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Del Cauca al Barça: Yerry Mina es un ejemplo en medio del conflicto Montaje: Pablo David G. | ¡PACIFISTA!
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Del Cauca al Barça: Yerry Mina es un ejemplo en medio del conflicto

Juan Pablo Sepúlveda - enero 11, 2018

El posconflicto todavía no se siente en la región de Yerry. Tras la salida de las Farc, disidencias y paramilitares han tratado de tomar el control.

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Es un hecho: este año vamos a ver al futbolista Yerry Mina jugando con Messi, Iniesta, Suárez y Coutinho: el central caucano es a partir de esta semana el primer colombiano que jugará en el Barcelona. Llegará al estadio Camp Nou después de haber comenzado su carrera en las canchas rudimentarias de Guachené, Cauca, municipio en el que nació.

Yerry Mina tiene 23 años. Nació el 23 de septiembre de 1994 en Guachené, y creció en un hogar humilde de este municipio de unos 20.000 habitantes, poblado principalmente por comunidades afro. Queda a unos 30 kilómetros de Cali y a unos 90 de Popayán y produce sobre todo plátano y cítricos. No obstante, como otros municipios del norte del Cauca, es codiciado por los grupos armados, como las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC).

El F. C. Barcelona contrató a Mina por 5 años y le pagó al Palmeiras 11,8 millones de euros (más o menos 40 mil millones de pesos colombianos) por su transferencia. Así que este es el segundo traspaso millonario reciente de centrales colombianos, pues ya a comienzos de esta temporada, Dávinson Sánchez fue contratado por el Tottenham inglés. Sánchez, curiosamente, nació en Caloto, un municipio contiguo a Guachené y también afectado por el conflicto armado.

El 19 de octubre del año pasado, cuando Mina jugaba para el Palmeiras, en su tierra natal asesinaron en su casa a la profesora jubilada Benicia Tobar. En nuestro conteo de líderes sociales asesinados aparecen, además, Héctor William Mina, asesinado en Guachené el 14 de julio de 2017, y Olmedo Pito, asesinado el 9 de enero de 2016 en el vecino Caloto.

“Esta es una zona muy convulsionada”, cuenta Antonio Palechor, residente del norte de Cauca y miembro del Consejo Regional Indígena del Cauca (Cric). “La violencia está aquí desde hace más de 50 años, prácticamente desde la creación de las Farc. Luego vino el paramilitarismo y ahora están las bandas criminales”.

El norte de Cauca es importante para los grupos al margen de la ley por su salida al océano Pacífico. “Este es un punto estratégico por las rutas al mar. Las bandas criminales construyen sus trochas y caminos para transportar drogas y minería ilegal que viene de pueblos de esta región como Corinto”, dice Palechor.

No es necesario ir muy lejos para dimensionar el impacto del conflicto armado en el Cauca. La semana pasada, por ejemplo, se presentaron dos enfrentamientos en el departamento: uno en el caserío Mazamorrero, al sur, donde murieron alias ‘Bin Laden’ y ‘Nené’, dos exintegrantes del ELN, y otro en Corinto, norte del Cauca, donde militares de la Tercera División del Ejército fueron agredidos, al parecer, por indígenas de la región. Entidades como la Gobernación del Cauca hablan de 7 muertos por ambos enfrentamientos.

El desplazamiento forzado, por ejemplo, sigue siendo un problema sin resolver en el Cauca. De hecho, en comparación con 2017 aumentaron los desplazamientos, según la Unidad de Víctimas. Según Eduardo Álvarez, director de la Fundación Ideas para la Paz, “en el norte  del Cauca las agresiones están dirigidas a silenciar a los líderes que le están apostando a la sustitución de cultivos de marihuana y coca”. Esta situación se debe, según Álvarez, al interés de grupos por controlar las zonas que antes dominaba el Frente 6 de las Farc y así lucrarse de las rentas ilícitas.  Además de grupos residuales del paramilitarismo, a la zona también han llegado personas con brazaletes del ELN.

Yerry Mina, el primer colombiano que va a jugar en el Barcelona, es consciente de lo que pasa en su tierra natal. De hecho, en 2016 creó una fundación con su nombre, que fue responsable de la construcción de un complejo deportivo que hoy en día beneficia a más de 2.000 personas. “La noticia de que Mina haya llegado al Barcelona le quita tensión a toda la región”, dice Palechor. “Ese tipo de cosas, así sean lejos, hacen que aquí no se hable de secuestros y de muerte sino de cosas mejores como fútbol”.