¿Hay que rescatar a los medios de la pandemia? | ¡PACIFISTA!
¿Hay que rescatar a los medios de la pandemia? Imagen: Sebastian Leal
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¿Hay que rescatar a los medios de la pandemia?

Emmanuel Vargas - abril 13, 2020

OPINIÓN | La industria periodística ya tenía unas 'condiciones previas' que la dejaban en peligro frente a cualquier crisis. Hoy varios medios de comunicación pueden dejar de existir. ¿Debe hacerse algo para rescatarlos?

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Por: Emmanuel Vargas Penagos*

 

Según una investigación de la Liga contra el Silencio, después de que se confirmara el primer caso de coronavirus en Colombia, varios medios de comunicación despidieron empleados y suspendieron la impresión de algunas publicaciones. Según lo explica Werner Zitzmann, director ejecutivo de la Asociación Colombiana de Medios de Información (AMI), los medios están enfrentando caídas de ingresos de publicidad de entre el 25 y 35 por ciento. En el caso de los impresos aparece otra dificultad: como el papel periódico no se produce en Colombia y tiene que ser importado, su costo depende del dólar. Según Zitzmann, la subida del dólar ha significado un aumento del 22 por ciento en el precio de ese insumo.

En otras partes del mundo, como el Reino Unido y Estados Unidos pasa algo similar, especialmente con los periódicos locales. Muchos de estos medios han dejado de imprimirse porque nadie o muy pocas personas están invirtiendo en publicidad. Si los negocios están cerrados, ¿para qué pagar anuncios? El ministro de Cultura británico llamó la atención sobre la decisión de varias empresas de evitar que su publicidad no aparezca al lado de noticias que hablen sobre la pandemia. Hoy en día, cuando todas las secciones, desde la portada hasta el horóscopo, solo tratan este tema, la única forma de cumplir esa orden es que no haya publicidad.

Todo esto se traduce en el riesgo de que nos quedemos sin medios noticiosos. Si esto pasara, perderíamos a aquellas empresas que tienen el trabajo de recolectar, contrastar, editar y presentar información y opiniones sobre asuntos de interés público. Solo tendríamos la visión del gobierno sobre los hechos, con opciones más reducidas para el control por parte de la gente. Claro, están las redes sociales y sus usuarios, pero estos canales y personas también se quedarían sin una fuente clave. Los medios alimentan la democracia y el debate. No es por nada que, por ejemplo, el Reino Unido declaró que los periodistas que cubran la pandemia son trabajadores esenciales que tienen garantías para salir a trabajar.

Algunas organizaciones están pidiendo a los gobiernos que rescaten a la prensa o que, por lo menos, ayuden a que el golpe no sea tan fuerte. La Federación Europea de Periodistas pidió a la Unión Europea que cree paquetes de ayuda. En Estados Unidos, varias alianzas de medios de comunicación se unieron para pedir que el gobierno incluya a esas empresas en programas de protección de nómina y para que pague publicidad para la difusión de información clave sobre la pandemia. Otras personas de la industria de los medios de ese país han pedido que el gobierno cree fondos de estímulo para la prensa. Algunos senadores demócratas han copiado la idea.

En Colombia, AMI ha estado conversando con el gobierno para que entregue ‘salvavidas’. La Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) propuso que el gobierno reduzca cargas tributarias de los medios, cree un fondo de rescate para las empresas que no tengan capacidad de acceder a créditos y contrate publicidad para difundir contenidos institucionales.

Algo paradójico es que muchos lugares del país ni siquiera tienen un medio para rescatar. Según un estudio de la FLIP, cerca del 60 por ciento de los municipios del país no tienen medios de noticias locales. Estos suelen ser sitios sin condiciones económicas ni de seguridad para que alguien haga periodismo. Mientras la gente está encerrada, solo aspira a recibir noticias que les sirven poco o nada. ¿Qué utilidad tendrá para alguien en Vaupés lo que digan en las ruedas de prensa de Claudia López en Bogotá?

La necesidad de rescatar a los medios también deja en evidencia muchas conversaciones que los gobiernos de nuestro país han evitado o solo han abordado tangencialmente en el pasado. Por ejemplo, mientras que en el Reino Unido la BBC (servicio público y de radio de ese país) se ha posicionado como una de las instituciones más importantes frente a la crisis, Colombia sigue teniendo un sistema de medios públicos con mucha dependencia de los gobernantes de turno. También queda a la vista la falta de garantías de que los gobernantes no usarán la plata de publicidad institucional para forzar a los medios a que no publiquen noticias que lo dejen mal parado, como sucede desde mucho antes de la pandemia. El gobierno no puede terminar pidiéndole a los medios que, a cambio de plata de publicidad, lo muestren como el gran sabio protector.

Esto último se mezcla con un problema de la propia industria: desde hace un buen tiempo, la gente desconfía más y más en los medios de comunicación. El Barómetro de la Reconciliación de 2019 dice que apenas 15,7 por ciento de 11.000 personas encuestadas en 44 municipios de todo el país sienten “bastante” o “total” confianza en los medios de comunicación, mientras que 52,4 por ciento están entre los que confían “poco” o “nada” en esas empresas. ¿Para qué proteger a alguien en quien no confío? Un columnista del New York Times planteaba hace poco que es mejor dejar que los medios tradicionales que dependen de la publicidad mueran y le den paso a nuevas formas de negocio.

Este tipo de argumentos de acabar con todo para iniciar de nuevo suele hacerse desde lugares muy cómodos y deja de lado que existen medios que hacen un esfuerzo muy grande para hacer un trabajo valioso y honesto. Que la crisis de los medios se haya intensificado debería ser una oportunidad para, como lo decía Santiago Rivas en Presunto Podcast, pensemos en cómo podemos hacer para que el sistema de medios en el país sea más fuerte.

Este proceso es difícil en plena crisis y en una industria que tradicionalmente ha sido tan renuente a la autocrítica y con tan poca protección a sus empleados, como lo pueden mostrar los recientes de Semana, incluyendo los dos episodios de Daniel Coronell, pero no significa que sea una batalla perdida. Cada vez hay audiencias más críticas y periodistas más dispuestos a la autocrítica, como lo han mostrado varios de los invitados en Presunto Podcast. Los medios pueden mejorar, pero el gobierno debe actuar para que estos no mueran.

 

*A Emmanuel lo pueden seguir acá.