OPINIÓN| Paloma Valencia publicó un video en el que aparece Petro recibiendo fajos de billetes en un escenario confuso. Esto eclipsó todo lo que está sucediendo en el país.
Por: Juan Pablo Sepúlveda y Maria Alejandra Rodríguez
La semana pasada, el Congreso de la República fue el centro de atención mediática. Los senadores Jorge Enrique Robledo, Gustavo Petro y Angélica Lozano citaron al fiscal general de la Nación, Néstor Humberto Martínez, a un debate con el fin de demostrar su implicación en un escándalo de corrupción de Odebrecht. En el capítulo Colombia, las operaciones ilícitas de Odebrecht podrían haber movido por lo menos 50.000 millones de pesos.
Con esos 50.000 millones, usted podría comprar los siete apartamentos más lujosos de Bogotá, o le podría pagar el salario mínimo durante un año a 7.459 personas, o comprarle un mercado para todo el año a 12.500 familias, o usar 45 años el Transmilenio (con el pasaje a 2.300).
Pero, a pesar de las cuantiosas cifras de corrupción en las que estaría implicado, no fue el fiscal Martínez quien se llevó la corona de la atención en el Congreso.Todos los reflectores apuntaron al líder de la oposición, Gustavo Petro.
Resulta que cerca del final del debate la senadora Paloma Valencia (del Centro Democrático), logró darle un giro de 180 grados a la discusión; o más bien, logró centrar la atención en otro escándalo. En las pantallas del Congreso, la congresista reprodujo un video antiguo donde aparece Petro recibiendo unos fajos de billetes que sumaban 20 millones de pesos y metiéndolos en una bolsa. A los pocos minutos de emitido el video, el debate terminó sin que Petro pudiera dar alguna explicación. Entonces, la interrogante de qué hacía Petro recibiendo ese dinero quedó al aire, con lo que se abrieron nuevas interroganates para la opinión pública.
Lo cierto es que, con el video, Paloma Valencia cambió el foco de atención, y en la última semana en nuestro país se ha hablado más de Petro que del fiscal y Odebrecht. El debate de control político en el Congreso, orientado a esclarecer el rol del fiscal en la polémica de los 50.000 millones de pesos, pasó a enfocarse en el líder de la oposición y sus 20 millones de pesos.
¿Cómo se perdieron $50.000 millones?
La respuesta corta es que es la suma de sobornos entregados por Odebrecht.
Odebrecht, para los que no tengan claro, es una empresa constructora de origen brasileño con incidencia en toda Latinoamérica: hacen obras grandísimas que cuestan mucho dinero. En Colombia, Odebrecht pagó 50.000 millones de pesos a diferentes personas influyentes –las que toman decisiones para que una obra se haga o no– para ganar las licitaciones y contratos de construcción de proyectos como el segundo tramo de la Ruta del Sol (una red de carreteras que conecta el centro del país con la costa).
Las personas reciberon los sobornos a través de cuentas bancarias en Andorra o Panamá (cuentas en paraísos fiscales e banco incluso a nombre de otras personas), a través de contratos fantasma o contratos con empresas que no existían. Así se volvió difícil rastrear a aquellos que estaban siendo sobornados.
Roberto Prieto (jefe de la campaña presidencial de Juan Manuel Santos) por ejemplo, quedó salpicado por recibir en 2010 un dinero para afiches electorales (400 mil afiches) y, más tarde, en 2014, Odebrecht pagó mediante Prieto una encuesta que costó 1.200 millones de pesos. Por esta razón Prieto terminó en prisión.
En el tema de la Ruta del Sol, los salpicados y encarcelados hasta ahora han sido Gabriel García Morales (director del Instituto Nacional de Concesiones, quien recibió 6.5 millones de dólares); los hermanos Enrique y Eduardo Ghisays (por ayudarle a Morales a camuflar la plata como legal); y José Elías Melo (director de Corficolombiana, empresa socia de Odebrecht en Colombia).
Otro caso es la carretera entre Ocaña y Gamarra (entre Norte de Santander y el Cesar) que hacía parte de la Ruta del Sol. Esta vez los salpicados fueron Otto Bula y el ‘Ñoño’ Elías (ambos congresistas), quienes hicieron presión a quienes entregaban los contratos de la carretera para que se los dieran a Odebrecht. Otros 24 empresarios y funcionarios vinculados a la carretera Ocaña-Gamarra fueron investigados por recibir sobornos para que la empresa brasileña se ganara la licitación.
