Las 10 guerras que desvelarán al mundo en 2016 | ¡PACIFISTA!
Las 10 guerras que desvelarán al mundo en 2016
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Las 10 guerras que desvelarán al mundo en 2016

Juan José Toro - enero 5, 2016

Según la revista Foreign Policy, Colombia es la única esperanza de paz en el año que recién comienza.

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Todas las fotos son tomadas de Foreign Policy.

 

La guerra en el mundo no para. Como una máquina, sigue produciendo muertes, ciudades arrasadas, desplazamientos, pobreza. El año pasado el terror tocó directamente al primer mundo, con episodios como los atentados en París, y organizaciones como el Estado Islámico y Boko Haram se convirtieron en enemigo común de ‘Occidente’. Mientras tanto, las grandes potencias —Estados Unidos, Rusia, sus aliados— siguieron actuando en otros territorios y conflictos armados internos persisten.

La revista estadounidense Foreign Policy publicó una lista de diez conflictos a los que se le debería prestar atención este año que empieza. En la lista hay de todo: desde los países con la situación humanitaria más precaria, como Siria, hasta los que tienen más peso político, como Turquía, pasando también por Colombia, que es presentado como un ejemplo de esperanza por querer negociar el fin de la guerra.

Siria e Iraq

La guerra en Siria, que inició como el enfrentamiento entre el gobierno de Bashar al Asad y los grupos de oposición que quedaron después de la Primavera Árabe, rápidamente escaló y se convirtió en un conflicto con intereses de todo el mundo, principalmente de Estados Unidos y Rusia. La guerra, a la que más tarde entró el Estado Islámico, ya lleva más de 250 mil muertos y más de 11 millones de desplazados. Aunque el Consejo de Seguridad de la ONU llamó a un cese al fuego y a una salida negociada, las recientes tensiones por los bombardeos rusos y el control territorial del Estado Islámico no parecen aflojar en un corto plazo.

En Iraq, durante la última semana del año, las fuerzas estatales lograron retomar Ramadi, capital de la provincia de Anbar, de las manos del Estado Islámico. El conflicto en ese país ha estado atravesado por las diferencias religiosas y políticas entre chiitas y sunitas. Los chiitas son apoyados por Occidente y el gobierno iraquí, y últimamente el Estado Islámico ha tratado de aprovechar esa rivalidad para explotar el miedo al estado chiita y aliarse con sectores extremistas sunitas. La prioridad para Iraq y Occidente ahora es sacar al EI de Mosul, pero esta es quizás la ciudad donde están mejor atrincherados.

 

 

Turquía

Turquía parece atrapada entre el conflicto kurdo y la guerra siria. Por una parte, en julio se rompió el cese al fuego que había entre el Gobierno de Ankara y el Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK), y en los últimos meses los enfrentamientos han crecido hasta llegar a su punto más alto en las últimas dos décadas. Después de recuperar la mayoría absoluta en las elecciones de noviembre, el partido gobernante tiene en sus manos intentar una victoria militar en el conflicto o concretar una agenda que atienda los derechos de los kurdos y se enfoque en negociar las diferencias. Además, las tensiones del gobierno con Rusia parecen escalar aceleradamente.

Yemen

A principio del año pasado, los hutíes, rebeldes chiitas que se oponen al gobierno, empezaron a ganar más y más territorios, hasta que hicieron renunciar y huir al presidente y su gabinete. Los rebeldes son apoyados por Irán, pero Arabia Saudita cree que Irán los apoya para controlar Yemen. Arabia empezó un bombardeo que escaló drásticamente el conflicto: se le unieron Estados Unidos, el Reino Unido y los aliados del Golfo, y desde entonces la guerra ha dejado más de 6 mil muertos y 2 millones de personas sin casa.

 

Libia

Después de gobernar desde los setenta, hace más de cuatro años fue derrocado Muamar Gadafi, tras un levantamiento popular apoyado por la OTAN. Desde 2014, el país ha estado gobernado por grupos enemigos: uno, con base en Tobruk, reconocido por la comunidad internacional, y otro, con base en Trípoli, que proclamó su propio gobierno en la capital.

Además del conflicto entre ambas facciones, se calcula que hay más de 1.700 grupos armados, y como si fuera poco el Estado Islámico, que ha expandido su influencia en la región, entró a jugar un papel cada vez más importante. El mes pasado, la ONU propuso un acuerdo para que haya un solo gobierno. Miembros de ambos partidos firmaron pero todavía hay mucha oposición y la violencia no para. Aunque el camino todavía es largo, el acuerdo firmado puede ser un principio del fin de ese conflicto.

