Entre 2008 y 2010, a medida que los desplazados fueron regresando al territorio, se fue rehaciendo la Transversal de los Montes de María.
POR DANIEL MONTOYA
En 2008, cuando los habitantes de la Alta Montaña decidieron retornar, no encontraron cómo. Las vías principales parecían trochas, y las trochas habían desaparecido. La Transversal de los Montes de María se perdió por la misma razón por la que la gente se desplazó: la guerra.
La zona conocida como la Alta Montaña de los Montes de María se encuentra conformada por 17 corregimientos de los departamentos de Bolívar y Sucre. Los cerca de 500 kilómetros de trocha que atraviesan sus veredas integran la Transversal, una ruta que comunica a miles de campesinos con las cabeceras de sus municipios, y que conecta la Ruta del Sol con las playas de Toluviejo y Coveñas.
Los Montes se convirtieron en una zona en disputa por todos los actores del conflicto terminando la década de los noventa. Los paramilitares tomaron el control de las rutas del narcotráfico desde el Golfo de Morrosquillo, las Farc se instalaron en las montañas para aprovecharse de las vías que comunican al país con el Atlántico, y el Ejército buscaba combatir a la guerrilla.
Muchos pueblos de la región quedaron vacíos tras la escalada de violencia y el monte se comió las casas, las vías, se perdieron los animales y los cultivos, y todo volvió a ser de un solo verde.
Pero a mediados de los 2000, después de la desmovilización de los paramiltares y del retroceso de la guerrilla, ocasionado por la muerte de “Martín Caballero”, jefe de los frentes 35 y 37 de las Farc, los campesinos de la Alta Montaña decidieron retornar a su tierra.
Con la entrada en vigencia del programa de Consolidación Territorial en los Montes de María, los campesinos consiguieron que ingenieros militares recuperara la Transversal y otras trochas.
Entre 2008 y 2010, a medida que la gente iba retornando, se fue rehaciendo la vía. Una comunidad, a la vez, fue subiendo la montaña desde el Carmen de Bolívar. Así, la ruta marcó el camino de la reconquista de la Alta Montaña.
En ese entonces resultaba más barato coger un bus a Cartagena, a 123 kilómetros del Carmen, que llegar a uno de los corregimientos del municipio saliendo desde el casco urbano. No había muchos conductores que se animaran a subir y las motos que lo hacían cobraban cerca de $20 mil. A los campesinos les cobran entre 3 mil y $6 mil por transportar un bulto de cualquier producto hasta la cabecera municipal. Eso, si conseguían cómo, de lo contrario, tocaba en burro.
En 2013 ya se había habilitado la vía desde el Carmen hasta la vereda El Cacique, cerca de Chinulito, pero el invierno y el tráfico la volvieron a deteriorar.
Quien dirigió en ese entonces la construcción de la carretera fue el mismo que dirigió desde la Armada la guerra contra el narcotráfico en el Golfo de Morrosquillo y la lucha contra la guerrilla: el coronel Rafael Colón.
Ahora el coronel es un general en retiro y, junto al jefe guerrillero “Pastor Alape”, verifica el desminado humanitario en El Orejón, un corregimiento de Briceño, Antioquia.
La marcha que trajo la vía
Entre el 6 y el 7 de abril de 2013, el Movimiento Pacífico de la Alta Montaña (Mopam) reunió en Arroyo Arena (El Carmen) a 1.500 campesinos dispuestos a marchar hasta Cartagena. “Por la reparación integral, la montaña se mueve”, gritaban los agricultores. No solo fueron las de la Alta Montaña, comunidades de los municipios de San Jacinto y María la Baja también se unieron a la marcha.
No alcanzaron a llegar a Cartagena. Representantes del Gobierno los esperaron en San Jacinto para instaurar una mesa de negociación. Allí se acordaron 91 puntos, entre ellos la adecuación de la Transversal.
Pero la Transversal no soluciona todos los problemas de movilidad. El Mopam está conformado por líderes de 33 veredas que, aunque tendrán una vía principal que atraviese la montaña, seguirán sin contar con vías de fácil acceso a sus veredas.
Según cuentan los campesinos de la zona, las trochas de la Alta Montaña se empezaron a abrir hace décadas, por políticos de la región que buscaban valorizar sus predios. Aún así, nunca se pavimentaron y, tras el desplazamiento, casi desaparecieron.
Así va la Transversal
Hasta ahora se ha pavimentado desde el Carmen de Bolívar hasta un poco más allá del cerro de La Cansona, el punto más alto de la Alta Montaña. Después, nada.
La vía se entregaría en noviembre de 2015, según la Gobernación de Bolívar, pero eso no ocurrió. La falta de coordinación con el departamento de Sucre tiene parte de responsabilidad. De los 48 kilómetros que tiene la transversal, 36 le corresponden a Bolívar y 12 a Sucre. En el primero las obras están casi listas, mientras en el segundo no han iniciado.
Ninguno de los corregimientos de Sucre tiene un metro de pavimento que los comunique con vías principales o con cabeceras. Sacar los productos agrícolas aún resulta difícil y la única forma que hay es a lomo de burro, lo que puede tardar días.
Por eso, para los campesinos no sólo es necesario terminar la Transversal, que es un símbolo del retorno, sino también mejorar la conectividad y la comercialización de sus productos en toda la zona.