen que la presencia de Uribe –el expresidente iba a visitar la ciudad el día siguiente– mañana va a recuperarle votos a Duque?
“Yo no creo”. Larry mira al árbol que tiene encima y pregunta qué será lo que están comiendo esos loros allá arriba.
¿Por qué Uribe tiene tanta influencia acá?
“Mira, si ustedes hacen una revisión de archivo, verán que Uribe se posesiona y al día siguiente estaba en Valledeupar. ¿Qué importancia estrategia y simbólica tiene para el man que se posesione y se venga pa acá? De vainas no se posesionó acá porque le tocaba hacerlo en Bogotá. Este es un enclave estratégico para él”.
¿Cómo se ha sentido en el Cesar la moderación de Pero hacia el centro? ¿La gente ha sintonizado? ¿Sí le creen?
“Mira, yo he hablado con gente que ustedes no tienen ni idea. Incluso gente de Cambio Radical que nos dice que no nos puede apoyar de frente, pero que toda la gente de ellos está con nosotros. El martes hicimos una rueda de prensa con gente del Partido Liberal, de los verdes, los partidos que ya venían. Gente que ya venía con nosotros pero llegaron también indígenas, conservadores. Y está llegando, en serio, mucha gente”.
Larry, ¿cómo están consiguiendo apoyos en esta última semana?
“Hacemos reuniones con gente de distintos sectores. Ahora tengo una reunión con profesionales en Cámara de Comercio. Yo voy, les echo la carreta y al final les decimos que estamos en unas condiciones difíciles, que estamos en la recta final y que necesitamos que nos ayuden”.
Sábado
Para alguien que no le gusta el vallenato, vivir en Valledupar es inviable. La música lo busca a uno a donde quiera que uno vaya. A la hora que sea. Con el clima que sea. Y con el estado de ánimo que sea. Hasta en los carros lo persigue a uno. No por la música de los radios, sino por las calcomanías y pinturas con caras de cantantes famosos. Hemos visto ya varios carros estampados con la imagen de Silvestre Dangond. Silvestre apoya a Duque.
(En el corregimiento de La Loma, en el municipio de El Paso, Uribe iba a dar un discurso con la campaña de los simpatizantes de Duque cuando un enjambre de abejas atacó la concentración. Tuvieron que evacuar y Uribe no pudo dar el discurso. Desde la campaña de Duque acusaron a la campaña de Petro de ejecutar un ataque bioterrorista).
Wilson: parte dos
“Las vainas sociales y la igualdad y todo eso ¿si me entiende? yo no veo eso en ninguna propuesta de ningún candidato. Yo me baso en la forma de Duque”, cuenta Wilson diciendo que se inclina más por el candidato de derecha, “porque me da una propuesta de no llevar a Colombia a una forma socialista. A mí eso miedo no me da, porque no soy yo el que va a llevar del bulto como pobre. El que va a llevar del bulto es el que tiene plata”.
“La gente se afana más a la forma política que a la forma social”, dice Wilson. “Allá en Barrancabermeja, cuando estuvo la Farc, ellos administraban allá y allá mandaba la guerrilla. Analice y verá lo que es la ultra derecha y lo que es la izquierda en Barrancabermeja. Cuando estaba la guerrilla pasaba el tubo de gasolina: venía la guerrilla con carro tanques y tracto mulas y sacaban gasolina para ellos, ¡para ellos!”, dice Wilson. “Y le vendían a las bombas de gasolina más cercanas, pero ¡para ellos!”.
“Cuando se metieron las autodefensas, cuando se metieron los paracos allá, ellos le daban gasolina a ¡todo! mundo. Un pelao hasta de ocho años tenía plata, ¿entonces cuál es la diferencia dentro de la forma social? ¿Cuál es la diferencia? Lo que yo no comparto dentro de la guerrilla, lo que es el socialismo es eso. Porque yo lo vi”.
Larry: parte tres
Volvemos en la tarde a la sede de campaña de Petro. Larry está organizando lo de los testigos electorales pero nos recibe amable en su oficina. El ventilador está a todo taco.
Si Petro queda presidente, ¿qué va a pasar con el Cesar?
“Realmente el Cesar es una pieza estrategia en la implementación de la Colombia Humana. Este era un departamento que era industrial. Con industria agrícola. Acá se producía todo lo que se consumía de leche en los países de la región. Aquí había algodón, arroz, empresas de café propio. Entonces cuando llegó la minería, hace unos 20 años, eso cambió la vocación del departamento. Nosotros ni siquiera tenemos la seguridad alimentaria nuestra. Todo el tema de retomar la vocación agroindustrial es absolutamente importante. Petro lo sabe”.
Si Petro gana el domingo, y le ofrece alguna cosa, ¿en qué sector del gobierno le gustaría estar?
“Pues la verdad no he pensado en eso. Honestamente no he pensado en eso. No sé. Quizás un tema relacionado con lo administrativo o derechos humanos, yo soy abogado. Habría que mirar. Igual aquí uno es una especie como de soldado entonces uno ayuda donde toque”.
Y si no llegan a ganar la segunda vuelta, ¿le gustaría mirar una candidatura regional?
“Hay gente que dice que nosotros ganamos en cualquiera de los escenarios. Tanto perdiendo como ganando. Entonces hay un hito ahí histórico. Pero nosotros no estamos para estar dejando constancia, para decir ‘ay, llegamos a segunda vuelta’, nosotros estamos apostándole a construir un país diferente y eso se hace accediendo al poder democráticamente como lo estamos demostrando”.
¿Como ven estos últimos días previos a las elecciones?
“Mira, hay una cosa que es bien importante y es que por primera vez tú tienes a todos estos políticos arrinconados, por primera vez están juntos. Yo decía en una reunión: haga de cuenta que usted tiene en su casa todas las cucarachas en un rincón y el 17 el voto suyo es como la escoba, usted tiene la oportunidad de sacar todas las cucarachas en un solo viaje. Ese es el mensaje que hay que darle a la gente y tienen que entender que todos esos, con todas las enemistades que tienen entre ellos, se juntan porque entienden que Petro pone en peligro todos sus negocios e interés”.
Wilson: parte tres
¿Qué necesita este país, Wilson? ¿Para usted, cuál es la solución?
“Vea, en la forma social, yo pienso que como Estado tengo que llegar con proyectos a la gente. Si un muchacho va a estudiar, quiere estudiar, yo tengo que empezar a facilitarle al muchacho esa facilidad desde los cinco años, su bachillerato, un derecho a la capacitación, todo eso”.
Domingo
Tres días seguidos de calor sin calma.
(El periódico El Tiempo publicó un editorial en la que respalda la candidatura de Iván Duque).
Valledupar es religiosa. Quiero decir, en el sentido religioso que hay en la fe y en la devoción. Cada establecimiento, cada casa, cada tienda, tiene su estampita, su foto, su imagen (a veces su altar) de Diomedes. Diomedes tiene estrella en el hall de la fama de Valledupar. Diomedes es a Valledupar lo que el Divino Niño es al resto del país. Se cae la imagen de Diomedes al piso y es como si se cayera al piso agua bendita.
¿Usted cree que si Diomedes estuviera vivo, y se lanza a la presidencia, gana las elecciones?, me pregunta Sebastián Comba, el fotógrafo que me acompaña en Valledupar.
En el calor se disuelve la pregunta.
Puede seguir a Santiago en Twitter acá.