No se sabe aún quienes son todas las personas que recibieron dinero, coimas o contratos de la compañía brasileña. Tampoco se sabe quiénes sabían al respecto y no dijeron nada. Por ejemplo, el contrato Navelena era para recuperar la navegabilidad del río Magdalena. Odebrecht tenía el 83% de esta licitación, y el Banco Agrario (del Estado colombiano) terminó prestándole a la empresa brasileña 120.000 millones de pesos aunque la Superintendencia de Sociedades había anunciado que Odebrecht estaba en quiebra. El préstamo, no obstante, fue aprobado por la Junta Directiva del Banco Agrario, y personajes influyentes como el exministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, hicieron parte de la junta que tomó estas decisiones.
Como vemos, este escándalo es mucho más profundo que el video de Petro, pero la atención que ha recibido, incluso por las instituciones, no ha sido suficiente.
Del debate sobre Odebrecht al debate contra Petro
El escándalo de Odebrecht en Colombia “revivió” hace unos días con unas grabaciones que reveló Noticias Uno. En estas, Enrique Pizano, el exauditor de la firma Corficolombia (que hace parte del Grupo Aval), cuenta que él le explicó a Néstor Humberto Martínez que él creía que había irregularidades en la adjudicación de contratos con Odebrecht en Colombia. El Señor Martínez era, en el momento de la confesión de Pizano, el abogado de Luis Carlos Sarmiento Angulo, la cabeza del Grupo Aval, es decir, el dueño de Corficolombia.
Los videos salieron a la luz porque Pizano murió de un infarto cardíaco. El lío es que aunque Néstor Humberto Martínez supo que hubo irregularidades en los contratos con Odebrecht no dijo nada al respecto. Y luego, en 2016, Martínez fue nombrado fiscal general de la Nación.
Aunque todavía no se sabe qué tanto conocimiento tuvo el fiscal sobre los sobornos de Odebrecht mientras se pagaron, después de que las confesiones de Pizano salieran al aire, la Corte Suprema de Justicia aprobó que se nombrara un fiscal ad hoc para investigar el caso . Este fiscal va a estar enfocado únicamente en la investigación de Martínez y su posible implicación con el caso Odebrecht.
En todo caso, aunque la cifra del escándalo Odebrecht es alta y los implicados sean personas “poderosas” o influyentes, parece que a la sociedad civil le pareció mucho más importante el video que mostraron de Petro. El senador de la Colombia Humana ha estado mucho más en las bocas y en los oídos de los colombianos que el fiscal en la última semana. Y no se trata de bajarle el volumen a la denuncia de Paloma Valencia, sino de poner todo en sus justas proporciones.
¿Entonces el video de Petro no importa?
Claro que sí. Es un congresista, un ex candidato a la presidencia y ex alcalde de Bogotá. Petro tiene el deber de presentar todas las pruebas sobre el origen del dinero con el que aparece en el video. En el video –de casi 16 minutos–, Juan Carlos Montes, exmilitante del M-19 y ex subdirector técnico de la Unidad de Mantenimiento Vial de Bogotá, habla con Petro acerca de las “expectativas” que hay sobre un negocio y sobre Javier Cáceres, un político de Cambio Radical y ex presidente del Senado condenado por parapolítica.
La senadora Valencia, durante el debate, vociferó que la plata del video venía de Diosdado Cabello (de Venezuela), “¿o será que es la plata de Odebrecht para financiar la campaña de Santos?”, gritó. Por ahora, Petro aclaró que los 20 millones de pesos eran un préstamo del arquitecto Simón Vélez para la precandidatura presidencial de Antonio Navarro por el Polo para 2006. El problema es que Vélez ni aparece ni se nombra en el video.
Según el exalcalde, el vídeo es de 2005, época en la cual era representante a la Cámara por Bogotá con el aval del Polo Democrático Independiente, diferente al partido actual Polo Democrático Alternativo. El vídeo puede ser de 2009 por varias inconsistencias en la defensa de Petro, pero esa es apenas una de las dudas que tiene que aclarar el senador. En pocas palabras, Petro aún nos debe respuestas sobre el origen de los 20 millones de pesos.
¿El ‘escándalo’ de Petro es más importante que el de Martínez? Sí: Google lo demuestra
Según Google Trends, las búsquedas del fiscal general tuvieron un pico el martes 27 de noviembre en la mañana, cuando empezó la “bulla” por el debate, durante el día sus búsquedas descendieron también, y volvieron a aumentar al otro día cuando los noticieros tenían en el tema en el primer puesto de la agenda. Las búsquedas en Google de “declaraciones del fiscal general de la nación” aumentaron en un 500% en los últimos 7 días.
