Hasta el 31 de diciembre había 146.000 hectáreas sembradas, 50.000 más que en el 2015.
Colombia parece estar, como dijo el destituido procurador Alejandro Ordóñez en febrero del año pasado, nadando en coca. Este viernes, las Naciones Unidas entregaron el Monitoreo de territorios afectados por cultivos ilícitos 2016, un informe detallado de la situación del país en esta materia, y los resultados no son positivos: el año pasado se sembraron 50.000 hectáreas de coca más que en 2015.
Ni la firma del acuerdo de paz con las Farc, ni la Sesión Especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre Drogas (Ungass), en la que “el gobierno de Colombia planteó la necesidad de estudiar el fenómeno de las drogas desde una perspectiva amplia (…) y encontrar herramientas para enfrentarlo con un enfoque de salud pública (…) en un marco de respeto por los derechos humanos”, según el documento de la ONU, lograron parar el crecimiento de cultivos ilícitos del país.
Ante los pobres resultados, el ministerio de Justicia dijo que “aunque el Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos (Simci) registró un aumento del área sembrada con cultivos de uso ilícito, estas se concentran en los mismos territorios de 2015” y que el documento “no tiene en cuenta el resultado de la estrategia del gobierno en 2017”, que tiene como objetivo reducir en 100.000 hectáreas el área sembrada.
Aún así, la situación es grave. Solo hay tres departamentos libres de coca; la producción de hoja, pasta base y clorhidrato de cocaína es mayor a la de 2015, y crecieron los cultivos en territorios indígenas, parques naturales y tierras de las comunidades negras.
¡Pacifista! presenta cinco datos que ilustran la situación actual de Colombia en la lucha contra los cultivos ilícitos:
Hay más coca
La cifra es preocupante: en 2015 había 96.000 hectáreas de hoja de coca en Colombia. En 2016, la cifra subió a 146.000. Un incremento del 52 por ciento.
En todas las regiones en las que hay cultivos ilícitos la cifra subió: en el Pacífico 42 por ciento; en el centro del país, 147; en la región Putumayo – Caquetá, 24; en Meta – Guaviare, 18; en la Orinoquía, 1; en la Amazonía, 58, y en la región de la Sierra Nevada, 400.
El informe, además, señala que “Nariño, Putumayo y Norte de Santander siguen siendo los departamentos más afectados por cultivos de coca; en estos tres departamentos se concentra el 63 por ciento de toda la coca del país. Por otra parte, seis departamentos tienen menos de 50 hectáreas sembradas con coca y están cerca de liberarse de los cultivos ilícitos: Santander, Magdalena, Cesar, Guainía, Boyacá y Arauca”.
Cundinamarca, Caldas y La Guajira son los únicos departamentos del país en los que no hay cultivos de coca.
La mitad de la coca está en diez municipios
Según el informe, “los diez municipios más afectados se encuentran en las zonas catalogadas como permanentemente afectadas y concentran el 48% de toda la coca del país”. Entre los diez concentran más de 70.000 hectáreas de coca.
“A partir del 2009, en estos municipios se registran acciones que limitaron la operatividad de estrategias de interdicción como la aspersión aérea y erradicación manual forzosa; por un lado, la restricción para asperjar a diez kilómetrosde la frontera con Ecuador en los departamentos de Nariño y Putumayo; restricciones de operatividad en la zona montañosa del Cauca y la suspensión de la aspersión aérea desde 2010 por condiciones de orden público en Norte de Santander”, dice el documento.
El lío de Tumaco
Tumaco (Nariño) es el municipio de Colombia con más áreas de coca cultivadas. Según el informe del Simci, este lugar “ha mantenido una tendencia creciente de siembras en los últimos tres años” y “su situación es tan crítica que es el único municipio catalogado en la categoría de mayor nivel de amenaza, y donde se presume que habrá mayor cantidad de coca en el año siguiente”.
En Tumaco hay sembradas 23.148 hectáreas de hoja coca, que representan el 16 por ciento del total cultivado en el país. Según el vicepresidente, Óscar Naranjo, desde marzo de este año se han erradicado 4.500 hectáreas de coca en ese municipio.
No solo hay más coca, sino que es más productiva
Según el informe de la ONU, no solo creció el cultivo de coca, sino también su productividad. La producción potencial de las hectáreas sembradas con hoja de coca pasó de 454.050 toneladas métricas ™ en 2015 a 606.130 tm en 2016, un incremento del 33,5% explicado principalmente “por el aumento en el área productiva”.
Sin embargo, tanto los precios de la hoja de coca como los de la pasta base bajaron. A pesar de ese descenso, “durante el año 2016, los precios nacionales del kilogramo de clorhidrato de cocaína presentaron una tendencia al alza, contraria a todos sus predecesores productivos”,dice el informe. De acuerdo la investigación, ese producto ilícito “aumentó de $ 4.747.300 pesos colombianos por kilo en 2015 a 4.984.600 en 2016, equivalente a un crecimiento del 5,0%”.
Los territorios protegidos no se escapan
En las tres “categorías de áreas de manejo especial”, expresión que utiliza el informe de la ONU para referirse a parques naturales, resguardos indígenas y tierras de las comunidades negras, los cultivos de coca también crecieron.
“La afectación por cultivos de coca en resguardos indígenas muestra un incremento al pasar de 11.837 hectáreas en 2015 a 15.665 hectáreas en 2016, que representa un 32%; a pesar del incremento su participación en el total nacional disminuyó un punto porcentual frente a lo reportado en 2015, alcanzando un 11%”, dice el documento.
Sobre territorios de consejos comunitarios afro, el documento señala que “la presencia de cultivos de coca (…) aumentó un 45% respecto a lo reportado en 2015, pasando de 16.030 ha a 23.164 ha en 2016. Su participación en el total nacional, al igual que en las otras áreas de manejo especial, disminuyó un punto porcentual frente al año anterior, con un 16%”.
Finalmente, el informe de la ONU dice que “de las 59 áreas protegidas con la categoría Parque Nacional Natural, 16 presentan afectación por cultivos de coca en 2016”.