Tras la renuncia de quien era el jefe negociador del gobierno, se asoman varios interrogantes: ¿La mesa aceleraría el ritmo o podría tambalear?
La negociación entre la guerrilla del ELN y el gobierno termina el 2017 con más dudas que certezas. El 9 de enero se acaba el cese el fuego bilateral entre el Ejército y la guerrilla y, hasta el momento, no hay indicios de que lo vayan a prolongar. A esta incógnita se suma otra más importante: ¿quién reemplazará a Juan Camilo Restrepo, el jefe negociador del Gobierno?
Según le dijo Restrepo a Caracol Radio, dejará su cargo en los primeros días del próximo año. “Todo esto se lo he comentado al presidente de la República, Juan Manuel Santos. Con él he venido hablando y le he solicitado por lo tanto que me libere de estas responsabilidades como jefe del equipo negociador. Liberación que será efectiva en los primeros días del año entrante a fin de que precisemos la fecha con el presidente y se dé solución de continuidad”.
Las negociaciones con el ELN, entonces, pasan por un momento difícil. El cese el fuego ha dejado mal parado a la guerrilla por dos episodios particulares: el asesinato de Aurelio Isaramá, líder social del Alto Baudó en Chocó, y el presunto ataque del ELN a disidentes de las Farc en Magui Payán (Nariño). Este último episodio, aunque no viola las reglas del cese, sí demuestra la intención de ciertos sectores del ELN por cooptar territorios donde antes las Farc ejercían el control de puntos estratégicos del narcotráfico.
Hablamos con Víctor de Currea y Luis Eduardo Celis, dos expertos que han seguido de cerca la mesa de Quito, sobre las cuatro consecuencias inmediatas de la que podría traer la renuncia de Restrepo a la mesa de negociación.
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Seguir negociando en navidad, mostrar voluntad de paz
El equipo negociador del ELN sabe que las circunstancias no son las mejores. Llevan 10 meses negociando y por ahora no se ha llegado a un acuerdo común sobre el primer punto: participación de la sociedad civil. Fue por eso que, quizás, emitieron un comunicado en la mañana de este lunes anunciando la creación de una “Mesa Transitoria de Conversaciones” que funcionará en Bogotá hasta el 9 de enero para “resolver las dificultades para el cumplimiento del cese el fuego” y “buscar solución” a los hechos que ellos consideran violatorios por parte del Estado a la tregua, como el asesinato de 6 campesinos en Tumaco el pasado 6 de diciembre.
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El presidente debe buscar a alguien que acelere las negociaciones
De acuerdo con Luis Eduardo Celis, asesor del Programa Desarrollo para la Paz (Prodepaz), el presidente Juan Manuel Santos deberá elegir a un jefe negociador que le dé “ritmo al tema de participación y que tenga la capacidad de prorrogar el cese bilateral”. Hasta el momento no hay nombres tentativos para reemplazar a Restrepo, sin embargo, Celis considera que lo ideal es elegir a un delegado del gobierno que ya conozca la mesa y a los integrantes del ELN que participan en ella.
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Se necesitan aliviar las tensiones internas, urgente
Según Víctor de Currea, catedrático de la Universidad Nacional y especialista en procesos de paz, la salida de Juan Camilo Restrepo de la mesa negociadora de las Farc “evidencia muchas cosas, entre otras, las tensiones internas en el equipo del Gobierno. Hay más tensiones y diferencias dentro del equipo del gobierno que de ELN, eso tiene que ver en parte con la dinámica de la presencia de cómo se venía manejando la mesa”.
Con la salida de Restrepo, dice De Currea, se abre la oportunidad “de plantear una estrategia de negociación más sólida, una nueva estrategia mediática, la presencia de más asesores y la importancia de pasar de la palabra hablada a la palabra escrita”. Sin embargo, el profesor aludió que este tropiezo es “una oportunidad para plantear otro modelo de negociación”.
4. El reemplazo de Restrepo debe avanzar lo que más pueda antes de elecciones
Fuentes cercanas al equipo negociador del ELN nos comentaron que el formato de Restrepo era “muy rígido”, por lo que esperan que en su reemplazo llegue alguien que sea más flexible para sacar por lo menos dos puntos de la agenda antes de que se lleven a cabo las elecciones presidenciales de 2018. “Así como está, la mesa de Quito se puede caer. Necesitamos avances para que el próximo presidente no la acabe”, nos dijo la fuente.