A pesar de que el fiscal Néstor Humberto Martínez era quien debía rendir cuentas durante el debate y las búsquedas de sus declaraciones aumentaron, fue Petro quien centró la atención. Esta gráfica de búsquedas de Google muestra cómo la atención en Internet recayó sobre el senador de la Colombia Humana.
Cortina de humo que los medios ayudan a crear
Ómar Rincón, columnista, experto en opinión pública y crítico de televisión, advierte que “lo de Petro es una cortina de humo real. Eso funciona y la gente no tiene el concepto de que fue hace 14 años, la gente piensa que es actual. Quieren desviar la atención de lo del fiscal, es una estrategia de asesores de comunicación desde los despachos de manejo de crisis. Estas cortinas de humo las aconsejan usar en los gabinetes de crisis, y básicamente se busca defender al fiscal”.
El resultado de que lo que Rincón describe es que el foco de la atención pública y de las emociones de las personas cambia de un lugar a otro. En este caso, de un posible escándalo de un personaje influyente a otro. Y los medios, al darle prioridad a una historia (en este caso la de Petro), hacen que el público se olvide de la otra (que en este caso puede considerarse más grave).
Basta con observar la edición dominical de Revista Semana.
Hace un par de semanas hicieron periodismo; hoy hacen política. El pulso usual en @RevistaSemana que siempre gana Felipe López. pic.twitter.com/bFyLpXICpe
— Carlos Cortés (@CarlosCortes) December 2, 2018
Rincón dice que la participación de los medios en la creación de la cortina de humo es clave pues hay algunos de ellos, que más allá de la información, se inclinan a proteger al fiscal. Con esto coincide Emmanuel Vargas, experto en comunicación: “las personas que están en el ojo del huracán tienen acceso a estrategias de comunicación complejas. Dentro de ellas está contactar medios de comunicación para posicionar temas y posiciones, o también buscan personas influyentes en las redes sociales o grupos de personas para que lo hagan”, dice.
Si bien Vargas no describe la situación del video y el debate como una cortina de humo, sí lo hace como “una forma de desviar la atención del tema central del debate, que no era Petro, sino Odebrecht. Ese video de hace 14 años no tiene ninguna conexión con el caso Odebrecht. Al mostrarlo se entiende que la intención es mostrar algo que no tenga que ver con el tema para cambiar el enfoque de la discusión”.
El resto del mundo tiene los ojos puestos en Colombia y el fiscal, no en Petro
Grandes medios a nivel internacional han estado detrás del gran escándalo de corrupción de Odebrecht y los posibles implicados, entre ellos el fiscal Néstor Humberto Martínez. Por ejemplo, la revista inglesa The Economist, en su artículo titulado El escándalo más grande de corrupción en Colombia, se pone aún más complicado, dice que “el grupo Aval, por lo menos sabía de estos pagos” de Odebrecht (ellos admitieron haber sobornado a políticos con dinero para obtener la licitación de la Ruta del Sol) y dejan claro que el fiscal era el asesor legal de Sarmiento. El señor Martínez, quien tiene espaldas políticas poderosas, no está en posición de conducir una investigación imparcial, ya que tendría que abrir un caso para sí mismo. Y aún así no ha sido despedido de su trabajo como el fiscal general”, escribe la revista.
El periódico El País de España escribió un editorial titulado El fiscal general de Colombia admite seguimientos a opositores por el ‘caso Odebrecht’, y explica que Martínez convirtió su defensa en el Senado en un “ataque contra los líderes de las fuerzas opositoras, que piden su renuncia”, además dice “Martínez se ha visto obligado a defenderse en el Congreso porque las dudas sobre su pasado ponen en duda su idoneidad para estar al frente de la Fiscalía”. En el editorial, aunque se nombra a Petro, no se dice nada del video de en el que aparece el senador con el que concluyó la sesión.
En medios internacionales, Martínez, al igual que el escándalo Odebrecht (que no necesariamente explica la culpabilidad del fiscal) han sido los protagonistas, mientras que Gustavo Petro, a duras penas, llega a los párrafos de estos medios y en ninguno por culpa del video. Entonces, ¿será que Colombia está desviando la atención de lo que verdaderamente es importante en este momento? No se trata de olvidar el video de Petro; él debe responder a las denuncias de Paloma Valencia, como lo prometió. Lo importante aquí es que los colombianos tengamos algo claro: el fiscal general puede estar involucrado en uno de los episodios de corrupción más grandes en el país. Esto, simplemente, no puede pasar desapercibido.