Miles de bogotanos salieron a las calles a rechazar las decisiones económicas del Gobierno.
El paro se preparó por meses. Varios sectores de la sociedad venían rechazando con insistencia algunas decisiones del Gobierno. En febrero, el Comando Nacional Unitario, conformado por varios sindicatos obreros, anunció que sería el 17 de marzo. La semana pasada, a través de un pliego de quince puntos, se sumaron gremios de campesinos, camioneros, pensionados, estudiantes y profesores. Las razones que aparecían en el pliego, que le llegó al Presidente, iban desde el rechazo por la venta de Isagen hasta la preocupación por el desequilibrio entre el aumento del salario mínimo y el de la inflación.
Alejandro Pedraza, el presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), dijo que esperaban más de 4 millones de marchantes en todo el país. La alcaldía de Bogotá, en su balance de la jornada, calculó que en la capital habían salido unos 15 mil. Desde temprano en la mañana, con pendones, banderas y cánticos con muy distintos intereses, los que participaron del paro bloquearon vías y marcharon por diferentes arterias de varias ciudades. Se alcanzó a decir que el paro podía ser indefinido si el Gobierno no se pronunciaba sobre las peticiones.
En medio de la lluvia, que caía y amagaba por ratos, el paro se hizo y quedaron las peticiones sobre la mesa. Salimos a las calles de la capital para ver cómo se representaba la inconformidad, qué intereses políticos había y cómo reaccionaba la Policía. Estas son las imágenes.