Este 25 de febrero arranca la primera jornada educativa para poner a niños y jóvenes a hablar de paz.
Por Daniel Montoya
#LaPazesunaNota arrancó en noviembre de 2015 buscando activar conversaciones de paz en niños y jóvenes. De entrada no fue fácil. María Alejandra Villamizar, directora de la La conversación más grande del mundo, cuenta que la iniciativa comenzó con un reto grande: sentar en una misma mesa al Ministerio de Educación y a la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (Fecode), que tan solo tres meses antes habían librado una fuerte lucha por la nivelación salarial de los docentes.
La conversación más grande del mundo es una iniciativa del Gobierno para fomentar espacios de diálogo alrededor de la paz. Con el pretexto de las negociaciones de La Habana, la idea es que los ciudadanos comiencen a hablar de paz en todas partes. En la esquina, en el parque, en el bus, con los amigos, con extraños, en un bar. Sin importar si se está de acuerdo o no con el proceso que se desarrolla con las Farc.
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#LaPazesunaNota
Cuando una misión pedagógica del Alto Comisionado para la Paz le pidió a unos niños del Chocó que dibujaran lo que para ellos significa Colombia, salieron abrumados: violencia, armas, desplazamiento, minas antipersonal, personas en traje camuflado. Eso pintan. Ese es el país para ellos.
Así identificaron, el Gobierno y actores de la sociedad civil, la necesidad de “activar la conversación entre los jóvenes” de la mano del sector educativo. El primer paso de esa activación se dará este 25 de febrero con la primera jornada de #LaPazesunaNota y lo que se quiere es, como dice Humberto de la Calle, “trabajar en la mente de los niños para que la paz sea firme”.
En total han participado 13.126 colegios públicos, 9.811 privados; 288 universidades, instituciones técnicas y tecnológicas; y cerca de 3.500 establecimientos de formación laboral y de oficios.
“En La Habana llegarán a unos acuerdos que permitirán poner fin al conflicto armado, pero la tarea que nos corresponde a todos, en especial a los jóvenes, es construir la paz. Dejar atrás los imaginarios que hay sobre el conflicto”, explica Rafael Pardo, ministro del Posconflicto. Ahí es donde está entrando a jugar #LaPazesunaNota, tratando de cambiarle el ‘chip’ a los menores para cuestionar las ideas que se construyeron durante el conflicto armado.
(Vea también: ¿Están listos los colegios para dictar la Cátedra de la Paz?)
Luis Grubert, presidente de Fecode, afirma que tiene “1132 razones para sumarse a esta conversación, una por cada profesor muerto por el conflicto armado”. Se sumó a la conversación porque cree que la educación “es el único vehículo para romper la inequidad social, que es la que impide que existan ambientes de convivencia”.
#LaPazesunaNota surgió pensando en continuar un proceso que ya han iniciado muchos maestros y por eso destacará en diferentes planteles educativos la experiencia de profesores, rectores y estudiantes que han estado trabajando en la construcción de paz.
El problema de esta iniciativa ha sido llegar a las zonas rurales del país, donde no es masivo ni el Internet, ni las redes sociales, ni los teléfonos inteligentes. ¿Cómo hacer que ellos se unan a la conversación? Según Villamizar, “ para llegar hasta esas zonas necesitamos el apoyo de los profesores. No es necesario que nos llamen y nos cuenten que se está dando la conversación. Lo importante es que se active”.
Aunque de momento la conversación está comenzando entre colegios y universidades, quiere ser cada vez más ambiciosa: “pronto llegaremos a las Fuerzas Armadas y, en alianza con el Ministerio de Justicia, a las cárceles”.