La cuenca del Lago Chad

Boko Haram, el grupo yihadista, es una amenaza constante para Nigeria, Níger, Chad y Camerún. En pocos años, esta organización pasó de ser un modesto movimiento que protestaba en el norte de Nigeria a convertirse en una fuerza capaz de aterrorizar poblaciones enteras en minutos. Contrario a disminuirse, el conflicto cada vez se extiende más, y hace poco Boko Haram anunció su lealtad al Estado Islámico. Los gobiernos corruptos, el deterioro ambiental y el crecimiento desmedido de la población han sido el perfecto caldo de cultivo para la rabia que se desata en los límites del Chad.

 

U.S. Army soldier provides security for infantry patrolling through Dandarh village, Afghanistan.

 

Sudán del Sur

Es el país más joven del mundo. Apareció en 2011, cuando casi de manera unánime su población decidió votar un referendo e independizarse. Sudán vivió un conflicto con casi 2 millones de víctimas y firmó un acuerdo de paz en 2005, pero eso no acabó los problemas de la reducida República de Sudán ni de la recién nacida Sudán del Sur. El conflicto en el sur se avivó cuando el presidente, Salva Kir, acusó al vicepresidente, Riak Machar, de un intento de golpe. Los enfrentamientos no pararon después del supuesto intento de golpe y, aunque Kir y Machar firmaron un acuerdo de paz en 2014, los compromisos no se cumplieron, la violencia sigue y ya van más de 10 mil muertos.

Burundi

Burundi, ubicado en África Oriental, vivió una terrible guerra civil durante 12 años. En 2001 se firmó un acuerdo de paz. Pero hace un año el presidente, Pierre Nkurunziza, que gobierna desde 2005, anunció que se lanzaría a una segunda reelección en su cargo. La declaración motivó fuertes protestas y represión por parte del gobierno. De todas formas Nkurunziza fue reelegido en julio, después de superar un intento de golpe de Estado. La guerra no ha parado (van más de 200 mil desplazados). Aunque por el momento la confrontación es más política que étnica, el 85% de la población es hutu y algunos sectores han aprovechado la coyuntura para avivar el odio contra los tutsi y viceversa.

Afganistán

La guerra estadounidense en Afganistán, que empezó hace casi 15 años, no parece tener un fin cercano. El Talibán sigue siendo una fuerza considerable, a pesar de sus divisiones internas; Al Qaeda, aunque reducida, todavía hace presencia; y el Estado Islámico está empezando a levantar un pie de fuerza en territorios afganos. Estados Unidos ha dicho que va a mantener sus tropas, y entre bombardeos y combates han muerto miles de civiles. La fuerza de todos los actores no da impresión de que el conflicto vaya a tener una salida militar o negociada en el corto plazo. El presidente, Ashraf Ghani, y el Talibán han tenido acercamientos para negociar, pero el nacimiento de pequeños movimientos de todas las corrientes y la presión de los países interesados, como Pakistán y Estados Unidos, han producido desconfianza.

 

Mar de China Meridional

China ha venido construyendo islas artificiales, diciendo que está protegiendo sus derechos territoriales. Países del sudeste asiático se han opuesto, pues la construcción de esas islas le daría derechos a China sobre los recursos del mar que las rodea. Pero ese es solo un lado del problema: por otra parte, a Estados Unidos le preocupa la forma en que China se pueda fortalecer, pensándolo en clave del equilibrio entre protestas.

Las tensiones crecieron en mayo pasado, cuando un avión estadounidense sobrevoló las islas y, en octubre, cuando un barco de guerra estadounidense se acercó. Un tribunal en La Haya está considerando arbitrar una disputa entre China y Filipinas por uno de los territorios, pero China se ha mantenido firme en que no participará ni acatará el fallo que se produzca este año.

Colombia

En la lista, el caso de Colombia aparece como una especie de oasis. Entre todos los demás conflictos —los que firmaron un acuerdo y no lo respetaron, los que siguen con la terca intención de derrotar militarmente al enemigo y los que están en medio de intereses grandes y complejos— Colombia destaca por estar intentando una salida negociada al conflicto más largo de todos. El reto, como se sabe, es grande. No se trata solo de llegar a acuerdos sobre las grandes diferencias entre Estado y Farc (justicia, reparación, cese bilateral, dejación de armas, participación política). A eso hay que sumarle que todavía hay que buscar soluciones con grupos que podrían frustrar los resultados, como el ELN y las bandas criminales. El camino es largo y es la sociedad colombiana la que debe ponerse la camiseta para acabar la guerra.

Para ver el artículo original de Foreign Policy haga click acá