El coronel Wilington Benítez fue señalado de generar “debates políticos de los cuales se debe mantener neutral la institución”.
“¿Dónde quedó su honor mi coronel?”, preguntó alguien en Twitter a finales de marzo. El trino iba acompañado de una fotografía en la que aparecen, entre otros, el general (r) Rafael Colón, entonces director de Acción Integral contra Minas Antipersonal de la Presidencia de la República (Daicma); y Félix Antonio Muñoz, alias “Pastor Alape”, integrante del secretariado de las Farc y miembro de la delegación de paz de esa guerrilla en los diálogos de La Habana.
Coronel Willintong Benitez (negro y beige) de @COL_EJERCITO posando con las FARC!
Donde quedó su honor mi Cr? pic.twitter.com/pGLXsPKuGr— Jaime A Restrepo R (@_El_Patriota) 26 de marzo de 2016
En la imagen también está el teniente coronel Wilington Benítez Sánchez, comandante del Batallón de Desminado Humanitario del Ejército (Bides). Contra él se enfilaban las críticas. “Qué asco posar con asesinos”, escribió alguien más.
Esa foto es apenas una de muchas que se hicieron en el marco del proyecto piloto de desminado en la vereda Orejón, en Briceño, Antioquia, que se dio en cumplimiento del acuerdo logrado en la mesa de La Habana en marzo de 2015 para la descontaminación de explosivos en todo el país.
De acuerdo con los protocolos, durante las actividades en Orejón hubo presencia constante de algunos guerrilleros encargados de señalar las zonas minadas, de los soldados del Batallón de Desminado Humanitario, de funcionarios civiles del Gobierno y de integrantes de una ONG noruega que acompañaban el proceso.
Pero a finales de noviembre de 2015, el general (r) Colón, el coronel Benítez, “Pastor Alape” y “Matías Aldacoa” —también negociador de las Farc— viajaron a la zona como parte de una delegación que evaluaría los avances. Entre otras actividades, se reunieron con la comunidad y participaron juntos de un homenaje al soldado Wilson de Jesús Martínez, quien murió al pisar un explosivo cuando el desminado apenas comenzaba.
- El coronel Benítez (tercero de izquierda a derecha) participó junto a “Pastor Alape” y “Matías Aldecoa” en el homenaje que hicieron en Orejón al soldado Wilson de Jesús Martínez, muerto en las actividades de desminado. Foto: cortesía
“Debates políticos de los cuales se debe mantener neutral la institución”
Ese encuentro entre el general (r) Colón y “Pastor Alape” motivó varios titulares que hablaban de la construcción de confianza y del mensaje que daban dos guerreros de bandos enfrentados que ahora trabajaban juntos. Claro, también surgieron varios señalamientos en contra del director del Daicma por aparecer al lado de su “enemigo”.
En ese momento, la presencia del coronel Benítez pasó casi desapercibida. Pero la foto que fue retomada en marzo, la que circuló con los señalamientos en su contra, tuvo por parte de sus superiores una lectura que se aparta de cualquier mensaje de reconciliación.
El pasado 4 de mayo, el general Luis Emilo Cardozo Santamaría, jefe de Ingenieros del Ejército, dirigió al coronel Benítez una comunicación en que le notifica un “llamado de atención por escrito”. Un correctivo contemplado en el Régimen Disciplinario de las Fuerzas Militares que, si bien no constituye una sanción, sí pretende “encauzar la disciplina militar” y representa una anotación en su hoja de vida.
En su decisión, el general Cardozo afirma que el correctivo se aplica “con ocasión de las imágenes publicadas en diferentes redes sociales y medios electrónicos de amplia difusión, de la fotografía en que aparece en compañía de miembros de la mesa de diálogo de La Habana (Cuba)”. El superior de Benítez agrega que esa imagen “propicia reproches que van en contra de la institucionalidad generando debates políticos de los cuales se debe mantener neutral la institución”.
Ante el caso, integrantes de las Fuerzas Militares aseguran que ese llamado de atención podría ser un ejemplo de las presiones y señalamientos de algunos sectores del Ejército contra uniformados que han participado, de alguna manera, en actividades relacionadas con el proceso de negociación de La Habana.
Segunda fase “Proyecto Piloto” en El Orejón, Antioquia, @daicma @BidesBat @FARC_EPaz #AlgoBuenoVaAPAZar pic.twitter.com/5CmMZ9WNkr
— Yadira Suárez (@Yadira_FARC) 28 de abril de 2016
De acuerdo con una fuente que conoce de cerca la situación del coronel Benítez, en la decisión de sus superiores también tuvo que ver un retweet hecho a finales de abril por la cuenta en Twitter del Batallón de Desminado a una integrante de la delegación de paz de las Farc. Luego de eso, la cuenta de esa unidad militar fue eliminada.
La misma fuente aseguró que Benítez ha sido un oficial “intachable”, que en Orejón cumplía las órdenes derivadas del acuerdo de desminado y que aun así se le ha tildado de “traidor” y de ser un “desprestigio para el Ejército”.