Ecuador marca un hito en la preservación ambiental mientras Colombia se prepara para la transición energética | ¡PACIFISTA!
Ecuador marca un hito en la preservación ambiental mientras Colombia se prepara para la transición energética
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Ecuador marca un hito en la preservación ambiental mientras Colombia se prepara para la transición energética

Nicolás Maldonado - octubre 2, 2023

En los últimos años, América Latina ha experimentado un aumento en la conciencia ambiental y la necesidad de transiciones energéticas para hacer frente al cambio climático. Ecuador y Colombia, dos países con ricas reservas de petróleo y una biodiversidad excepcional, se encuentran en el epicentro de esta lucha. 

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Por: Nicolás Maldonado

En una histórica consulta popular, Ecuador presenció un respaldo del 59% a la prohibición de la extracción de petróleo en el Parque Nacional Yasuní. La noticia fue celebrada por el presidente de Colombia Gustavo Petro.

Pero la pregunta que nos surge es:

¿Cómo ha sido el desempeño del Gobierno Petro en relación con la extracción petrolera y el medio ambiente en general?

 

Colombia: Avances y Desafíos en Medio Ambiente

Colombia ha logrado avances significativos en su política ambiental, como la reducción de la deforestación en un 25% en comparación con el año anterior y el cumplimiento de la sentencia de la Amazonía, que ordena medidas para proteger el medio ambiente. Además, la aprobación del Acuerdo de Escazú, un tratado internacional para el acceso a la información ambiental, la participación pública y la justicia ambiental, es un paso importante.

*(Vale la pena aclarar que si bien el Acuerdo de Escazú fue aprobado por el Congreso con 74 votos a favor, el Acuerdo ingresó a la Corte Constitucional el 15 de noviembre de 2022. Actualmente la Corte está evaluando qué tan aplicable es el Acuerdo de Escazú respecto a la Constitución Política de 1991. Aún se espera la ratificación.)

El Gobierno ha otorgado licencias para la implementación de 15 proyectos de energía renovable en el país. Estos proyectos desempeñarán un papel crucial en la transición hacia fuentes de energía más limpias y sostenibles, reduciendo la dependencia de los combustibles fósiles y disminuyendo las emisiones de carbono, así mismo Colombia ha presentado una propuesta innovadora que busca financiar la adaptación y mitigación del cambio climático a través de un canje de deuda externa por inversiones en la conservación de la naturaleza. Este enfoque podría ayudar a movilizar recursos significativos para abordar los desafíos ambientales.

El Gobierno también ha propuesto la creación de un Tribunal Especializado en Asuntos Ambientales para la Amazonía. Este tribunal tendría la responsabilidad de juzgar delitos contra la humanidad relacionados con la degradación ambiental en esta región crítica. Y finalmente, Colombia se ha unido a una iniciativa regional junto con Jamaica y Panamá con el objetivo de reducir la contaminación por plástico en las ciudades de América Latina y el Caribe. Esta colaboración busca abordar uno de los desafíos ambientales más apremiantes de la actualidad. Sin duda, no podemos negar que el Gobierno actual en apenas un año, ha logrado avances significativos en materia de Medio Ambiente. 

Sin embargo, no todo es balón de oro y como en todo proceso gubernamental,  persisten desafíos. La falta de una política pública con enfoque en derechos ambientales y la evaluación deficiente de impactos ambientales en algunas iniciativas gubernamentales son preocupantes. Además, los límites insuficientes sobre las concesiones campesinas pueden afectar la conservación de parques nacionales. Otro punto a mencionar es la insuficiencia en políticas que garanticen el acceso a la información pública ambiental. 

