El exjefe del equipo negociador del Gobierno en La Habana tuvo que seguir desde Bogotá la ceremonia de dejación de armas.
Entre aplausos y voces de agradecimiento, así llegó Humberto de La Calle al lugar de transmisión de la ceremonia final de dejación de armas de las Farc. El jefe del grupo negociador por parte del Gobierno no pudo asistir al acto en Mesetas porque, según él, tenía una serie de compromisos previamente adquiridos, pero llegó muy cerca de la Plaza de Bolívar, donde algunos bogotanos sostenían banderas, palomas blancas y pancartas para celebrar uno de los pasos más importantes para la construcción de paz.
“Estoy feliz y orgulloso porque, a pesar del escepticismo que existe, esta es una muestra contundente del tránsito de Colombia hacia el fin de la guerra y de la posibilidad que tiene el país de aliviar el sufrimiento de muchos colombianos”, dijo De la Calle en un acto posterior a la ceremonia.
Más allá del desarme de las Farc, para De la Calle, este nuevo paso significa una posibilidad de unión entre el país, que según él, ha resultado dividido tras las contiendas políticas en torno al proceso de paz. “Este nuevo capítulo de nuestra historia es una posibilidad muy grande para reencontrarnos de nuevo entre todos como país”, aseguró el exjefe del equipo negociador
Aunque también dijo que existe un desafío muy grande tras el importante avance en la implementación. De la Calle se refirió en concreto a la desinformación que persiste tras el triunfo del ‘No’ y la refrendación del acuerdo final entre el Gobierno y las Farc. “Cada vez hay más y más mentiras, La respuesta a ellas es la movilización ciudadana, que las personas realmente se involucren en la construcción de esa paz que le debemos a todas las víctimas del conflicto”, sentenció De la Calle.
Pero no se trata exclusivamente de la desinformación. De la Calle manifestó su preocupación sobre una posible modificación del Acuerdo de Paz en 2018, después de las elecciones presidenciales. “Nosotros hicimos una serie de promesas, así como las Farc. Si la intención de quien llegue al poder es cambiar las reglas del juego, Colombia le estaría incumpliendo a la paz”, aseguró. Sin embargo, el exjefe negociador por parte del Gobierno se mostró optimista.
Recordó además los 180 viajes que tuvo que hacer entre Colombia y Cuba desde 2012 hasta el año pasado. Afirmó que durante las negociaciones tuvo una serie de problemas personales, que casi lo obligan a renunciar a sus funciones jefe del equipo del Gobierno. Sin embargo, según él, continuó adelante motivado por la convicción de terminar la guerra.
“Yo no me iba a poner en los zapatos ideológicos de las Farc, pero este proceso no se hubiera logrado sin un entendimiento sobre las convicciones del grupo guerrillero”, dijo sobre el desarrollo de las negociaciones. Por último, De la Calle se refirió al desarme como un ‘abrebocas’ de la transformación del país. Para el exjefe negociador, el país no tiene una democracia perfecta, sin embargo, la adhesión de las Farc a ese modelo político es un triunfo para Colombia.