Tomar en la calle y colarse a los buses fueron las infracciones más comunes en los últimos seis meses.
Comenzando el 2017, un nuevo código de policía parecía querer cambiar a punta de multas la forma en la que nos portamos los colombianos: el nuevo manual de convivencia sanciona con castigos de entre $80.000 y $657.000 conductas como mear en la calle, tomar en la vía pública o hacer la bulla que se nos dé la gana en horarios inapropiados. Tradiciones que, entre nuestra gente, están arraigadas desde hace tiempo.
En su momento y para suavizar el golpe, el presidente Juan Manuel Santos anunció durante un discurso televisado que las sanciones económicas de este código no serían aplicadas durante los primeros seis meses. En su lugar, los infractores tendrían que realizar un curso pedagógico que no durara más de dos horas o compensar con una actividad comunitaria. Dicho periodo se vence hoy a la medianoche.
Que hasta hoy los colombianos hayamos estado eximidos de pagar las multas de código no significa que los agentes de policía hayan estado cruzados de brazos durante estos seis meses. Según la Policía, solo en Bogotá, los uniformados han impuesto 46.655 comparendos pedagógicos, unos 256 comparendos al día.
Estas son las infracciones que, según datos solicitados por ¡Pacifista! a la Policía Metropolitana, más hemos estado cometiendo los bogotanos:
- Consumir bebidas alcohólicas, sustancias psicoactivas o prohibidas en estadios, coliseos, centros deportivos, parques, hospitales, centros de salud y en general, en el espacio público, excepto en las actividades autorizadas por la autoridad competente: 6.653 comparendos
Tomar en la calle puede ser delicioso y barato, pero la Policía quiere que deje ser así. Por lo común de esta práctica, la prohibición será una de las normas más difíciles de implementar de este nuevo código. O si no recordemos el caso del alcalde de barranquilla Alejandro Char, quien tan solo una semana después de que el código entrará en vigencia firmó un decreto para suspender esta prohibición en época de carnaval.
- Evadir el pago de la tarifa, validación, tiquete o medios que utilicen los usuarios para acceder a la prestación del servicio esencial de transporte público de pasajeros, en cualquiera de sus modalidades: 6.029 comparendos
El alcalde Enrique Peñalosa había advertido desde un princpio que uno de los objetivos del código era sancionar a los colados. A partir de hoy estas personas serán sancionadas con una multa de $ 325.000.
- Portar armas, elementos cortantes, punzantes o semejantes, o sustancias peligrosas, en áreas comunes o lugares abiertos al público. Se exceptúa a quien demuestre que tales elementos o sustancias constituyen una herramienta de su actividad deportiva, oficio, profesión o estudio: 4.022 comparendos
Siempre es una mala noticia enterarse de que uno vive en una ciudad en la que, cada día, la policía sorprende a 22 personas portando chuzos, ‘pate cabras’, cuchillos y puñales.
- Ocupar el espacio público en violación de las normas vigentes: 3.838 comparendos
Esta parte del código, que en términos practicos prohibe las ventas ambulantes, fue una de las primeras en ser demandada ante la Corte Constitucional. A través de la sentencia 211 de 2017, la corte determinó que cuando se esté frente a colectivos en condiciones de vulnerabilidad, la aplicación de la multa y el decomiso de bienes resultaría desproporcionado. Sin embargo esta ha sido una de las sanciones más aplicadas del código.
- Ingresar y salir de las estaciones o portales por sitios distintos a las puertas designadas para el efecto: 3.090 comparendos.
El nuevo código tiene tan en la mira a los colados que incluye dos infracciones distintas para sancionar a las distintas modalides de esta practica. Si las sumamos, colarse fue la infracción más cometida de todo el código con 9.119 casos.
- Realizar necesidades fisiológicas en el espacio público: 1.608 comparendos.
Aquí cabe preguntarse dónde más hace la gente sus necesidades en una ciudad en la que hay un baño publico por cada 70 mil habinates
- Auspiciar riñas o incurrir en confrontaciones violentas que puedan derivar en agresiones físicas o escándalos: 1.426 comparendos.
Las riñas eran otra de las conductas que el Alcalde Peñalosa priorizaba en la aplicación del código: hasta ahora el texto no ha ayudado a prevenirlas. Quizá ahora que la conducta tiente una multa de $ 160.000 la cosa sea a otro precio.
- Incumplir, desacatar, desconocer e impedir la función o la orden de Policía: 1.398 comparendos.
Esta infracción (y la cantidad de veces que se ha cometido) revela el principal desafío de la Policía frente al nuevo código: hacerlo cumplir en la calle.
- Portar sustancias prohibidas en el espacio público: 1.267 comparendos
En Colombia, las altas cortes han reiterado una y otra vez el derecho que tenemos los ciudadanos a llevar con nosotros algunas sustancias prohibidas en cantidades que no superen la dosis personal. Sin embargo los hombres de la Policía ya han puesto este comparendo más de mil veces en medio año.
- Trasladar un ejemplar canino potencialmente peligroso en el espacio público, zonas comunes o en los lugares abiertos al público o en el transporte público en que sea permitida su estancia, sin bozal, trailla o demás implementos establecidos por las normas vigentes: 512 comparendos
A parte de correa y bozal, el código le exige a los propietarios de estas razas adquirir una poliza de seguro que, según el gremio asegurador, aún no existe.