Firas, un youtuber sirio que pelea contra la xenofobia en Alemania | ¡PACIFISTA!
Firas, un youtuber sirio que pelea contra la xenofobia en Alemania
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Firas, un youtuber sirio que pelea contra la xenofobia en Alemania

Staff ¡Pacifista! - mayo 4, 2016

Este joven cree que las nuevas tecnologías pueden facilitar la labor de integración y pedagogía sobre los refugiados.

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A finales de 2014 15.000 personas marcharon en Dresden al Este de Alemania contra los miles de migrantes que llegan cada año al país. Por ese entonces Firas Alshater, de 24 años, llevaba poco más de año y medio viviendo en Berlin luego de haber huido de Siria.

Unos meses después, ante la creciente polarización política, Firas decidió pararse con una venda en los ojos en Alexenderplatz, el corazón de Berlin, junto al letrero: “Soy un refugiado sirio. Y confío en ustedes. Si ustedes confían en mí, denme un abrazo.”

Los resultados del experimento se publicaron bajo el título “¿Quiénes son los alemanes?” el primer trabajo de su canal de Youtube:“Zukar”. El vídeo se hizo viral en Alemania y hoy alcanza cerca de 700.000 visitas. Firas fue invitado a los programas de televisión más importantes del país e incluso el Washington Post le hizo una reseña en febrero de este año. Ese fue el hito que marcó el comienzo de su carrera como youtuber.

“Libertad para mí es que yo pueda decir lo que quiera sin herir a nadie y que nadie me vaya a ahorcar por eso”. Así habla un joven que a los 19 años fue preso por el gobierno de Bashar Al Assad. Cuando la revolución en contra del régimen estalló en su país.

Firas nació en Damasco, pero cuando las protestas empezaron, se volvió activo en Homs, la capital de la revolución, en las demostraciones contra Assad. Esas protestas se convirtieron en una guerra compleja donde decenas de países están involucrados de una forma u otra y donde han muerto más de 300.000 civiles.

El joven de Damasco, como aquellos que vencieron el miedo que les pudo significar la muerte en Daraa y cuya represión significó el inicio de la revolución en Siria, empezó a los 19 años a hacer vídeos para documentar el desarrollo de las manifestaciones y tratar de desmentir la propaganda de los medios oficiales.

Luego de pasar once meses en una prisión de Damasco y de ser tenido cautivo por un grupo radical musulmán de la oposición, Firas decidió alistar maletas e irse a Alemania. “En el gobierno de Assad, tu podías ser arrestado y torturado. Yo tenía gente cercana que desaparecía casi cada día, solo por estar contra él.”

En mayo de 2013, obtuvo el papel que lo acreditaba como refugiado. “Vi en Alemania que mucha gente decía que los refugiados debían irse. Esas demostraciones se veían en todos los medios. Pensé que no todos los alemanes piensan así, vamos a ver la verdad. Fui a la calle e hice el vídeo. El resultado me sorprendió”.

Detrás de su trabajo está su amigo alemán, el productor audiovisual Jan Heilig, con quién trabajó el proyecto “Siria-Inside”, un documental de humor negro que intenta explicar crudamente lo que pasa en su país. Desde su estudio surgió la idea de hacer vídeos que  pusieran a debatir a los alemanes sobre la integración de quienes llegaban.

Firas dice que su primera conclusión es que la gente necesita tiempo. Los alemanes para entender y los refugiados para aprender. “En uno de mis vídeos tuve un comentario que decía: ‘Firas quiero disculparme contigo, nunca hablé con un refugiado antes y estaba en contra. Viendo el vídeo quiero que tengan un chance. Quiero que sean bienvenidos en mi país’. Ese comentario lo dice todo, pudimos hacer algo.”

El youtuber afirma, sin embargo, que mientras haya odio en las calles la vida para los migrantes va a ser muy compleja. Por eso, luego de los atentados del Estado Islámico en el aeropuerto de Bruselas, lanzó un vídeo de solidaridad, pero con un contundente mensaje final: “Nosotros también huimos de ese mismo terror”.

Para Firas nada ha sido fácil, sin embargo él cree que las nuevas tecnologías pueden facilitar esa labor de integración y pedagogía sobre los nuevos ciudadanos. Y mientras eso sea así, seguirá haciendo sus vídeos. “Si no estuvieran interesados yo no sería un poco famoso ahora y no hubiera gente hablando sobre mi. Los alemanes estaban esperando que alguien les explicará esto y de está forma”.

No niega que los obstáculos para lograr que un refugiado se integre al nuevo país son enormes: “Yo no puedo aprender el lenguaje si vivo en un campo de refugiados. No puedo aprender si no tengo un amigo alemán con quien hablar. No puedo integrarme si comparto el baño con 600 personas, si no tengo casa para tener mi privacidad, para sentir que soy libre.”

Por ahora él se siente a gusto en Alemania, pero no sabe qué va a pasar con él luego de tres años, cuando expire su permiso para estar en el país. Le gustaría volver a Siria, pero dice que es imposible ahora y no ve que la situación vaya a cambiar pronto.

“Sueño con la paz para mi país, sueño con que paren los asesinatos, pero también sueño con que se acabe el odio entre la gente en países como Alemania. Mientras sueño seguiré haciendo vídeos, seguiré expresándome libremente. Eso me hace feliz.”