'La mirada de la víctima': un recorrido por el dolor de la violencia | ¡PACIFISTA!
‘La mirada de la víctima’: un recorrido por el dolor de la violencia
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‘La mirada de la víctima’: un recorrido por el dolor de la violencia

Colaborador ¡Pacifista! - marzo 24, 2017

Fotografías y reflexiones de reconocidos escritores sobre las consecuencias del conflicto en el m

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De Túnez a Perú. De Vargas Llosa a Saramago. ¡Pacifista! recopila algunas de las 37 imágenes y reflexiones literarias de reconocidos fotógrafos y escritores sobre las consecuencias y el dolor causado por el terrorismo en todo el mundo. El Centro de Formación de la Cooperación Española, en Cartagena, presenta, desde el pasado 23 de marzo, la exposición completa ‘En pie de foto internacional. La mirada de la víctima’, un relato visual y escrito que plantea el desafío por defender la integridad humana.

Llegada del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara a su domicilio en Burgos tras ser liberado de un secuestro de 532 días a manos de ETA (Burgos, 01/07/1997). Foto de Toño Gallegos: Cortesía AECID
Mario Vargas Llosa

“Ahora sólo usamos nuestras manos y dedos, pero si tuviéramos en ellos una metralleta o un fusil, dispararíamos de verdad. Para nosotros, todo es simple. Hay los seres humanos y las ratas humanas. La justicia y la verdad están de nuestra parte y por eso, si es necesario matar, matamos”.

¿Quién va a llorar por una rata?

Rosa Monteroa

“Este suelo está empedrado de cadáveres. Aquí están las 900 víctimas mortales de ETA, unidas por la memoria, por el amor de los que les hemos sobrevivido, por el arte compasivo y hermoso de Agustín Ibarrola. Pero esta vía dolorosa es también un camino hacia el futuro, hacia ese paisaje verde y sereno que se abre al fondo, hacia una sociedad en la que nadie tenga que vivir amenazado, un objetivo que al fin se logrará, entre otras cosas, gracias al coraje y al sacrificio de estos muertos tan nuestros que nos acompañan”.

Dos ciudadanos rinden homenaje a las víctimas de los atentados islamistas del 7 de julio de 2005, durante la ceremonia de conmemoración en la catedral de Saint Paul en Londres. En los atentados del 7J, 52 personas fueron asesinadas y 700 resultaron heridas (Jane Mingay/AP, 01/11/2005). Foto: Cortesía AECID

Martin Amis
“Estos ataúdes son como mesas de las cuales tenemos que comer la fruta amarga. Con solidaridad”.

Julia Otxoa
“Míralos cómo llenan la calle como un río apretado de árboles, sus brazos extendidos como entrelazadas ramas contra el silencio y el olvido de las víctimas.

Míralos, sus manos abiertas, desarmadas en el aire, como un paisaje de esperanza contra la muerte, escucha cómo nombran una a una todas las calaveras. Míralos cómo rozan sus brazos el vuelo de los pájaros en libertad. Míralos, cada vez son más, van llenando las calles de dignidad”.

Familiares llevan los ataúdes de sus seres queridos con los restos de 54 personas de Chungui Distrito, Ayacucho. La mayor parte de los cerca de los 114 residentes de varias comunidades fueron asesinados por el grupo terrorista Sendero Luminoso entre 1984 y 1985, según la denuncia de organizaciones de derechos humanos (Leslie Searles/EFE, 25/01/2013). Foto: Cortesía AECID
Familiares llevan los ataúdes de sus seres queridos con los restos de 54 personas de Chungui Distrito, Ayacucho. La mayor parte de los cerca de los 114 residentes de varias comunidades fueron asesinados por el grupo Sendero Luminoso entre 1984 y 1985, según la denuncia de organizaciones de derechos humanos (Leslie Searles/EFE, 25/01/2013). Foto: Cortesía AECID

José Saramago

“Esta sombra que penosamente se arrastra es un desenterrado. Se llama Ortega Lara. Sus ojos han visto el único infierno que en realidad existe: el de la infinita crueldad humana. Los vivos que le rodean casi no osan tocarle por miedo a que se rompa. Ya es un hombre roto. Puede que se pase el resto de la vida recogiendo los trozos dispersos de su espíritu ofendido y tal vez le falte para siempre uno de ellos: la loca esperanza que persiste en hacernos creer que un día ningún Ortega Lara volverá a ser enterrado porque los enemigos de la humanidad, todos ellos, se habrán quitado de encima la capa de basura moral que se ha convertido en su segunda piel. Quizá entonces se descubrirían limpios ellos mismos y podríamos vivir en paz”.

Flores en homenaje a los fallecidos en el ataque terrorista perpetrado por un asaltante que abrió fuego contra turistas en una playa frente al Hotel Imperial Marhaba Hotel en Al-Sousse, matando a 39 personas, incluyendo alemanes, británicos y belgas, e hiriendo a varios otros (Ci Guntherb/EFE, 27/06/2015). Foto: Cortesía AECID

Alfredo Bryce Echenique
“¡Por favor, no me defiendas compadre!”

Mikel Buesa
“Lloramos. Lloramos porque se nos ha roto el delgado hilo que nos une a los demás; porque hemos perdido la confianza en los otros; porque sabemos que ya no podemos esperar siempre su ayuda y comprensión; porque no hay consuelo posible.

El terrorismo ha destruido la vida de aquellos a quienes hemos amado, de los que son para nosotros personas de carne y hueso, con su nombre, con su palabra, con su cercanía.

Sabemos, por ello, que el Mal puede anidar en cualquier alma humana. Y lloramos también porque nos avergüenza compartir la condición de seres humanos con quienes han sido ejecutores de tan horribles crímenes”.

Mural unionista del UVF en Belfast, Irlanda del Norte legitimando el terrorismo (Paul McErlane/EFE, 03/09/2008). Foto: Cortesía AECID