En ¡Pacifista! decidimos regalarle al Presidente estos dulces para que se entere de las verdaderas necesidades de la gente en Chocó.
El 31 de diciembre del año pasado un grupo de paramilitares entró a la población de Pogue, en Bojayá. La comunidad denunció que cerca de 300 miembros de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia tuvieron confinada a la población en una incursión que pretendía ocupar lugares estratégicos en la confrontación de este grupo armado con el ELN.
Esta historia no es nueva: durante el 2019 hubo cerca de 17 acciones de grupos armados de este tipo en el Chocó. De hecho, la última sucedió hace apenas horas en Nóvita, al sur del departamento. La Séptima Brigada del Ejército confirmó el asesinato Samuel Federico Peñaloza en el corregimiento Juntas de Tamaná, de ese municipio. Las alertas de la comunidad apuntan a que también hubo secuestros en medio de una incursión de al menos 7 hombres del ELN.
Las comunidades exigen, más que presencia militar en la zona, atención por parte de las autoridades. Chocó es uno de los departamentos que más está sufriendo la reconfiguración del conflicto después de la firma del Acuerdo de paz.
Con la salida de los frentes 57, 58, 34 y 18 de las Farc, el ELN y las AGC empezaron una disputa por ocupar esos territorios. Además de minería ilegal, hay un corredor estratégico para la salida de cocaína al Pacífico y por el Golfo de Urabá. La guerra entre ELN y AGC ha dejado en medio del fuego cruzado a la población civil.
Entre 2016 y 2018 hubo cerca de 213 ataques contra la población civil y alrededor de 16.000 desplazados en el departamento, según datos de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA). Se calcula que 5.073 pobladores indígenas y afro estuvieron confinados durante 2018 por ataques y amenazas del ELN.
Bojayá volvió a ser noticia en los medios nacionales durante los primeros días de enero y el tema del abandono estatal volvió a saltar a la vista. (El Ejército Nacional llegó a la población de Pogue dos días después de las alertas, cuando los paramilitares ya se habían ido).
Ante la grave crisis de seguridad, el Presidente de la República también llegó a Bojayá, el sábado 11 de enero, para visitar y hablar con la población. En Twitter, la cuenta de Presidencia publicó un video en el que Duque aparece repartiendo dulces -desde una barrera- a los niños de la población.
El Estado haciendo presencia en Bojayá (Chocó). pic.twitter.com/SJoT6kd1e8
— ♦️ JΛNDR3S (@JANDR3S__) January 13, 2020
La imagen parece resumir en apenas tres segundos la desconexión (y la actitud) del Gobierno con poblaciones que están en constante amenaza por cuenta de grupos armados y por la misma ausencia integral del Estado.
En ¡Pacifista! decidimos regalarle a Duque este paquete con algunos ‘dulces’ que de verdad necesita la población de Bojayá y de Chocó en general. Estos territorios, estas comunidades, necesitan un esfuerzo real por parte del Estado para integrarlas en temas claves como salud, agua potable y, por supuesto, en la protección de la vida de su población. Los chocoanos no necesitan golosinas, ni mucho menos merecen la indigestión que produce el cinismo del presidente.
PAZ
El capítulo étnico del Acuerdo de Paz sigue siendo materia pendiente mientras las víctimas son el 58% indígenas y el 40% afrocolombianos, muchos de ellos habitantes del Chocó.
Aunque el 40% de las sentencias de restitución de tierras han sido favorables para pueblos étnicos del Chocó, las comunidades sufren la falta de autonomía y libre movilización en estos territorios.
El reclutamiento forzado es una realidad que mantiene intranquilas a las familias chocoanas. Entre enero y agosto del año pasado, la Defensoría del Pueblo ha emitido 94 alertas tempranas, e incluso advirtió que los paramilitares les entregaron regalos de navidad a los niños.
Fuente: OCHA, Unidad Restitución de Tierras (UTR)
SALUD
En los últimos tres años, se registraron 413 ataques contra personal médico o infraestructura médica en el departamento. En Chocó, para principios de 2019, sólo había 21 trabajadores en salud por cada 10 mil habitantes. Además, es el departamento más afectado por la malaria en el país con casi 4 mil afectados el año pasado.
Fuente: INS, Ministerio de Salud
EQUIDAD
Chocó es el departamento con el indicador más alto en pobreza subjetiva. El 76,3% de la población en ese departamento se considera pobre. El promedio nacional es de 34,8%. También es el quinto departamento con índice más alto de pobreza multidimensional con el 45,1%. El promedio nacional está en 19,6%.
Fuente: Dane
AGUA POTABLE
Acceder a agua apta para el consumo ha sido una deuda histórica en el departamento. El porcentaje de población privada de agua potable es el 67%, cuando el promedio nacional es de 11,7%.
Fuente: Dane
SEGURIDAD
Más de 5.073 indígenas y afro se vieron confinados durante el 2018 en este departamento por amenazas y ataques a civiles. En Chocó hacen presencia el ELN, las Autodefensas Gaitanistas, el Clan del Golfo, disidencias de las Farc y bandas delincuenciales.
PROTECCIÓN
Se calcula que unas 16.000 personas fueron desplazadas entre 2016 y 2018 en Chocó. Junto con Norte de Santander, fueron los departamentos con más desplazados durante ese periodo. Los ataques contra la población civil se cuentan en 213 entre 2016 y 2018. La presencia del Estado, a través primordialmente de Fuerza Pública, se ha dado de manera reactiva y no preventiva.
Fuente: Ocha
RESPUESTAS
Leyner Palacios, líder afro del Pacífico, y otras organizaciones que tienen presencia en el Chocó, siguen a la espera de una respuesta del presidente Duque a varias peticiones, entre ellas: implementación real de los puntos del acuerdo de paz, resolución del conflicto y desmonte estructuras del ELN y las AGC, freno al reclutamiento de menores y medidas de protección que garanticen la seguridad en al menos 9 municipios. Está claro que en el 2019 el Gobierno no atendió a las solicitudes de la comunidad, por eso esperan que en 2020 la respuesta venga con soluciones reales, no con dulces.
Fuente: CIVP
