Entre 1999 y 2005 se registraron 32 capturas ilegales contra campesinos y líderes de ese municipio de Los Montes de María. Los señalaron injustamente de pertenecer a grupos guerrilleros. Dejusticia documentó los casos y le presentó un informe a la Comisión de la Verdad.
“Era un día cualquiera y yo me dirigía a la casa de mi mamá, cuando me pararon unos miembros del Ejercito, que se identificaron como miembros de la Infantería de Mariana, del Batallón 13 de Malagana, para pedirme la cédula y para acompañarme en el camino”. Se llama Camilo* y la historia que cuenta sucedió en 1999 en El Carmen de Bolívar, un municipio a dos horas por carretera de Cartagena.
En ese momento a Camilo no se le hizo raro que lo hayan parado militares. Pero empezó a sospechar de la situación cuando decidieron acompañarlo de vuelta a su casa tras visitar a su mamá. “En frente de donde vivía, sobre la falda de la montaña, había un grupo de gente armada. En un instante que yo no entendí muy bien, uno de los militares que estaba en mi casa le empezó a disparar y la gente armada respondió”. Él recuerda que el cruce de balas duró unos 20 minutos.
El jefe de los militares que estaban en la casa de Camilo pidió a los demás que dejaran de disparar, pues los hombres armados sobre la falda de la montaña eran del Batallón 5 de la Infantería de Marina de Corozal. “Pero luego de que la balacera terminó, me arrastraron debajo de la cama y me empezaron a amenazar”. Camilo se dio cuenta de la llegada de 15 hombres armados más, la mayoría no tenía el nombre en sus uniformes. Uno de ellos le dijo: “Hoy te mueres porque somos los paracos”.
A Camilo lo llevaron al batallón de Malagana. Los militares informaron que él había sido capturado en un enfrentamiento con las Farc y que encontraron un uniforme de ese grupo en su casa. “Era totalmente falso (…) Al otro día me llevaron en una camioneta a la Fiscalía de Cartagena, donde me confirmaron que estaba detenido por ser del Frente 37 de las Farc. Me mandaron a la cárcel de San Diego”.
Este relato hace parte del informe ‘Que nos llamen inocentes’, un trabajo de Dejusticia donde se recopilan 32 casos de detenciones arbitrarias en El Carmen de Bolívar entre 1999 y 2005. Esta semana fue entregado a la Comisión de la Verdad como contribución al esclarecimiento de lo ocurrido en los peores años del conflicto armado en la región de Montes de María.
Para entender por qué en El Carmen de Bolívar se dieron detenciones arbitrarias hay que hacer memoria sobre el conflicto armado en esa zona del Caribe. Los Montes de María se convirtieron un lugar estratégico para cuatro grupos armados ilegales desde los años ochenta del siglo XX: la desmovilizada guerrilla de las Farc, el desaparecido Ejército Revolucionario del Pueblo (Erp), el Eln y las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
¿Por qué el interés de estos grupos en los Monte de María? Según el informe, esa región les aseguraba zonas seguras para refugiarse y rutas clave para mover drogas. “A este panorama se le debe agregar que desde los años ochenta se registraron compras de tierra por parte de narcotraficantes”.
En 1997 llegaron los paramilitares de las AUC a los Montes de María con el propósito de sacar de la región a los grupos guerrilleros (Farc, Eln y Erp) que años atrás se habían asentado en algunos pueblos. A partir de ese año comenzaron una seria de acciones violentas en municipios como El Guamo, San Onofre y El Carmen de Bolívar: masacres, torturas, desapariciones forzadas, entre otras violencias.
En el caso específico de El Carmen de Bolívar, las AUC empezaron a ejercer control sobre el municipio desde el 11 de agosto de 1997. Ese día asesinaron a tres personas del corregimiento de San Isidro, desaparecieron a dos más y generaron un desplazamiento masivo. Además, este grupo paramilitar persiguió y estigmatizó a líderes campesinos, a miembros de Juntas de Acción Comunal y a cualquiera que tuviese un liderazgo. A ellos, como a otros habitantes del pueblo, los tildaron de “auxiliadores de las guerrillas”.
‘Me acusaron de guerrillero cuando la guerrilla me mató un hijo’
“Estas estigmatizaciones que le fueron atribuidas a residentes, comerciantes y trabajadores de ciertos corregimientos, lo mismo que a líderes sociales y a conductores, pasan al discurso oficial de la fuerza pública y de la Fiscalía General de la Nación. Así, un estigma construido por el actor armado ilegal para violentar y dominar a toda una región y a sus campesinos, se constituyó en una prueba de la autoría del delito de rebelión para las entidades estatales de seguridad y justicia. Así mismo, fue el fundamento probatorio central para capturar masivamente a campesinos, líderes, conductores y comerciantes de El Carmen de Bolívar”, explica el informe.
La persecución y las estigmatizaciones contra campesinos, líderes comunitarios y otros habitantes de El Carmen de Bolívar provocaron 32 detenciones arbitrarias entre 1999 y 2005, donde a los capturados se les imputó injustamente el delito de rebelión.
Los casos documentados por Dejusticia tiene elementos en común que hacen pensar que las detenciones en El Carmen de Bolívar se hicieron para demostrar la eficacia de la política de ‘Seguridad Democrática’ impulsada por el expresidente Álvaro Uribe, una política que rechazaba la existencia de un conflicto armado en Colombia y, en cambio, sostenía la teoría de que hay grupos terroristas que amenazan a la democracia: primero, la capturas se dieron en operaciones de la fuerza pública para derrotar a las guerrillas; segundo, los detenidos son víctimas del conflicto armado; tercero, esas personas ya habían sido señaladas de pertenecer a las Farc o al Eln; y cuarto, no existen papeles que registren la captura o los tiempos en que estuvieron encarcelados.
Aunque el informe ‘Que nos llamen inocentes’ no es público, Dejusticia sacó un documento con los testimonios de quienes fueron víctimas de detenciones arbitrarias en El Carmen de Bolívar. Lo pueden leer acá.
*Cambiamos el nombre para respetar y proteger la identidad del personaje.