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#CaravanaPacifista 6 de noviembre: guerrilleros que cuidan el silencio de los fusiles
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#CaravanaPacifista 6 de noviembre: guerrilleros que cuidan el silencio de los fusiles

Staff ¡Pacifista! - noviembre 7, 2016

Ellos son el grupo encargado del monitoreo y verificación del cese al fuego bilateral y de hostilidades en el Cauca.

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60 guerrilleros de las Farc estuvieron en el curso de monitoreo y verificación durante 6 días en Popayán. Fotos: Isabella Bernal

Por: Isabella Bernal

A medio día, un bus blanco tipo city tour paró en un estadero de la vía Popayán – Santander de Quilichao. Tres camionetas polarizadas marcaron la zona y, de ellas, 12 policías uniformados con chaleco beige y buzo verde militar se bajaron a montar anillos de seguridad. Abrieron las puertas del bus y 60 guerrilleros vestidos de tenis y jeans aparecieron como si fueran un grupo de extranjeros famosos. Extranjeros en las carreteras de una región que sólo han recorrido a pie por los filos de las montañas. Tomaron tinto y siguieron para la cordillera. Ellos son el grupo encargado de trabajar en el componente local de monitoreo y verificación de los acuerdos de paz en el Cauca.

Durante seis días, un grupo de monjas los hospedó en una casa colonial para retiros espirituales en las afueras de Popayán, la misma casa en la que Simón Bolívar durmió en su paso hacia Ecuador. Hasta antes del 2 de octubre, en el Cauca, estaban previstos seis puntos de concentración de las Farc, para lo que se llamaría el periodo de campamentización: la reunión de los 16 frentes del Bloque Alfonso Cano en un mismo lugar. Ahora, después de la suspensión de la ratificación de los acuerdos, cada frente de las Farc ha organizado sus propias zonas de agrupamiento. En Buenos Aires, que estaba prevista como zona veredal transitoria de normalización, los guerrilleros duermen, se bañan y comen en tres campamentos.

Crear un ambiente de confianza, eso es lo único que se necesita para la reconciliación

Durante los seis días que duró el curso, Ángela, Enrique, Nilson y los demás, se levantaron todos los días a las 4:30 am, como en cualquier día de rutina en la selva, a esperar a “Pacho Chino”, líder del monitoreo regional en el Cauca. “El mecanismo es humanitario, netamente humanitario”, dice Mario, uno de los monitores. Él va a integrar uno de los equipos tripartitos, compuesto por dos miembros de la ONU, tres de las Farc y tres del Gobierno, que se va a encargar de recoger las quejas y denuncias de la gente, las organizaciones sociales, los guerrilleros y los militares para investigarlas y garantizar que se cumplan los protocolos. Si, por ejemplo, un avión pasa a menos de 5 mil pies de altura eso sería un saboteo al proceso. Mario dice que “somos más prácticos que gente de oficina, así es como entendemos lo que sería una violación a los acuerdos”.

A las 2 pm, la caravana llegó a las peñas de la cordillera occidental. Los policías de la Unipep (Unidad Policial para la Edificación de la Paz) almorzaron sudado de pollo con los guerrilleros. Las camionetas salieron por la trocha encharcada, mientras los guerrilleros se bañaban a baldados con el agua cristalina de una cascada helada. “Crear un ambiente de confianza, eso es lo único que se necesita para la reconciliación”, dijo Isabella, una guerrillera con más de 15 años en las Farc, antes de que se desprendiera el agua de las nubes que acompañó la noche en los cambuches plásticos.