El nuevo director podría ser nombrado por Iván Duque esta misma tarde.
El Centro Nacional de Memoria Histórica (CNHM) va a tener un nuevo director en los próximos días. A pesar de que se había dicho que quien asumiría el cargo podía ser una persona que ya venía trabajando en el Centro, todo parece indicar que el nuevo director será Mario Javier Pacheco, un escritor nacido en Ocaña y cercano al gobierno. Lo curioso es que Pacheco ha sido un crítico recurrente de la institución y algunas de sus posturas dan qué pensar sobre la objetividad e imparcialidad que ejercería al asumir. Aunque el nombramiento aún no es oficial, voces del centro y el gobierno nos dicen que es “99 por ciento seguro”.
Pacheco, según lo que conocemos, va a ser designado en las próximas horas por el presidente Iván Duque, en reemplazo del filósofo Gonzálo Sánchez, quien presentó su renuncia protocolaria hace unos meses. Pacheco se describe como un exiliado del conflicto armado, destacando a Panamá como el país que lo acogió.
El ‘casi’ director recientemente escribió una columna de opinión en forma de carta a ‘Iván Márquez’ y ‘El Paisa’, un texto que asumió como respuesta a la que ellos le escriberon al Congreso hace unos días. Allí, Pachecho asegura que “es otra de esas estructuras infiltradas, pagadas por el Estado para deslegitimar al mismo Estado y que sus informes lujosos y voluminosos están cargados de omisiones tendenciosas que pretenden minimizar los horrores de las FARC y echar la culpa de los mismos al Estado y al extinto grupo criminal de las AUC”.
Para una fuente que trabajó en el Centro de Memoria, el trabajo que realizan es ecuánime, objetivo y tiene validación internacional. Esta persona opina que este nombramiento puede desembocar en una “captura ideológica” del Centro: “si no se puede aceptar lo que las cifras nos muestran, estamos en una captura ideológica de la memoria, que se niega a ver ciertos delitos simplemente porque le quita legitimidad al Estado. Y en ocasiones el actuar del Estado fue ilegeítimo, fue contra los Derechos Humanos, fue contra el Derecho Internacional Humanitario y se alió con intereses paramilitares”.
Las investigaciones del CNMH han llegado a la conclusión de que alrededor del 60 por ciento de los homicidios cometidos durante el conflicto los perpetraron los grupos paramilitares. La fuente aclara que “no se trata de desconocer o invisibilizar que otro 30 por ciento lo cometieron las guerrillas”, sino de entregar datos veraces. Pacheco, en su discurso, ha desconocido esta realidad.
El CNMH es la institución del Estado que se encarga de investigar hechos sobre el conflicto armado en Colombia, desde estudios sobre masacres y de actores armados hasta datos sobre desplazamiento forzado, asesinatos y secuestros. Sus cifras se pueden considerar como “oficiales”. Además de esto, desde su mismo nombre, es la encargada de darle tratamiento a la memoria histórica del país.
En otro de sus escritos Pacheco criticó que el Estado invirtiera dinero en investigaciones y publicaciones para recopilar la memoria colectiva cuando “esto se revierte contra sí mismo por exigencia del grupo delincuencial que sin saber cómo ni cuándo, nos ganó la guerra y con la excusa del no olvido, se está haciendo una perversa manipulación de la violencia, que muestra a los malos como buenos y a los buenos como malos”.
La fuente que conoce de cerca al Centro de Memoria considera grave que su posible director sostenga que la entidad haya sido infiltrada por la guerrilla en el pasado, y que considera que esto, a corto plazo, va a generar en una gran estigmatización de quienes han trabajado hasta ahora allí, pues van a quedar como los posibles reproductores de la versión guerrillera de la historia de Colombia. También, a largo plazo, cree que la institución pueda perder credibilidad tanto de parte de las organizaciones y las comunidades que han trabajado con él y de los distintos países que han apoyado con recursos al Centro.
“Deslegitimar un trabajo en el que Alemania, Suiza y Suecia invirtieron, y decir que nuestras cifras buscan esconder la verdad sin hacer un análisis juicioso, solo porque le pareció a él que venían de una ideología guerrillera es muy complicado. Es botar a la caneca relaciones de 10 años con organizaciones y comunidades víctimas que les costó confiar en una institución del Estado. Al final lo hicieron porque vieron un trabajo serio, y así la cooperación internacional, que invirtió recursos porque vio un trabajo serio y juicioso”, opina la fuente.
Otra fuente dentro del Centro ve el nombramiento como una ironía: “primero denigrar de una institución, y luego llegar a dirigirla…”, de acuerdo con esta persona, se empezaría a dar otro enfoque a la institución, otro tipo de investigaciones y otro tipo de publicaciones. También quedaría en vilo el archivo y el museo del Centro.
La información que tenemos es que Pacheco es una persona cercana a Luigi Echeverri, quien a su vez es cercano a Duque (estuvo detrás de su campaña), y quien pudo ser uno de los responsables para el posible nombramiento. Sobre esto, una de las fuentes del Centro también opina que puede haber influencia ideológica en toda esta situación, pues de parte de Echeverri y de Pacheco hay una oposición evidente al Proceso de Paz con las Farc.
Pacheco, en un video que publicó durante el Proceso, lo criticó diciendo que “si un policía mata a un guerrillero se va para la cárcel, si un guerrillero mata a un policía va para el Congreso, y les dan impunidad”. También dijo “la guerrilla no va a cumplir”. Está por verse, desde la ideología de su nuevo posible director, el rumbo que vaya a tomar el CNMH, que ya tiene fondos asignados para funcionar el próximo año.
Curiosamente, según lo publicó Colombia2020, Pacheco dijo hoy mismo sobre el CNMH que “es uno de los estamentos más importantes en el país y pienso que ha estado un poco subterráneo en relación a la potencialidad que tiene”. Al parecer, ahora está cambiando de opinión.