Revisamos el reciente informe de Corpovisionarios, en el que habitantes de cinco departamentos desmienten creencias derivadas del conflicto.
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No es un secreto que una buena parte de Colombia intenta entender la compleja realidad de nuestro país a punta de supuestos. En especial la de la guerra, que al ser vista desde las ciudades y no desde las zonas rurales que más la han padecido, ha dejado percepciones y estigmas entre la opinión que no necesariamente corresponden a la realidad de quienes han tenido que vivir con ella. Esto puede apreciarse en el informe Tejiendo acciones de paz, de Corpovisionarios, una ONG que se dedica a reforzar la cultura ciudadana a través de la investigación, en conjunto con Prosperidad Social .
Para elaborar el documento, la organización se adentró en cinco departamentos que no vieron la guerra en las noticias sino que la vivieron en carne propia. Todo esto con el fin de hallar información directamente de los pobladores que la han sufrido.
Atlántico, Magdalena, Bolívar, Guaviare y Caquetá fueron las regiones escogidas por la organización para la realización del estudio, que tuvo en cuenta a 3.200 habitantes de esos departamentos y les hizo preguntas sobre su realidad cotidiana. Sus respuestas hoy nos dan pistas para entender la mentalidad con la que Colombia pretende construir paz desde las regiones.
¡Pacifista! exploró el documento y encontró cinco datos que desmienten algunos de los imaginarios que se han creado en Colombia durante la guerra.
1. “La gente en las regiones de conflicto ya no cree en la Fuerza Pública”
En las ciudades, la creencia de que la gente ya no confía en el Ejército o en la Policía puede ser común entre sectores de izquierda, que hacen referencia a escándalos como el de los ‘falsos positivos’ o posibles casos de corrupción en estas entidades. Sin embargo, esta visión está muy lejos de ser asumida como verídica en los departamentos consultados.
Los habitantes de esas regiones aseguran que el Ejército y la Policía son los órganos estatales más confiables. Según las cifras de Corpovisionarios y Prosperidad Social, a la pregunta de ¿Cuánto confía en la siguientes instituciones políticas y organizaciones de Colombia?, el Ejército fue quien más alta confianza obtuvo con el 72 %. Superó incluso a instituciones como la Iglesia Católica (67 %) y las Universidades (63 %), y la Policía se ubicó en cuarto lugar con el 58 %.
“La mayoría de personas percibe al Ejército como un actor más eficaz en garantizar la seguridad que la propia Policía”, asegura el documento estudio. Solo como dato curioso, después de las pandillas (6 %), los partidos políticos (21 %) son en lo que menos confía la gente.
2. “Los ‘paras’ ganaron el apoyo popular pacificando las regiones ”
Se trata de un mito impulsado incluso en pronunciamientos públicos por parte de líderes paramilitares y sus simpatizantes. Según ese imaginario, los ‘paras’ fueron una alternativa de protección para los campesinos y terratenientes del país que necesitaban una protección que el Estado no podía darles. No obstante, el estudio revela que esos grupos armados son los que más desconfianza y rabia producen en los habitantes de zonas afectadas por el conflicto armado. La respuesta de los encuestados es contundente: el 90 % de las personas respondió a Corpovisionarios que los grupos paramilitares no generan tranquilidad, más bien todo lo contrario.
El 91% de los encuestados aseguró tener miedo de los ‘paras’. Aunque la percepción varía en las regiones y en algunos casos las bandas criminales y las pandillas son la que más aversión producen, los datos muestran un consenso: los paramilitares tienen peor imagen que los grupos guerrilleros del país. “En medio de la realización del estudio nos dimos cuenta de que, en cuanto a grupos armados, las personas creen más en la presunta seguridad que brindaban las Farc que en la supuesta protección de los paramilitares”, asegura Camilo Garzón, uno de los investigadores de Corpovisionarios que participó en el informe.
3. “La gente suele ser solidaria con los desplazados”
El 18 % de los encuestados se identificaron como víctimas del conflicto y la gran mayoría de ellas (70 %), declaró que su condición de víctima se la debía al desplazamiento forzado.
Los resultados del estudio revelan que solo el 28 % del total de encuestados, confía en quienes han sido afectados por el desplazamiento, a pesar de la creencia popular de que el sufrimiento por el que han pasado puede despertar una voluntad de ayuda entre quienes no han tenido que pasar pos sus padecimientos.
La pregunta base usada en el informe fue: “¿Qué tanto confía en los siguientes grupos?”: familia (94,7 %), vecinos (65,3 %), la comunidad en donde vive (59,2 %), amigos (62,9 %), víctimas del conflicto armado (28 %), desmovilizados (11 %) y desconocidos (8,3 %). Según el informe, los tres últimos grupos se consideran en un nivel de confianza bajo. De acuerdo con Garzón, esto demuestra “que los estigmas de la guerra aún están muy marcados en los colombianos”.
4. “Si se desmovilizan los guerrilleros, podrían ser aislados por la sociedad”
Uno de los mayores temores en diversos sectores de la sociedad en cuanto a la implementación del Acuerdo de Paz radica en el estigma hacia los desmovilizados. Sin embargo, las cifras muestran que, aunque existe una aversión latente hacia los excombatientes de grupos armados — Solo el 11% confía en ellos—, la mayoría de los encuestados estarían dispuestos a aceptarlos dentro de la sociedad. Por ejemplo, el 56% aseguró a Corpovisionarios y a Prosperidad Social que no dudaría en darle trabajo a exmiembros de las guerrillas del país.
5. “Las organizaciones que promueven la reconciliación son conocidas y respetadas en todo el país”
Pese a que en las ciudades se conoce la existencia de entidades que operan con el fin de promover la reconciliación, en las regiones afectadas por la guerra esos entes no son conocidos, ni la gente confía en ellos. El estudio revela que las instituciones oficiales más distinguidas en los departamentos tenidos en cuenta son la alcaldías locales (65,66 %) , la Policía (62,91 %) y el ICBF (54,09 %).
Sin embargo, otros órganos como la Agencia Colombiana para la Reintegración (ACR) y el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) solo son conocidos por menos el 5,19 % y el 5,06 % de los encuestados, respectivamente. “Lo que más nos sorprendió tras la investigación fue ver que, de ese 5 % que conoce a esos entes, menos del 2 % confía en ellos”, aseguró Camilo Garzón. En total, las cinco regiones mostraron que existe un 70 % de desconfianza en la ACR y un 72 % en el CNMH.