Líderes asesinados: ¿por qué no hay una sola cifra? | ¡PACIFISTA!
Líderes asesinados: ¿por qué no hay una sola cifra? Imagen por: Lady Chaparro | ¡Pacifista!
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Líderes asesinados: ¿por qué no hay una sola cifra?

Staff ¡Pacifista! - octubre 25, 2017

El Estado todavía no asume una vocería sobre el problema. La información queda entonces en manos de organizaciones sociales y medios de comunicación.

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¿Cuántos líderes sociales han asesinado en Colombia durante los últimos meses? Cuando esta pregunta sale a la luz, la respuesta difícilmente la puede otorgar el Estado. Una revisión general en Internet basta para darse cuenta de que no existen datos oficiales sobre los homicidios de líderes sociales y defensores de derechos humanos en el país. Sin un vocero oficial que responda por estos casos, las organizaciones sociales, los medios de comunicación y los organismos internacionales como la ONU pasan a ser las fuentes primarias que suministran los  datos.

Algunos lectores nos han preguntado por qué nuestro contador tiene una cifra diferente a la que proporcionan otras organizaciones, como Somos Defensores o Cumbre Agraria. La confusión crece cuando se revisan los datos de la ONU, de Somos Defensores, de Marcha Patriótica o del Centro de Investigación y Educación Popular (Cinep).

La disparidad en las cifras genera dudas en la audiencia y, en algunos casos, podría incluso restarle credibilidad al problema del asesinato de líderes sociales. La diferencia entre las estadísticas, sin embargo,  tiene que ver tanto con metodologías para confirmar los casos como con los periodos analizados. Hablamos con algunas de las organizaciones y nos explicaron cómo justifican cada cifra. Por eso aquí les explicamos, finalmente, por qué las diferencias.

Tiempo

Cuando se buscan estadísticas sobre  líderes sociales asesinados es clave observar desde cuándo se está llevando a cabo el registro. Somos Defensores, por ejemplo, hace el conteo desde enero de 2016. Lo mismo sucede con la ONU. Marcha Patriótica, por su parte, comenzó a publicar casos desde enero de 2017. ¡Pacifista!, como lo hemos contado, comenzó el conteo el día D –1 de diciembre de 2016 – cuando comenzó la implementación del Acuerdo de Paz firmado con las Farc.

Métodos para recolectar los datos

A veces, ¡Pacifista! se puede demorar algunos días para publicar un asesinato en su contador. Cada noticia o reporte es sometido primero a una verificación que consiste en responder a las siguientes preguntas: ¿La persona sí era líder? ¿Cómo ejercía el liderazgo y quién lo dice? ¿Su asesinato estuvo relacionado con su activismo como líder? Solo cuando constatamos, a través de Policía y fuentes regionales que la persona era líder social, publicamos el caso en el contador. No se trata, eso sí, de que una muerte prime sobre otra, sino de garantizar la mayor rigurosidad posible para la audiencia.

En el caso de la ONU, un homicidio lo reportan cuando están seguros de que la persona ejercía un liderazgo social, que representaba a una comunidad. Esta organización valora, sobre todo, si la persona ostentaba un cargo como presidente de una Junta de Acción Comunal  (JAC) o si se desempeñaba como concejal, edil y otros cargos de representación pública. Además de revisar archivos de prensa, Naciones Unidas realiza entrevistas para confirmar todos los casos.

Ariel Ávila, subdirector de la Fundación Paz y Reconciliación, nos contó que el registro que hacen está basado en prensa y en las denuncias que se hacen desde diferentes organizaciones sociales. “Incluimos todas las denuncias, desde las que hace el Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC) hasta Marcha Patriótica y el Consejo Comunitario de Alto Mira. Pueden entrar 200 nombres de líderes asesinados, por ejemplo.  Después comenzamos a hacer un rastreo de los nombres, quiénes eran líderes y quiénes no y comparamos estos datos con la base de datos de Naciones Unidas. También indagamos con nuestros investigadores en las regiones si eran líderes o no. De ahí sale la cifra”.

El director del programa Somos Defensores, Carlos Guevara, nos contó que el sistema de monitoreo que tienen “funciona sobre la base de la confianza con las organizaciones sociales en el territorio. Cuando nos llega un rumor o una noticia de un líder asesinado contrastamos la información en terreno y con otras instituciones, como Defensoría del Pueblo y Naciones Unidas. Si se puede, tratamos de hacer entrevistas en el territorio para verificar que la persona haya sido líder”.

En Marcha Patriótica, una de las organizaciones políticas que ha denunciado más casos de líderes sociales, nos dijeron que el registro se hace partiendo de las denuncias de organizaciones regionales y de las bases de datos que tienen en todo el país. Una comisión de Derechos Humanos del partido político se encarga de sistematizar los casos y cruzarlos con otras bases de datos, como las de Indepaz.

Justamente las cifras de Indepaz hacen parte de las que utiliza el Cinep y el Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales (Iepri) en sus informes sobre violencia contra líderes sociales. De acuerdo con el último informe publicado por estas organizaciones, la información es “procesada por la Comisión Colombiana de Juristas (CCJ) y proviene de la revisión de las fuentes del monitor humanitario de la Oficina de Naciones Unidas, que sistematiza cerca de 91 fuentes de prensa y organizaciones sociales. También incluimos denuncias directas recogidas por la CCJ”.

Publicación de informes

La delegación de Naciones Unidas verifica caso por caso y cuando los confirma, los publica semestralmente. Esto quiere decir que cada seis meses tendremos novedades sobre los líderes asesinados en Colombia según Naciones Unidas. Lo mismo sucede con la Defensoría del Pueblo, organismo que emite informes trimestrales o en algunos casos semestrales sobre la violencia contra líderes sociales.

Organizaciones como Marcha Patriótica son las que reportan los casos con mayor brevedad, razón por la cual la cifra que sostienen puede ser mayor que la de otras entidades u organizaciones. En el caso del Cinep, las cifras fueron publicadas solamente después de que Naciones Unidas confirmó los casos.