 

El Petróleo y la Transición Energética en Colombia

En el último año, Colombia ha estado trabajando incansablemente en su estrategia de transición energética, marcando un hito en la Hoja de Ruta de la Transición Energética. Este documento estuvo abierto a comentarios y observaciones de los colombianos hasta el pasado 24 de septiembre, y comprende cuatro informes detallados. Estos incluyen antecedentes que resumen los escenarios en el Diagnóstico Base para la Transición Energética, así como el proceso de los 27 Diálogos Nacionales con diversos sectores. Además, ofrece recomendaciones e impactos en la política pública relacionada tanto con la oferta como la demanda de energía. Esta Hoja de Ruta pone un énfasis especial en aspectos cruciales como la transformación productiva, la industrialización, la internacionalización y la acción climática, con el objetivo de publicar el documento final a finales de año.

Colombia, aunque solo contribuye con el 0.66% de las emisiones globales, se enfrenta al desafío de reducir su alta dependencia económica del petróleo, que representa el 40% de sus exportaciones, el 20% de sus ingresos fiscales y el 76% de las regalías. Detener la exploración y explotación petrolera requerirá un enfoque cooperativo a nivel internacional y un cambio en la política económica. La transición hacia fuentes de energía más limpias es un proceso complejo que no se puede lograr de la noche a la mañana.

El Gobierno propone una transición articulada con el Plan Nacional de Desarrollo, que implica a varios ministerios, como Ambiente, Educación y Trabajo, y busca diversificar la economía mientras se integra un componente social. Entre las estrategias se encuentran la suspensión de contratos de exploración y explotación hasta 2026, el fomento de energías renovables y el reordenamiento territorial.

La Transición Energética Justa como la llama el Gobierno Nacional, es un proceso de décadas que no se puede realizar de la noche a la mañana. Actualmente el 35,8% de las zonas no habitadas están siendo usadas para este fin de exploración y explotación, a pesar de los 18 años de vida la Agencia Nacional de Hidrocarburos, quien ha firmado alrededor de 600 contratos de exploración lo que se ha encontrado es equiparable a lo producido en 2 años. Este porcentaje proviene de la correlación entre el 15% de las zonas destinadas a la exploración a nivel nacional y el 59% de las zonas habitadas según el DANE en Colombia.

 

Conclusión:

En la Cumbre Internacional de Sostenibilidad e Innovación Ambiental, los representantes del sector energético discutieron la descarbonización para 2050. Si bien reconocieron la necesidad de una transición, expresaron preocupaciones sobre el costo, la accesibilidad y el impacto, especialmente en cuanto a la asequibilidad de las nuevas energías limpias. También se destacó la importancia de una transición gradual para evitar una posible escasez de gas y la consideración de otros factores como el uso de suelos, la deforestación y el transporte en la reducción de emisiones. La propuesta desde los representantes del sector energético se centra en la electrificación del consumo, incluyendo la promoción de la energía solar y eólica como parte de la solución.

Las preocupaciones ambientales no se limitan a las fronteras de Colombia. Ecuador ha tomado una decisión trascendental al preservar el Yasuní y prohibir la extracción petrolera, un logro significativo en la lucha global por el medio ambiente. Este paso plantea cuestiones importantes tanto a nivel nacional como internacional, ya que la preservación ambiental sigue siendo un tema apremiante.

Además, en el contexto global, el impacto de la expansión de la frontera agrícola impulsada por Jair Bolsonaro en el Amazonas, el aprovechamiento de actores legales e ilegales para la minería en áreas antes controladas por las FARC en el caso de Colombia, y los efectos de las temperaturas extremas en varias regiones del mundo, incluyendo el Mediterráneo, Kenia y Estados Unidos, subrayan la urgencia de abordar temas relacionados con el cambio climático. 

Ecuador y Colombia enfrentan desafíos similares y diferentes en materia de medio ambiente y energía. La lucha por la conservación y la transición energética justa son procesos que requieren tiempo, cooperación internacional y cambios en la política económica. Ambos países, junto con otros de la región, están llamados a liderar la lucha contra el cambio climático y a preservar la biodiversidad para las futuras generaciones.